Marco Alvarado / Diario de Chiapas
El mercado local ya ofrece alternativas para el uso de vasos, platos, cubiertos y bolsas de un solo uso, que no están elaboradas con plástico, como lo contempla la Ley de Residuos Sólidos en Chiapas.
Aunque estamos en un proceso de cambio lento, hoy es posible organizar una reunión sin dejar una huella ambiental que podría tardar en desaparecer más de 200 años, como sucede con los productos plásticos.
Empresas locales como Biograda cuentan con patentes de platos y vasos cuya materia prima es la hoja de maíz, por ejemplo.
Sólo en Chiapas la población tira a la basura más de 500 toneladas de residuos plásticos en un día, la mayoría provenientes de bolsas, platos, utensilios y recipientes que estuvieron en nuestras manos apenas unos minutos.
Jorge Alberto, empleado de una tienda mayorista de productos plásticos, reconoce que no ha sido una transición sencilla, sin embargo, el cambio no tiene marcha atrás.
Si bien estamos en proceso de lograr un cambio en los hábitos de consumo, la buena noticia es que tenemos alternativas como la fécula de maíz, cáscaras, resinas o la semilla del aguacate.
Incluso empresas que se dedicaban exclusivamente a la venta de productos plásticos derivados del petróleo, tienen hoy en su oferta otros materiales cuyos precios podrían llegar a ser igual de accesibles que los productos plásticos a medida que se popularice el uso entre las personas.
Con la aprobación de la Ley de Residuos Sólidos en Chiapas, que tiene como objetivo disminuir y eliminar los plásticos de un solo uso en el quehacer cotidiano, sectores como los pequeños negocios de comida aún tienen incertidumbre de cómo les afectará la medida.
“Realmente no sabemos de qué trata la ley, o si nos ofrece opciones que podamos emplear”, reconoció Carlos Daniel, propietario de una pequeña fonda en el centro de la ciudad, donde emplea, principalmente, vasos y platos de unicel en los servicios que son para llevar.
En su negocio el plástico está presente en una variedad de formas, y si bien los vasos y platos que tiene para servir los alimentos son lavables, como parte de la calidad e higiene que ofrece, cubre los platos con una ligera bolsa plástica, que inevitablemente termina en la basura.
La buena noticia es que las opciones elaboradas a partir de materiales orgánicos están aumentando en el mercado local, ayudando a esta transición en el uso de un material presente en miles de artículos de nuestra cotidianidad.
