Aplauden concesionarios desmantelamiento de radios “piratas”
Nunca es tarde cuando se quiere hacer las cosas como es debido. Por ello los comentarios que se han vertido con relación a la actuación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), de verificar el status legal de las radiodifusoras que operan en la entidad, tienen el sello de que es gratificante conocer este tipo de noticias.
Sobre todo, cuando el trabajo que se realiza por años y se consolida en el día a día, tiene que ver con la gestión honesta y transparente para operar una frecuencia modulada, sea esta en AM o FM. El desmantelamiento de varias radiodifusoras “patito” o también denominadas “piratas” era una petición que se le había formulado desde hace años al IFT, en el entendido de que la competencia en cualquier rubro que se quiera, debe ser en igualdad de condiciones y circunstancias.
En Berriozábal, por ejemplo, con personal de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Fiscalía General de la República, se realizaron diversos operativos donde se desmanteló la infraestructura de estaciones de radio que, desde la clandestinidad, azuzaban a la ciudadanía a creer en sus acciones dirigidas.
Una veintena de estaciones de radio de la zona metropolitana han sido visitadas por las autoridades de Telecomunicaciones para constatar su estatus legal y verificar que su contenido cumpla con la norma establecida. En tiempos electorales, las “piratas” se ocupan de descalificar a los adversarios; reciben apoyos económicos predeterminados por hombres y mujeres que buscan denigrar a sus oponentes.
También es común que predominen radios ilegales, conformadas única y exclusivamente, para adoctrinar a los habitantes sobre una religión en específico y en Chiapas abundan por decenas, sobre todo, se conectan por las noches para bombardear con sus mensajes de su “Dios o fines exclusivos”.
Su aparición también obedece a objetivos de rebelión contra la cultura los grandes consorcios, pero que en realidad éstos no tienen ninguna culpa cuando su operatividad se basa en la legalidad para estar al aire, cumpliendo toda la normatividad que establece el Instituto de Telecomunicaciones
Justo en los análisis e investigaciones que se han realizado sobre la aparición repentina de algunas estaciones se ha comprobado que “las señales que emiten pueden interferir con las comunicaciones aéreas y los servicios para emergencias”, además de que con el tiempo se han ido adaptando a las nuevas generaciones y métodos de comunicación “como la inclusión del internet, por eso existen radio pirata para karaoke, radio pirata por YouTube, Radio pirata RPM, radios económicas, entre otras”.
Bajo este drama que invaden las ondas sonoras, los concesionarios de la radio aplauden la iniciativa emprendida para sancionar a las radiodifusoras ‘patito’. Justo es lo que debe imperar en toda área, rubro o tema que se aborde: Legalidad y certeza.
Deben tener congruencia con cada acción que se quiera dar a conocer. Decíamos, respetar las reglas, las leyes establecidas, es el único camino que debe recorrer, de ahí que el trabajo que ha emprendido el IFT es digno de aplaudirse, sobre todo, para que se deje un buen precedente a las nuevas autoridades federales que asumirán una nueva responsabilidad democrática y de transparencia a partir de octubre próximo.
En Chiapas como en México, intentar burlar las leyes, a las autoridades, para evadir el pago de impuestos y dirigir sus contenidos sin la aprobación de la normatividad, debe ser castigada.
A días de que Telecomunicación inició estas acciones en la entidad, aún no se tiene un registro oficial de lo que se ha hecho, pero se conocen de algunas sanciones efectuadas en algunos municipios chiapanecos.
En la historia de México ha habido estaciones piratas reconocidas con el paso de los años, pero desaparecidas porque violaban la ley y nunca se quisieron someter a ésta.
Hoy las que aún están en el espacio se ubican en la zona Altos de Chiapas y en municipios aledaños a la capital Tuxtla Gutiérrez. Por ello tienen razón los concesionarios en protestar debido a que durante años gestionan la viabilidad de alguna frecuencia de FM, para que, en un par de días, algunos gandallas, desde espacios secretos, hoy conocidas como casas de seguridad, quieran llevarse todos los reflectores, sin que les cueste dinero, esfuerzo y principalmente, cumplir con el mandato de las leyes.
