La Corona de Adviento representa el “tiempo de Adviento”, es decir un primer periodo litúrgico que da la bienvenida a los primeros días previos hasta que llegue Navidad
Francisco Mendoza / Diario de Chiapas
Este año el Adviento comenzó el domingo 01 de diciembre, para cerrar exactamente el próximo martes 24 de diciembre; esto teniendo en cuenta que este año es de un periodo más corto de lo habitual.
El Adviento es un tiempo de espera y expectación de la Navidad: el nacimiento de Cristo, la Natividad de Nuestro Señor, preparamos nuestros hogares y nuestros corazones durante cuatro semanas antes de Navidad.
Además, es también el comienzo de un nuevo tiempo litúrgico: concluye un largo período de Tiempo Ordinario y nos conduce al nuevo año eclesiástico con esperanza y paciencia en preparación de la Navidad.
Esta temporada se celebró probablemente por primera vez en el siglo V, a partir de la tradición de ayunar varias veces a la semana, comenzando el día de la fiesta de San Martín de Tours (11 de noviembre) y concluyendo el día de Navidad.
En la actualidad, el Adviento comienza siempre unas cuatro semanas antes de Navidad, el domingo más próximo a la festividad de San Andrés (30 de noviembre).
No perder de vista las fechas de Adviento en medio del ajetreo de las fiestas puede ser complicado, sobre todo porque las fechas cambian año tras año.
La Corona de Adviento, es un símbolo religioso que inaugura la temporada decembrina, una de las fechas más importantes del año para los feligreses; el conocido arreglo en forma de corona y adornado con velas cuenta con un origen y significado especial, pues más allá de ser un elemento decorativo sirve para preparar a los creyentes para recibir la Navidad y el Año Nuevo.
La Corona de Adviento representa el “tiempo de Adviento”, es decir un primer periodo litúrgico que da la bienvenida a los primeros días previos hasta que llegue Navidad y Año Nuevo.
La figura geométrica de la Corona de Adviento en forma de círculo significa para los feligreses una preparación espiritual, cuya finalidad es recibir al Niño Dios en sus hogares y representa una “constante”, es decir, no existe un principio ni un final, ya que se asemeja a la “eternidad De Dios”.
En primer lugar, se prende la vela de color morado, seguida por la vela verde, luego la roja y, finalmente, se enciende la vela blanca; no obstante, algunas personas incorporan una quinta vela, que se enciende durante la Nochebuena.