Francisco Mendoza / Diario de Chiapas
José Luis Espinosa, Vicario de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez comentó, que las festividades de Todos Santos los feligreses católicos deben vivir litúrgicamente y no distorsionar las costumbres con actos contrarios a la vida.
“El primero de noviembre (solemnidad de todos los santos); nos permitió reflexionar sobre la vocación universal a la santidad; reconocer a tantos hombres y mujeres, que han sabido discernir la voluntad de Dios y la han cumplido hasta sus últimas consecuencias”.
Explicó que muchos de ellos, la Iglesia, al reconocerlos en los altares, se convierten en modelos e intercesores; pero hay muchos otros que han partido en el anonimato, pero que celebramos e invocamos en este día.
Noviembre, señaló, es el mes de la vida, “démosle sentido eterno poniendo amor en todo lo que hagamos, y que, con nuestra oración por nuestros difuntos, ese amor por ellos que se hace oración, unamos el cielo con la tierra”.
Esta vida prolongada la entendemos desde la fe en el llamado a la santidad, por ese motivo, “en noviembre meditemos en todos aquellos fieles que, luchando por vivir su fe, buscaron cumplir la voluntad de Dios en su vida”.
Finalmente dijo que el mes de noviembre sea para nosotros la fiesta de vida que debemos promover y proteger.