Alertan nuevos escenarios de violencia en Oxchuc
No ha pasado ni una semana de que dejó el poder que le representó ser diputada de la LXVIII Legislatura local, que ahora Cecilia López Sánchez ha sacado el cobre para continuar encabezando grupos de choque para buscar ser elegida candidata al gobierno municipal de Oxchuc.
La mujer indígena, que si de algo se caracterizó es siempre ir a la sede del Congreso del Estado, portando la vestimenta tradicional de su pueblo, es considerada la principal amenaza de inestabilidad e ingobernabilidad del municipio que casi toda su existencia ha mantenido luchas frenéticas entre los partidos políticos o grupos de poder.
Oxchuc, un municipio indígena cien por ciento, sigue siendo hoy en día, noticia estatal e incluso nacional, sobre la forma de explotación de ciertos líderes que manejan a la gente como les conviene, la cual consiste en ejercer bloqueos carreteros, y alimentarse de las “cuotas voluntarias” que los automovilistas aportan con tal de seguir su camino.
Desde décadas pasadas, este municipio ha sido escenario de enfrentamientos entre pobladores, de quema de casas, con saldos fatales en cuanto a muertos entre los bandos que defienden a sus líderes.
En el pasado reciente, la misma ex diputada Cecilia sostuvo un enfrentamiento a morir contra su archirrival, la ex presidenta municipal de Oxchuc, María Gloria Sántiz, aunque nunca admitió tener metidas las manos en los grupos de choque que le hicieron la vida pesada a la ex alcaldesa, la versión pública de los pobladores es que Cecilia ha estado siempre atrás de los movimientos desestabilizadores que se registran en este municipio clave para la comunicación terrestre vehicular con Ocosingo, Palenque y San Cristóbal de Las Casas.
La pesadilla regresó para Oxchuc, han confirmado las propias autoridades que integran el Concejo Municipal, quienes han soltado la versión de que la ahora exdiputada tiene metidas las manos en la construcción de varias obras que ha patrocinado, con la intención de que sea considerada como la posible candidata a la alcaldía, la cual se realiza bajo el método de usos y costumbres.
Lo grave es que se le esté mencionando que esté ligada a las organizaciones Comach o los de Sentimientos de la Nación, con quienes ha sostenido encuentros para empezar a operar actos de desestabilización.
El problema real es que cierto sector de la población de aquel municipio ha manifestado públicamente su rechazo a la injerencia de la ex diputada, a quien sus compañeros de bancada la conocieron y no se expresan muy bien.
En El Corralito, zona de influencia de la exlegisladora, dicen los propios adversarios, no había habido problemas por mucho tiempo, pero ahora empiezan los movimientos y no tienen a nadie para echarle la culpa más que la operatividad de Cecilia López Sánchez.
Una publicación reciente advierte de este fenómeno que está por registrarse en esta zona: “Su movimiento no tiene sentido, no están abanderando una lucha justa, el que compañeros no los apoyen en sus bloqueos no debe ser sujeto de que los quieran expulsar de sus tierras y además quemarles sus casas, eso es lo grave y que con apoyo de la diputada pretenden hacer en Corralito y otras comunidades donde la gente no apoyó un movimiento que no tiene ni razón ni sentido”.
Cierto o falso, la guerra de declaraciones y posicionamientos en aquel municipio indígena son cada vez más evidentes y reflejan que Oxchuc es un bastión político que arroja mucho dinero a costa de “convencer” a su población cuyo patrón de vida es que les extiendan apoyos económicos en especie.
Otra denuncia que encabezó Marco Antonio Pérez, en el sentido de detrás de los recientes incidentes donde se quemaron varios locales del mercado provisional instalado en la explanada del Parque Central y algunos vehículos, “está la ex diputada que azuza a la violencia”.
Qué tan mal se ha portado la ex legisladora que ni en los municipios que representó como Las Margaritas, Altamirano, Amatenango del Valle, Chanal, Ocosingo, Benemérito de Las Américas, Maravilla Tenejapa y Marqués de Comillas, la quieren.