Tatuajes, desde el mundo maya

Las expresiones artísticas de las culturas se asentaron a lo largo del río Usumacinta, en Toniná y Palenque; Comalcalco, Tabasco; la isla de Jaina y Calakmul, en Campeche

Marco Alvarado / Diario de Chiapas

El uso de marcas corporales no es una moda reciente entre los jóvenes, y contrario a lo que hoy piensan algunas personas sobre su asociación con actividades delictivas, el tatuaje fue relevante en la sociedad maya como un elemento estructurado culturalmente, usado como código de comunicación, rol social, y de pertenencia a grupos o linajes.

Así lo explicó en una conferencia difundida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el arqueólogo Benjamín Guarneros Brito, quien compartió los resultados de una investigación centrada en la presencia del tatuaje y escarificaciones en las expresiones artísticas de las culturas que se asentaron a lo largo del río Usumacinta, en Toniná y Palenque; Comalcalco, Tabasco; la isla de Jaina y Calakmul, en Campeche.

Guarneros Brito explicó que en las culturas mesoamericanas el tatuaje tuvo diversas funciones: fue elemento para marcar la entrada a la edad adulta, un logro militar, la ascensión a un cargo político, social o religioso, estatus social, linaje, relación con los antepasados y con entidades sobrenaturales o dioses. De tal forma que en la civilización maya, el tatuaje y la escarificación del cuerpo humano tuvieron relevancia en la vida política, militar y social.

Así lo planteó en la conferencia El cuerpo humano como lienzo simbólico, donde explicó los últimos hallazgos de la arqueología experimental; por ejemplo, que usaban la espina de pez raya y la espina dorsal de pescado para la inyección del pigmento, y que la caracola de mar cortada por la mitad resultaba funcional para el tatuaje y la escarificación.

También explicó que para referirse a estas marcas, en lengua maya se usa la palabra hots, la cual se traduce como “trabajarse el cuerpo uno mismo”.

Guaneros Brito se basó en el análisis de las expresiones artísticas mayas, como vasos y figurillas cerámicas, pintura mural y escultura en piedra, para proponer que la tradición del tatuaje y la escarificación existió como tal.

Una de sus hipótesis plantea que existía un grupo social de pintores-escribas mayas que cumplía las funciones oficiales de pintura mural y escritura de códices y vasijas cerámicas, el cual, al ser el más apto y capacitado, pudo haber sido el que desarrolló la tradición cultural-ritual del tatuaje.

El especialista, quien además es tatuador, reconoció que los estudios del tatuaje en la arqueología mesoamericana están en etapa incipiente.

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