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Armando Domínguez

Los nuevos aliados y la operación cicatriz en la 4T

Para comenzar… Vaya semana la que tuvo el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Todo inició desde el viernes de la semana anterior, en Nuevo León, donde, con el gobernador de la entidad, dio el banderazo de salida a los trabajos de construcción del acueducto El Cuchillo II, que tiene como objetivo proveer agua a la zona metropolitana de Monterrey. Una promesa que cumplió desde que en julio anunció que no abandonaría a la entidad en su crisis hídrica. El resto de la semana destacó por su habilidad política para cosechar triunfos, como limar asperezas con los senadores de Morena para evitar votos contra las iniciativas de reformas legales; se comprometió con ellos a organizar una reunión con el Presidente para que le expongan sus propuestas, y, por si fuera poco, logró el posible rompimiento de la coalición legislativa y electoral Va por México. Toda la operación política de la semana fue espectacular. Tras participar en la toma de posesión del gobernador de Hidalgo, el secretario de Gobernación se reunió con los senadores de Morena. En la reunión, les pidió mantener la unidad y no distraerse en batallas estériles. Mostró buenos oficios con el “senador rebelde”, Ricardo Monreal, por su inasistencia a la plenaria, con una pequeña broma, mencionando que los zacatecanos son los que acostumbran a hacer berrinches y no los tabasqueños. Luego de la reunión, el viernes la reforma de la Guardia Nacional fue aprobada. Únicamente con un saludo y una breve plática de unos segundos con el dirigente del PRI, acabó por desintegrar la coalición opositora, y por potenciar la adscripción de la Guardia Nacional al Ejército. Si bien se hizo con crítica de algunos priistas, ya que no todos están de acuerdo en la iniciativa de una de sus diputadas para ampliar el tiempo de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad; sin embargo, Adán Augusto avanzó con los principales temas para la gobernabilidad del país, como la seguridad. La semana la cerró en Zacatecas, acompañando al presidente Andrés Manuel López Obrador, que anunció que se reforzará el plan de apoyo de la seguridad en la entidad, y donde el secretario atendió a grupos sociales que se instalaron afuera de la 11 Zona Militar de Guadalupe, y donde se volvió a llevar aplausos y gritos de ¡Presidente, Presidente! El mejor operador del Presidente tuvo una gran semana, por ello no es de extrañar que suba más en las encuestas para la candidatura presidencial de Morena rumbo a 2024. Además de ser el único candidato que está creciendo, por lo que se consolida como un fuerte aspirante para suceder a López Obrador. A los triunfos de la semana se le puede añadir el retiro de la propuesta en la SCJN del tema de prisión preventiva oficiosa, cuando todo parecía que iba a pasar. Muy bien.

Alito, Moreira y Monreal, personajes clave para el presidente López Obrador en su proyecto de la Guardia Nacional y las elecciones de 2023. El presidente Andrés Manuel López Obrador está determinado a cerrar los acuerdos que sean necesarios con la oposición, particularmente con el PRI, con tal de mantener al Ejército en labores de seguridad pública. Algunos personajes son clave para lograr ese fin: Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI; Rubén Moreira, coordinador del tricolor en la Cámara de Diputados; y Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado de la República. El acuerdo con los priistas, en primera instancia, consiste en cesar la persecución político-judicial en contra del exgobernador campechano. Pero la jugada puede ser de tres bandas. Y a cambio, la 4T busca “fortalecer” a los priistas para que, de una forma u otra, influyan de manera determinante en las elecciones del Estado de México y Coahuila, en 2023. Es un acuerdo en el que, incluso, me dice gente cercana a Palacio Nacional, podrían sacrificar a la morenista Delfina Gómez, para que sea un hombre o una mujer afín a Alito el o la que gane las elecciones del próximo año. En el caso de Coahuila, la idea es que Rubén Moreira haga una alianza de facto con el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía (posible candidato de Morena a la gubernatura) y juntos impidan que el gobernador Miguel Riquelme se apropie de la elección. Está claro entonces que, tanto en lo político como en lo judicial, hay un interés común entre AMLO y los hombres que controlan un sector importante del PRI, pasando incluso por encima de la menguada fuerza que tiene la bancada del tricolor en el Senado, comandada por Miguel Ángel Osorio Chong. De hecho, los priistas del Senado también podrían quedarse solos, porque su principal aliado de Morena, Ricardo Monreal, trabaja ya en una operación cicatriz con Adán Augusto López. Y es muy probable que, en los próximos días, veamos nuevamente al zacatecano desayunando con el Presidente en Palacio Nacional.  Aunque al primer mandatario no le gustan los moditos de Monreal y menos su cercanía con los partidos de oposición, sabe que es pieza clave en su proyecto. Por esa razón convocará esta semana a un encuentro con la bancada de Morena y aprovechará para sentarse nuevamente con Monreal, después de dos años de no reunirse con él. Y de esa forma ir allanando el camino para la militarización de la Guardia Nacional. Crucial.

Para finalizar… La foto levantó polvareda la tarde del día miércoles. Los chiapanecos Eduardo Ra­mírez Aguilar –senador, re­gistrado por Morena-, Manuel Velas­co Coello –senador, registrado por el PVEM-, María Elena Orantes López –de MC- y Claudia Trujillo Rincón, coordinadora de MC en Chiapas. Fue posteada en Facebook por la propia Nena. Por tanto, ella quiere mandar el mensaje político. La foto de ellos solos no nos dice mucho. Adquiere mayor significado cuando en ese mismo contexto apare­cen el coordinador nacional del Partido Movimiento Ciudadano (MC) Dante Delgado Ranauro y el aún senador de Morena Ricardo Monreal Ávila. Las cosas empiezan a tomar forma cuando se dice, y con mucha insisten­cia allá en la Ciudad de México, que están contadas las horas del PRI en la coalición Va por México y que ese lugar sería ocupado ipsofacto por las siglas de Dante Delgado. Con el mismo nombre o con otro, se juntarían ahora los partidos Movimiento Ciudadano, Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el de Acción Nacional (PAN). ¿Sería entonces Ricardo Monreal Ávila el candidato de esa alianza a la presidencia de México para el 2024? ¿Sería, en consecuencia, Eduardo Ramírez Aguilar –por ser cercano a Ricardo-, el candidato de esa misma alianza a la gubernatura de Chiapas para ese mismo año? Son las principales preguntas que empezaron a surgir el día miércoles en Chiapas. Es difícil predecir el futuro, pero las cosas, en torno a Monreal, parecen empezar a tomar el color naranja. Y… ¿Qué hacía con ellos el sena­dor verde Manuel Velasco Coello, si su partido tiene una alianza incondicio­nal, total y pública con el partido del presidente López Obrador? Él es tan maquiavélico que se queda uno ma­reado a la hora de tratar de interpretar el significado de alguno de sus actos. ¿Cabrá en ese contexto, la reunión de hace algunos días, sostenida entre Velasco Coello y el excandidato del PRI a la gubernatura de Chiapas, Roberto Albores Gleason? Ahí se las dejo de tarea.

¿Cómo ve?

Así las cosas…

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