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No más burlas para Chiapas con Sabines

Las heridas y grietas económicas que dejó el malqueriente de Juan Sabines Guerrero continúan recordándose como un serio dolor de cabeza para muchos empresarios que vieron como sus negocios y empresas se fueron prácticamente a la quiebra.

Ha pasado el sexenio de Manuel Velasco Coello y lo que va de la gestión de Rutilio Escandón Cadenas y los hombres y mujeres que generan fuentes de empleo apenas están viendo la luz al final del túnel.

Ahora que el gobernador Rutilio Escandón Cadenas ha transformado gran parte del estado con la obra pública, nadie se explica por qué a Sabines Guerrero no le ha caído la ley encima por la grotesca y grosera forma de gobernar, o, mejor dicho, de mancillar el honor de miles de ciudadanos chiapanecos.

¿Hasta dónde ha sido capaz de chantajear, primero al presidente de México, para que éste no mueva un dedo y ordene investigar a fondo los seis años de corrupción que tuvo del 2006 al 2012? ¿En verdad el canciller Marcelo Ebrard Casaubón está ciego para permitir que un nefasto sujeto presuma estar en su equipo de campaña a pesar del negro historial que arrastra?

Entendemos que la política mueve muchos intereses, pero éstos no pueden estar por encima del derecho que tienen los chiapanecos para que se les respete. No más burlas, Chiapas ha dado todo como para que Sabines y su camarilla de atracadores quieran regresar a seguir robando la paz social y la economía que día a día se está forjando para salir avante.

Y en este marco, el empresario del sector primario, Marden José Camacho Rincón, habló fuerte en contra de lo que llamó el descarado intento de Sabines de regresar a la política colgándose de la imagen del canciller Marcelo Ebrard.

La declaración que hizo este hombre, catalogado como un empresario de primera por ser conocido en toda la extensión de la palabra como un ser respetable y honorable, llama la atención porque hace recordar que los chiapanecos tienen memoria del bestial gobierno que encabezó el malogrado y mal llamado “ciclón del sureste”.

Fue una época de retroceso, de olvido, de lamentaciones y ahora no es justo que esta “mafia de rufianes”, encabezados por el todavía Cónsul de Orlando, Florida, en los Estados Unidos de Norteamérica, se atreva a desairar el tiempo y la memoria de los chiapanecos.

¿Dónde está esa ética que dicen encabezar el partido Morena? ¿Por qué nadie ha alzado la voz para exigir que se investiguen las denuncias interpuestas contra Juan Sabines? ¿Acaso el ex gobernador no entra en el grupo de los conservadores que le dieron en la torre a la economía de Chiapas?

Todo indica que Morena, el partido en el poder que se rasga las vestiduras por encabezar una candidatura de unidad, no tiene tiempo que perder para redireccionar su mirada en este penoso caso de corrupción sexenal, con repercusiones para las próximas dos décadas, por lo menos, por los intereses moratorios que el gobierno estatal está erogando para pagar la mega deuda que dejó el embustero que mancha el legado que dejó el poeta Jaime Sabines y don Juan Sabines Gutiérrez.

Las palabras que el empresario dijo llaman a la reflexión pues comparó también los robos que hicieron los alcaldes en el periodo sabinista: “se fueron en blanco”, los alcaldes en el sexenio del ex gobernador Juan Sabines Guerrero, no trabajaban en toda la semana, dijo en una entrevista con algunos medios de comunicación el domingo pasado, posterior a la puesta en marcha del nuevo circuito vial que se edifica a la altura de la Torre Chiapas, sobre el Libramiento Norte Oriente.

Resaltó la ineficacia e ineptitud que Sabines Guerrero tuvo en su sexenio de drogadicción y desplantes, de ira contra quien se le pusiera enfrente; y “hoy quiere regresar a ‘trabajar’, por favor”.

Lamentablemente ejemplos sobran para justificar el pésimo gobierno de falsedades. Ahí está el famoso programa de las Ciudades Rurales, hospitales cascarón que fingió dotarles de equipamiento; el fallido programa del Conejobús, del biocombustible que se extraería de las plantaciones de piñón. Es decir, el biodiesel no contaminante fue una verdadera tomada de pelo, por decirlo de alguna manera inofensiva.

Por ello, resulta más incongruente que Marcelo Ebrard Casaubón, una de las corcholatas a la presidencia de la República, presuma o por lo menos, permita que Sabines se le cuelgue del cuello como la gran solución a los problemas que el mismo ex gobernador generó para la entidad. Con estos “aliados” mejor que se vaya despidiendo de la candidatura.

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