COVID amenaza de nuevo; urge blindarse
El repunte de contagios de COVID en la llamada Quinta Ola parece no preocupar a las autoridades de la Secretaría de Salud federal, debido a que no hay un llamado de alerta ni la orden de extremar medidas para evitar se incrementen los contagios.
El jueves 7 de julio, se reportaron 32 mil 295 casos, cifra más alta de la pandemia en lo que va de esta nueva oleada, lo que sumaba 204 mil 367 contagios activos estimados, así como 48 muertes a causa del virus. Los números son una llamada de atención para que la autoridad sanitaria ponga mayor atención y no pase como en las cuatro anteriores, donde la pérdida de vidas humanas fue lo más catastrófico.
Sólo el deceso de personas por el virus y por armas de fuego, producto de la guerra encarnizada que tiene el crimen organizado por la disputa de territorios y sus nuevos “programas” de acaparamiento, son las causales más notables que se identifican en esta administración.
Por ello es necesario que se implemente una orden presidencial o por le menos en todos los congresos de los estados, sin llegar a la especulación o el escándalo, de que toda la ciudadanía utilice cubrebocas como mínimo, en espacios públicos y privados. Si determinada persona no quiere vacunarse por prejuicios personales o de religión, es una circunstancia que no entra en las manos de la autoridad, pero por lo menos ya se blindó.
Este jueves se dijo que, a pesar del alza de contagios, todo el país está en color verde, sin embargo, que ello no signifique que se apliquen restricciones para que no caigamos en el barco de las desgracias, como cuando Hugo López Gatell, el zar de la vacunación, titubeaba en confirmar si era o no obligatorio el uso del cubrebocas o que no habría peligro por los efectos.
Muy pronto se percató que su vaticinio de máximo 60 mil muertes sería una catástrofe, fue una cachetada con guante blanco, pues ahora van oficialmente 185 mil 219 casos positivos y 325 mil 976 defunciones a causa de COVID al corte del 7 de julio, aunque en este último aspecto, los especialistas aseguran que son casi 600 mil las personas que han perdido la vida, es decir, casi el doble.
Afortunadamente Chiapas no se encuentra en esta nueva crisis, y habría que destacarlo, es una de las pocas entidades que ha permanecido en color verde durante ya dos años. Hoy vuelven a repuntar en casos la Ciudad de México, Baja California Sur, Quintana Roo, Colima Sinaloa, Yucatán, Querétaro, Nuevo León, Nayarit y Tabasco.
Una de las medidas que, creemos, ha sido factor fundamental para no preocupar al extremo, es la política informativa emprendida desde la Mesa de Seguridad estatal, donde el gobernador Rutilio Escandón Cadenas ha reiterado hasta el cansancio, la importancia de vacunarse.
El resultado se tiene al no contar al día de hoy con persona recluida para su tratamiento en los Centros COVID. Todas las camas están vacías, había confirmado el mandatario la mañana del viernes.
Atribuyó que la salud de los chiapanecos no se ha agravado debido a que la mayoría tiene su esquema de vacunación completo, incluido el refuerzo, por lo que los efectos del medicamento han disminuido considerablemente los estragos que pudiese tener el COVID.
De ahí que quienes han ignorado el llamado a vacunarse aún está a tiempo de hacerlo. Por vacunas no se preocupen, hay las suficientes, dijo el jefe del Ejecutivo estatal tras invitar a acudir a los 159 centros hospitalarios donde pueden acceder a aplicarse la dosis.
La responsabilidad en este caso es de todos. Seamos conscientes para proteger a la familia, principalmente a los niños, que en los últimos días han sido presa de esta enfermedad.
Asumamos como ejemplo las cifras del último mes en Chiapas en cuanto al número oficial de registros. Del primero al 27 de junio, los números fluctuaban entre 3 y hasta ocho casos diarios. Del 28 de junio al 7 de julio, es decir, en sólo 10 días, 299 contagios oficiales. Si contar los que se presentan en el núcleo familiar que no se reportaron a la autoridad, que, a decir de los expertos, es cómo mínimo, el triple en cuanto a casos. Cuidemos la salude propia y de la familia. Vacunémonos.
