Desenmascaran prepotencia con la que se conduce Fabiola Ricci
Cuando Fabiola Ricci Diestel dejó la diputación panista en el 2018, agarró hueso como directora del Archivo General y Notarías del Estado, y no había pasado ni cinco minutos se haberse sentado en nuevo encargo, cuando alzó la voz para pedir la renuncia a todo el personal, incluido el intendente.
“Quiero todas las renuncias sobre mi escritorio, sin excepción alguna”, le dijo a su gente de confianza con la que llegó, confesó una señora que hacía las labores de limpieza y que en ese momento estaba presente en la oficina haciendo la “talacha” para que el área estuviera impecable, como a ella le gustaba.
“Es una señora altanera, orgullosa y muy creída. Le da por gritar y no pedir las cosas por favor, tanto que a su llegada se ufanó de ser la recomendada y amiga del entonces gobernador en turno; era pedante, prepotente”, dijo la intendente que hoy ha dejado esta fuente de trabajo porque el “ambiente laboral estaba de la chingada”.
Cuando la entonces funcionaria arribó a su nuevo entorno “laboral”, reunió a todo el personal y les dijo que “el que no acatará sus órdenes o algo no les pareciera la puerta estaba lo suficientemente amplia para irse”. No habían pasado ni 24 horas cuando 11 servidores públicos presentaron su renuncia.
Ordenó, además, chascando los dedos pulgar y medio, que se abocarán a cambiar los muebles y hasta las maceteras, porque el lugar era “una porquería”.
Como para refrescarle la memoria a la hoy diputada que se dice agraviada, ya que ella no está acostumbrada a hacer transas en su vida profesional, la entonces mancillada intendente recuerda que Ricci Diestel le ordenó limpiar un mueble grande que estaba en el interior de su oficina.
La señora, en respuesta, le comentó que no podía porque no tenía escalera ni había en la Dirección, y ello fue como una mentada de madre para la entonces directora del Archivo General, quien soltó, recuerda la infortunada mujer, una serie de sandeces a todo pulmón: “pues consiga, vaya y preste, y déjeme limpio ese mueble que es parte de sus funciones”.
Estas líneas describen en realidad el tipo de ser humano que se tiene de nueva cuenta en la sede del Congreso del Estado, una mujer que se aprovecha de las circunstancias. Hoy vive otro episodio bochornoso y es nada menos que por el presunto delito de corrupción y tráfico de influencias.
Con el líder de Betania, municipio de Teopisca, y extesorero, Javier Velázquez Díaz, se les ha exhibido como cómplices para beneficiarse económicamente en el pago de servicios, todo parece indicar, inexistentes, pero que ‘sangraban’ las arcas del ayuntamiento por millones de pesos.
Esta situación es una prueba de que Ricci Diestel, para lograr estar en el poder, vende hasta su alma al Diablo con tal de conseguir sus objetivos. Primero como representante del PAN se adjudicó una curul en el periodo 2015-2018 y del 2021 al 2024, ahora con Morena, la “chapulín”, se burló de los grupos étnicos al sacarles las firmas que la respaldaran como una “representante indígena”.
Una broma de mal gusto, porque a más 16 meses de estar cobrando sin tener un trabajo productivo a la vista, no ha regresado a su “lugar de origen” para responder con los apoyos que ofreció si ganara la elección.
Hoy, la legisladora, tras ser exhibida por la alcaldesa de Teopisca, Josefa María Sánchez Pérez, de estar “succionando” los recursos del Ayuntamiento, busca revancha.
Ha movido cielo, mar y tierra para que, a través del comparsa y amigo, Uriel Estrada Martínez, titular de la Auditoría Superior del Estado, se realice una minuciosa investigación a la administración de la alcaldesa, quien apenas se está acomodando en la silla y conociendo todos los entramados de la administración municipal. Por este hecho la quiere fusilar porque se atrevió a cortarle su negocio.
La diputada con “sangre” indígena está que no la “calienta ni el sol”. En una conferencia de prensa a modo que celebró en San Cristóbal de las Casas, dijo que es una blanca palomita, que la están difamando, y mientras tanto, ya pidió a la Secretaría de Hacienda, al Congreso del Estado y a la Fiscalía General del Estado, que sacrifiquen a la alcaldesa.
Si es así, entonces, ¿quién investigará las maniobras irregulares que Josefa María Sánchez Pérez le indilga a la diputada de Morena? ¿hasta cuándo la alcaldesa abrirá la oca para defenderse? Lo cierto es que Teopisca no se levanta y la ingobernabilidad se avecina de nueva cuenta, con las acciones desestabilizadoras que emprenderán el extesorero y líder de Betania, Javier Velázquez, y en la que muy seguramente no estará excluida la flamante diputada representante de los pueblos indígenas. ¡Qué valor!
