Sabines, “el honesto”, quiere sorprender a Ebrard para blindarse
La campaña política que “autorizó” el presidente Andrés Manuel López Obrador en favor de sus corcholatas está tomando ritmo y también muchas críticas. Cada fin de semana los vemos en diferentes estados, dizque porque fueron invitados por los gobernadores o porque acompañaron a su partido Morena en algún mitin político para demostrar la fuerza que tienen en el actual gobierno.
También se ha visto que muchos servidores públicos, senadores y diputados federales, se abrieron de capa para demostrar su “amor” por determinado suspirante morenista, y hay quienes cuidan las formas, pero operan desde sus trincheras.
En esta nueva dinámica hay quienes se enganchan y claro que cualquiera tiene derecho, pero no aquéllos que no tienen tantita calidad moral ni vergüenza para salir a vociferar su respaldo como lo es el tristemente e innombrable Juan Sabines Guerrero, quien salpicó para arriba que su gallo, Marcelo Ebrard Casaubón, le ve futuro más allá de la cancillería.
Es decir, lo que el Cónsul de Orlando, Florida, quiere y desea, es seguirse blindándose del saqueo que hizo de Chiapas y que hoy por alguna extraña razón, sigue recibiendo la protección de la máxima autoridad federal pues a pesar de que hay evidencias de su paso corrupto por la gubernatura de Chiapas de 2006 a 2012 e incluso como edil de Tuxtla Gutiérrez, no se les investiga y castiga, al contrario, se le premia.
Con el destape que hace Sabines en favor del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, no sólo se exhibe como un desfachatado, insolente y petulante hombre, sino que además envuelve en su manto de corrupción a quienes les brinda su apoyo.
Si el canciller no mide su distancia y se deslinda de esta “amistad” nada halagadora ni productiva, sus puntos de preferencia ciudadana que obtuvo en los últimos meses, con los cuales ya remonta en las preferencias a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, las sumas serán restas. Esto por lo menos en el estado de Chiapas.
Sabines busca embaucar a Ebrard. Lo quiere enamorar con palabras cursis como que es un hombre de una gran trayectoria, de un gran pasado y de un gran futuro. En este caso, los contrastes de la vida, los polos opuestos, son evidentes y eso si no lo sabe el canciller, alguien tiene que avisarle que se está echando a la espalda una araña ponzoñosa.
Creemos que Ebrard es lo suficientemente inteligente para no permitir que se quieran subir a su tren, personas irreverentes que, en el pasado, el presente y por muchos años más, le están haciendo un gran daño económico a Chiapas.
Por si no está enterado, el destapado precandidato de Morena a la presidencia de la República tiene que tener en cuenta que Juan Sabines Guerrero, es, entre muchas “linduras”, el exgobernador que dejó hipotecado al estado. Sus préstamos que le autorizaba un maniatado Congreso sumó casi 40 mil millones de pesos de desfalco. Por su irresponsabilidad, el gobierno debe hoy en día casi 13 mil millones de pesos.
Por esta situación, la entidad se encuentra en el escalafón número 12 del país por adeudos. El dinero que Sabines se “echó a la bolsa” hasta el momento se desconoce su paradero. La Secretaría de Hacienda hace dos meses dio a conocer que se paga puntualmente la herencia maldita, la cual, sino se atrasa una sola letra, dejará de liquidarse hasta el 2036. Es decir, dentro de 14 años erogando millones de pesos que hoy servirían para darle solución a muchos problemas sociales que padece Chiapas.
El canciller no sabe que su “amigo” mintió al gobernar, debe enterarse que sus programas fueron un asco. Biodiesel, programas de transporte que hoy están en la basura, no fructificaron para Tapachula y Tuxtla Gutiérrez; el programa rural de Ciudades Rurales, fracasó; hospitales remendados que gobiernos posteriores tuvieron que rescatar.
Si Ebrard no sabe de qué clase de alimaña se está echando al hombre, entonces ya está enterado y si lo sabe y aun así le da cabida para arropar las canalladas que Sabines hizo en el pasado, entonces que no diga que no se le advirtió.
La suma de simpatizantes chiapanecos podría tomar otro camino si ven que son traicionados por un sujeto de marras que anda desesperado porque su tiempo se acorta y una vez que dejen de darle la protección, será el primero que tendrá un pie en la cárcel. Denuncias en su contra están ante las autoridades correspondientes, pero archivadas.
Por ello, cuando arribe a tierras chiapanecas, lo primero que tiene que corroborar el canciller es si Juan Sabines fue un buen gobernador. La respuesta tóxica generalizada será que “es un hijo de la…”
