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Alto Mando 

Miguel Ángel Godínez García

A casi tres décadas del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), salen a la luz algunos de los abusos cometidos por este grupo transgresor. Se habla de más de 42 mil hectáreas que fueron expropiadas a cientos de familias a partir de 1994. 

Hombres, mujeres y niños decidieron huir ante la amenaza de los zapatistas, quienes aprovecharon esa oportunidad para invadir decenas de ranchos de miles de hectáreas.

A pesar de los años que han pasado, los grupos de desplazados no se han quedado inactivos y han ido formando organizaciones acompañadas de estrategias para recuperar sus tierras, de ahí que la VII Región Militar ha estado al pendiente de lo que ocurre y advierte que esta situación puede detonar un nuevo desorden social. 

Tan solo el pasado 27 de mayo, cerca de 300 personas, representantes de familias desplazadas exigieron la indemnización de sus tierras en municipios como Altamirano, Ocosingo y las Margaritas. 

Pese a la compleja situación que enfrenta Chiapas por la inseguridad, violencia y problemas de migración, el gobernador Rutilio Escandón ha redoblado esfuerzos para evitar la ingobernabilidad y sobre este tema, ha buscado mediar con el gobierno federal para alcanzar un acuerdo que convenga a las partes involucradas, siempre en coordinación con la Sedena y la Guardia Nacional. 

Gran trabajo de la Fiscalía General del Estado (FGE) que encabeza Olaf Gómez Hernández, la cual, en los tres años que lleva la presente administración, ha logrado la captura de 150 Objetivos Prioritarios en materia de Secuestro.

Guardia Nacional

En 2019 se creó la Guardia Nacional junto con su ley reglamentaria. Fue conformada con elementos de la Policía Federal, Policía Militar y Policía Naval con la consigna de responder a la disciplina militar en lo que respecta a su régimen interno, pero bajo parámetros de conducción civil en su desempeño.

Hoy, a tres años de su conformación, el mando civil le ha quedado a deber a la GN y a todo el país; una corporación tan importante no puede ser dirigida con ocurrencias. 

La GN cuenta actualmente con 239 cuarteles en todo el país y alcanza un estado de fuerza de alrededor de 118 mil elementos, de los cuales, más de 105 mil pertenecen a la fuerza operativa y se tiene previsto que para finales de este 2022 alcance un total de 128 mil 233 efectivos.

Al mando del general Luis Rodríguez Bucio, la GN ha logrado su profesionalismo y tiene en capacitación a casi 17 mil 500 elementos; también un grupo de élite es entrenado en cursos de laboratorios clandestinos y drogas sintéticas, impartidos por la Policía Nacional de Italia. 

Pese a este adiestramiento de primer nivel, el gobierno federal no ha sabido aprovechar la oportunidad y brindar a la ciudadanía el resguardo de su seguridad ni de combatir a la delincuencia. 

Este mando civil, que recae en la secretaria de Seguridad, Rosa Ícela Rodríguez y del subsecretario Ricardo Mejía Berdeja, es el que formula la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, de ahí que ambos funcionarios son parte, si no es que impulsores de la polémica estrategia de “abrazos, no balazos”, cuyos resultados son más que nulos, aun cuando el presidente insista en que ha dado resultados positivos. 

Las consecuencias saltan a la vista, más de 121 mil homicidios dolosos en lo que va de esta administración; secuestros y extorsiones en los sectores productivos, derivado de la improvisación de los mandos civiles. 

La violencia no solo no se detiene, crece cada día, lo mismo que la impunidad y el cinismo de los narcotraficantes, esos que con saña y lujo de violencia asesinan a guardias nacionales, a militares y policías, sabedores de que no hay nadie que les ponga un freno.

Por la presión social el Ejecutivo pretende incorporar la GN al Ejército, donde siempre debió permanecer. De aprobarse, se podrían reorientar sus objetivos y acciones, con una nueva estrategia, más seria y acorde a las necesidades de seguridad y paz que exige el país. 

El problema radica en que es necesario convencer a la oposición, pero ésta debe comprender que la GN funcionaria mucho mejor en manos del Ejército y recibir órdenes directas del secretario de la Defensa. 


Lamentamos mucho la masacre en Texas, la mayoría de los muertos era de descendencia mexicana. En México las masacres son el pan de cada día, no hay que olvidar la del pasado martes en Celaya, Gto. 

 En materia de seguridad coinciden en algo los gobiernos de México y EU: se debe frenar la compraventa de armas, pero sus fabricantes y la corrupción de jueces y aduanas son factores para que eso no ocurra. Hoy cualquier menor tiene más facilidades para comprar un rifle de asalto AR-15 que una cerveza.

El martes 24 fue el segundo día más violento en lo que va del sexenio con 118 asesinatos, el primero fue el 1 de diciembre de 2019 con 127 crímenes. La SS de Rosa Ícela sigue sin hacer nada.

Al carajo. La expresión del presidente fue primero hacia los opositores a la contratación de médicos cubanos, ahora es a trabajadores de Pemex. ¿Y cuando en contra de la delincuencia?

De Imaginaria: Se activó el Plan DN-III-E en Chiapas ante la amenaza del Huracán “Agatha”.

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