Marco Alvarado/ Diario de Chiapas
A Javier López Hernández no lo secuestraron al salir de la escuela, ni murió dentro de la institución donde estudiaba.
El menor, de 13 años de edad, falleció en su casa, tras un malestar estomacal, informó en una entrevista Javier Santiago González Laguna, director de la escuela Adolfo López Mateos.
El día jueves, en diversas cuentas de redes sociales, se afirmó sin ninguna evidencia, que lo habían asaltado al salir de la escuela y que lo mataron para después arrojar su cuerpo a un terreno baldío.
Sin embargo, esto no corresponde con lo sucedido, explicó el director de la secundaria, en donde Javier era alumno del segundo año grupo K, del turno vespertino.
De hecho, el último día que Javier se presentó a clases fue el martes, y en la madrugada del jueves fue su madre quien se comunicó con el director González Laguna para informarle del deceso, ocurrido poco después del mediodía del miércoles.
“La madre me comentó que se había sentido mal y le suministraron un medicamento, pero que al volver de la calle lo encontraron sin vida, tirado en la sala”, comentó el director ayer, durante una entrevista.
Dijo también que desconoce los pormenores de esta muerte, o si el menor tenía algún padecimiento previo, solo agregó en su información que el cuerpo ya había sido cremado durante el transcurso del jueves por la tarde.
González Laguna lamentó que las versiones en redes sociales señalaran una situación que no ocurrió; no fue víctima de un acto delictivo al salir de la escuela, y tampoco hay un vídeo, como se afirmó, en el que supuestamente se ve el momento en el que lo suben a un automóvil.
Javier López Hernández dejó de existir en su casa, un domicilio que se ubica sobre la 1a Sur y 8a Poniente, muy cerca de la escuela, un hecho que conmocionó a sus compañeros, que juntaron dinero para ayudar a la familia con los gastos del sepelio, destacó el director de esta escuela secundaria.