Francisco Mendoza / Diario de Chiapas
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó las disparidades que existen entre hombres y mujeres en cuanto a las oportunidades económicas y sociales con base en el Sistema de Indicadores sobre Pobreza y Género en México (SIPyG) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) publicado en marzo de 2025.
Según los estudios con respecto a la dependencia económica; en el caso de las mujeres, esto se traduce en una mayor falta de autonomía económica, es decir, la capacidad para generar ingresos propios y suficientes.
La autonomía económica es un mecanismo para lograr un mayor margen de libertad en la toma de decisión; sin embargo, las mujeres en pobreza son quienes más carecen de ella.
Las mujeres en situación de pobreza son cuatro veces más propensas a tener un empleo sin salario en comparación con otras mujeres; esta mayor carga de trabajo sin salario se relaciona con una mayor dependencia de ingresos provenientes de terceros, ya sea de familiares, amigos o programas sociales.
El 30% del ingreso de las mujeres en condición de pobreza proviene de medios indirectos, para los hombres esta cifra disminuye a 7%. Además, 19% de las mujeres en pobreza dependen de programas sociales para satisfacer sus necesidades básicas, en comparación con 12% de los hombres.

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