Respiro político con horario de verano
La próxima semana el gobierno de la República tendrá un respiro a las fatigosas jornadas que ha tenido en el último mes. La votación de la desaparición del horario de verano se votaría a favor, esta vez, sin la negativa de los grupos opositores, pues como mexicanos, todos saben que este programa que se aplicó para ahorrar millones de pesos en gastos de luz, simplemente ha sido un viacrucis para los ciudadanos.
La comisión de Energía de la Cámara de Diputados argumentó que “los ahorros económicos que se tuvieron cuando se empezó a implementar esta medida ya no han sido tangibles y que, con el avance de la tecnología, vino a demostrar, que en los últimos años ya no hubo ahorros sustanciales”.
Con esta postura adelantada, votada a favor en comisiones, la iniciativa impulsada y concretada por el gobierno de Ernesto Zedillo en enero de 1996, llega a su fin.
Desde que era opositor, Andrés Manuel López Obrador insistió en derogarla, pues no estaba en el ánimo de los mexicanos, incluso, desde su puesta en marcha, el proyecto fue desdeñado por cientos de comunidades y pueblos originarios, por lo menos de Chiapas, que aplicaron el “horario de Dios”.
Lo cierto es que a pesar de que el presidente AMLO llegó al poder en el 2018, será cuatro años después que haga realidad que se desvanezca la pesadilla que sufrían los habitantes mexicanos cada marzo o abril que iniciaba desde hace 26 años.
La ciudadanía se ha preguntado, ¿Por qué desde que llegó el mandatario federal no hizo eco a los reclamos y ordenó a sus súbditos que se bajara? La respuesta es muy sencilla: los tiempos electorales han sido su principal virtud del presidente. No tenía caso quedar bien en un inicio si ello no le redituaba votos, aprobación a su gobierno.
Hoy, justo cuando ha perdido la votación en la Cámara de Diputados de la reforma a la Ley Eléctrica y cuando sabía que lo mismo puede pasar con la incorporación de la Guardia Nacional bajo las órdenes de la Secretaría de la Defensa Nacional y la próxima que se avecina por la iniciativa que contempla la desaparición del Instituto Nacional Electoral -por las fobias que ha demostrado por los organismos autónomos-, viene en camino el aplauso generalizado del pueblo por desaparecer el horario de verano, lo que permitirá que el ciudadano no tenga más problemas con el sueño
En realidad, no era un abrupto el que se deseche. A lo largo de estas dos décadas, especialistas opinaban cada año sobre los daños colaterales de la aplicación del programa: Aumento de los accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y la falta de sueño en los adolescentes”.
Cuando el reloj se retrocedía (al final del programa, regularmente en el mes de octubre) era benéfico hasta cierto punto “porque alargaba una hora más para las actividades normales. Sin embargo, el problema toral es cuando se adelantaban las manecillas del reloj, ya que es un cambio permanente a la luz de la mañana durante varios meses.
Situación que señalan los estudiosos en la materia, “es particularmente negativo porque la luz de la mañana es valiosa para ayudar a establecer los ritmos naturales del cuerpo: nos despierta y mejora el estado de alerta”.
Y algo muy importante: la exposición a la luz más tarde en la noche retrasa la liberación de melatonina en el cerebro, la hormona que promueve la somnolencia. Esto puede interferir con el sueño y hacer que durmamos menos en general.
Independientemente de lo emocional y clínico, los sabios hombres y mujeres del campo, del área rural, el tiempo les ha dado la razón, y por lo tanto, ya no tendrán que ajustar su reloj mental para acudir a sus reuniones en alguna ciudad del país, donde siempre consultan en qué horario tendrían que estar presentes: “Horario de Dios u horario de gobierno”.
Estimó que hay amplias posibilidades de que se logre un consenso en la Comisión de Energía en esta nueva Ley de Husos Horarios para México, “lo que nos va a permitir terminar con el Horario de Verano”.
