INE y Taddei, a prueba con México y la democracia
Lo que parecía sería un Instituto Nacional Electoral combativo y defensor de la democracia con la llegada de Guadalupe Taddei, parece que se derrumba cada día que pasa con las acciones y decisiones que ha tomado la presidenta consejera del INE.
Las muestras de poder de dos marchas realizadas por la sociedad civil para defender la autonomía del órgano electoral, todo indica, fueron en vano. Su fortaleza se va diluyendo por las maniobras que se hicieron desde El Senado de la República y la Cámara de Diputados, donde los legisladores de Morena y sus partidos satélites, el Verde Ecologista de México, y del Trabajo, abrazaron la llegada de Taddei.
Al inicio la esperanza de tener decisiones democráticas encabezadas por la presidencia del INE, como lo hizo sin titubeos Lorenzo Córdova Vianello, fue alentadora, pero hoy se diluye. Por lo menos así parece que se evidencia con las dimisiones de personal capacitado que estaba al frente de las carteras del órgano electoral, y, por otra parte, por las propuestas de incorporación de nuevos funcionarios electorales que no tienen, que digamos, un historial transparente y eso al INE le hará mucho daño.
Que Taddei renuncie a casi 60 mil pesos de sueldo habla bien de ella, no tanto por no necesitar ese recurso, sino por quedar bien con el presidente de México. Lo que los anteriores consejeros defendieron a capa y espada, la nueva titular del INE lo borra de un plumazo.
En apariencia fue un golpe mediático contra los exconsejeros y un punto a favor de la nueva funcionaria electoral. Sin embargo, de acuerdo a lo que se refleja en la página oficial del INE, seguirán ganando arriba de los 262 mil pesos mensuales, es decir, más de 100 mil de los que gana el presidente.
Lo que en el argot popular se dice “sólo se le tapó el ojo al macho”, y de ello no ha habido un solo reparo de los transparentes y honestos diputados y senadores de Morena, menos que haya habido alguna postura desde la mañanera.
La consejera presidenta también dijo que no aceptará el seguro de gastos individualizado y de gastos médicos. Qué bueno que lo hace, pero no significa un ahorro importante para alardear transparencia. Lo que a los mexicanos les interesa es que se conduzca en favor de la democracia no lo que le dicten desde palacio o el Congreso de la Unión.
Lo decimos porque el compromiso que asumió no coincide con la designación de gente que tendrá como de confianza, si éstos tienen cola que les pisen, por lo menos eso se tiene registro en la historia pública de Flavio Cienfuegos a quien quiere colocar como secretario ejecutivo, un puesto clave en el órgano electoral.
Su designación tiene que ser palomeada por la mayoría calificada del pleno del INE y es acá donde se pondrá a prueba qué esperamos de los nuevos consejeros y qué rol asumen los que eran del equipo de Córdova Vianello.
Cienfuegos ocupó la Dirección de Administración del Instituto Mexicano del Seguro Social del 1 febrero al 16 de julio de 2019, con Germán Martínez como director del Instituto, y el hoy senador presentó denuncias contra el entonces funcionario del IMSS por presuntas irregularidades.
Su simpatía con la Cuarta Transformación es evidente a toda costa y bajo esa perspectiva quedaría en entredicho, si es que aprueban su incorporación, para asumir con transparencia, sin decisiones unilaterales, la Secretaría Ejecutiva que es la representante legal del INE, además de que funge como secretario del Consejo General.
Con la salida de Lorenzo Córdova prácticamente el INE se desmanteló en cuanto a renuncias de directores, jefes de departamento y demás puestos de jerarquía. Los nuevos apenas están experimentando y en ese proceso, esperemos que la productividad del INE no decaiga en detrimento de la democracia.
Si queda Flavio Cienfuegos tendrá a su cargo nombrar la estructura de las direcciones ejecutivas, vocalías y demás órganos del Instituto conforme a las necesidades del servicio y los recursos presupuestales autorizados, así como nombrar a los integrantes de las juntas locales y distritales ejecutivas, de entre los miembros del Servicio Profesional Electoral Nacional, de conformidad con las disposiciones aplicables.
Es decir, la operatividad de todos los institutos electorales del país estará a sus pies. Ojalá nos equivoquemos en la percepción que se manifiesta al interior del INE pues México no se merece retroceder en lo que mucho le ha costado avanzar. La democracia está a prueba.