El ególatra de Carlos Morales; gastará 3.2 mdp en 16 informes de gobierno

Lo que es no tener tantita vergüenza. El alcalde de Tuxtla Gutiérrez, Carlos Morales Vázquez, no se midió cuando obtuvo de los regidores paleros la autorización para gastar la pecaminosa cantidad de 3.2 millones de pesos para «promocionar sus logros» de gobierno en tan solo “16 informes regionales” con motivo de su gestión en su último año de labores.

Con ello nos demuestra que está enfermo de egolatría o qué se puede pensar para que se gaste millonaria cantidad de recursos públicos, producto de los impuestos del ciudadano si a los policías, por ejemplo, no les puede dar mil 500 pesos como bono salarial cada mes.

Si el alcalde quiere que no lo olviden lo ha logrado, pero no como un presidente municipal benefactor, sino como aquel funcionario que solo le interesó promocionar su imagen para tener futuros encargos en la vida pública.

Con este antecedente, en lugar de que entre en los planes de la próxima administración, la nueva autoridad estatal debería pensarlo muy bien si lo tenía pensado incrustar en la nómina presupuestal estatal, pues, así como derrocha dinero, muy pronto dejaría sin paga las arcas estatales. Claro, ello en el hipotético caso de que corriera con tanta suerte. 

Además, si el municipio quiere apantallar a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, de quien dice ser su cuatacho, pues lo estará logrando, pero, para mal, pues de acuerdo a la política de austeridad que ha impulsado la futura mandamás del país, no tendría cabida en alguna institución si se ha percatado que Morales Vázquez es un “mano larga”, que le gusta gastar dinero a manos llenas, pero que no es de él.

Bueno, si se ha criticado los informes que ha hecho el presidente de México, cuantimás para un pelele que no ha hecho más que engrandecer sus cuentas personales. Son 16 informes para diferentes sectores, luego entonces, el alcalde ha dividido en secciones la sarta de mentiras que dirá. Es insólito que, en lugar de dirigirse a todos en un mismo acto protocolario, haya decidido montar un show de infinitas proporciones a su favor.

El edil se quiere curar en salud cuando dice que hará un informe de cómo recibió la administración pública y cómo la entrega. Intenta presumir que en este gobierno la deuda pública disminuyó, y si ese fuera el caso, no hay porqué hacerlo, pues era su obligación, para eso se rentó, para resolver los problemas heredados por sus colegas también tramposos.

Su desfachatez no tiene precio pues no tiene tampoco porqué agradecer al cabildo el apoyo que le dio, pues éste no hizo más que alzar la mano a todo lo que el alcalde quiso imponer. Salvó la honrosa excepción que en este caso es la priísta Adriana Guillén, todos y todas los que integran el Cabildo solo llegaron a pasar lista, porque eso que haya habido debate, confrontación de ideas, eso sí, que está en chino.

Por qué gastar un dinero que no se tiene, porqué esos 3.2 millones de pesos bien alcanzarían para reparar los cientos de fugas de agua que hay por toda la ciudad.

Qué necesidad de vanagloriarse como un funcionario de primera cuando no es ni de tercera. Se va y quiere tapar con un dedo la porquería de obras malolientes que se quedan en la ciudad, con drenajes al aire libre, sin resolver y, sobre todo, representando un dolor de cabeza para los ciudadanos que son los que sufren la omisión de la autoridad que hoy, para variar, se quiere dar «golpes de pecho».

El alcalde no tiene por qué irse a desayunar con los representantes de cada sector de la sociedad si solo es para presumir. Ahora que si es muy espléndido pues que lo pague de su bolsa y asunto arreglado.

Además, qué cuentas claras entregará si de los egresos obtenidos de enero a mayo sumaron 302.8 millones de pesos y los egresos fueron de alrededor de 300 millones de pesos, entonces no dejará nada, tomando en cuenta que los otros 3.2 millones de pesos los gastará para «el ego de Ocozocoautla». Antes esa mala fama la tenía Pablo Salar Mendiguchía, pero todo parece indicar que el coiteco ha hecho los méritos suficientes para que le cuelguen esa medalla.

Por dónde quiera que se le vea, esto es muy lamentable y no debe tardar en que salgan los actos de corrupción consumados en esta aborrecida administración municipal de Morales Vázquez, el mayor alcalde ególatra de los 124 que tiene está pobre entidad, donde los experimentos no terminan.

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