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Universidades, tierra fértil para la sustentabilidad

Dr. Gilberto de los Santos Cruz

Las instituciones de educación superior tienen la responsabilidad y oportunidad de desempeñar un papel importante en la búsqueda y aplicación de un futuro más sustentable. Su misión, generar y compartir conocimiento, está arraigada en su responsabilidad de responder a las complejas y cambiantes necesidades y desafíos que enfrentamos como humanidad. Teniendo en cuenta nuestra crítica situación ambiental actual, un creciente número de instituciones educativas de nivel superior tienen el compromiso para ser parte de la construcción de un mundo, no solamente consciente de los límites ecológicos frente a un modelo de constante crecimiento económico, sino también uno que reconozca nuestra relación intrínseca con la naturaleza. Instituciones que se adhieren formalmente a declaraciones internacionales que reafirman su compromiso institucional con la sustentabilidad va en aumento. Dicho compromiso también se refleja transformando su quehacer diariamente, explorando oportunidades de redefinir qué y cómo enseñan e investigan para apoyar un proceso de transformación social y cómo manejan sus recursos e instalaciones para lograr una menor huella ecológica y ser modelos vivos de la sustentabilidad. Las instituciones de educación superior son tierra fértil para sembrar esperanza en el futuro y que en ella florezca la sustentabilidad. ¿Qué significa para una institución educativa posterior a la preparatoria adoptar la sustentabilidad como principio primordial en su misión y su práctica? ¿Cómo se construye un plantel educativo sustentable? Argumentamos que, en el quehacer, en el camino recorrido, en las acciones tomadas para cumplir con su compromiso con la sustentabilidad, se va redefiniendo constantemente la institución y esta transformación va generando la creación de un nuevo paradigma. Este texto explora las principales dimensiones que forman parte del quehacer de una institución educativa a nivel superior y cómo éstas pueden ser transformadas para cumplir con los objetivos de la sustentabilidad. Se examina el importante rol de educar y generar conocimiento, la gestión de las operaciones de la institución y sus actividades de vinculación, así como el potencial que éstas pueden representar en el proceso de definirnos como planteles sustentables. El objetivo principal del proyecto Instituciones Sustentables ha sido generar y compartir conocimiento sobre procesos de sustentabilidad. Al ser un proyecto de investigación-acción, vincula la investigación y generación de conocimiento a través de acciones encaminadas a la construcción de planteles educativos sustentables mediante un proceso participativo y reflexivo entre sus comunidades educativas. Más allá de establecer una colaboración interinstitucional, el proyecto busca fomentar una relación entre sus comunidades educativas para generar lazos de compañerismo y construir una comunidad de aprendizaje y de acción. Se implementaron los SustenTours, definidos como oportunidades de capacitación en una variedad de temas identificados por los miembros de la comunidad como necesarias para apoyar sus acciones, a menudo vinculadas con los retos. Inspirados en la educación para la sustentabilidad, los SustenTours han abierto espacios para educarnos mutuamente, jugando, haciendo, experimentando. Mientras tenemos la expectativa de que las instituciones de educación superior pueden dar respuesta a una cambiante problemática social y ambiental, sus estructuras se destacan por ser relativamente tradicionales, rígidas, burocráticas e inclusive jerárquicas, complejas, con comunidades conformadas por diversos actores: estudiantes, profesores, investigadores, administradores, profesionales, personal de servicio, que pertenecen a diferentes subculturas). Como argumenta Newman, éstas han sido diseñadas para perdurar en el tiempo, resistir cambios y crisis internas y no están configuradas para una transformación rápida y fácil ni para adaptarse al cambio. Inclusive, las universidades han llegado a ser definidas como lugares profundamente conservadores que ofrecen pocas oportunidades para que en ellas emerjan nuevos paradigmas. En el ámbito de la sustentabilidad, según Sharp son pocas las instituciones que han conseguido una transformación institucional sistémica, o logrado que la sustentabilidad sea un eje transversal que influye en todas sus dimensiones. Sin embargo, sí contamos con la experiencia de muchas instituciones que han abordado, a través de proyectos e iniciativas, diferentes dimensiones de la sustentabilidad. Es así como se ha construido un set de mejores prácticas en el área académica-curricular, de investigación, operaciones y vinculación para la sustentabilidad en las instituciones de educación superior. Educar para la sustentabilidad La tarea principal y la razón de ser de las instituciones educativas de nivel superior es educar. La literatura sobre la sustentabilidad en instituciones educativas de nivel superior argumenta que mientras hemos visto avances en la incorporación de lo ambiental en los programas académicos, esto ha sido un proceso más bien lento. En el ámbito de la enseñanza, vemos cómo las instituciones educativas de nivel superior han abierto nuevas opciones de formación profesional en el área ambiental, así como programas de formación en diferentes niveles de las ciencias naturales y sociales, programas multidisciplinarios y técnicas. Es así como vemos un creciente número de profesionales formándose en el campo ambiental. Autores como Ralph & Stubbs y Celikdemir, Gunay, Katrinli & Alpbaz (2017) argumentan que el desafío en el área de lo educativo va más allá de crear programas específicamente dirigidos a lo ambiental. Se proclama que la sustentabilidad es tarea de todos y que, por consecuencia, las universidades deberían revisar sus planes de educación y curriculares e implementar cursos sobre sustentabilidad en todos los programas. Esto tendría el potencial de mejorar la comprensión de todos los estudiantes sobre el concepto de sustentabilidad. Sin embargo, el desafío para la enseñanza va más allá de lo curricular porque ya sabemos que no es suficiente enseñar sobre lo ambiental o lo sustentable para generar un cambio, requerimos usar el currículo como un instrumento no sólo de información, sino de concientización y que esto nos inspire y mueva a la acción. Misiaszek argumenta que lo anterior requiere una transformación no sólo del contenido a enseñar, sino también de cómo enseñamos; una pedagogía consistente en manifestar cambios individuales, organizacionales y sociales hacia prácticas más sustentables. En esta oportunidad de aprender sobre los desafíos que presenta educar para la sustentabilidad. Hemos vivido las dificultades que implica proponer y hacer cambios en el área curricular dentro de estructuras que se resisten a la transformación, pero también hemos sido testigos de las formas innovadoras de enfrentar esos desafíos. Romper el mito de que lo ambiental es un ámbito exclusivo de biólogos e ingenieros ambientales fue el primer desafío. Los Maestros abrazan el lema educando aprendemos. Se deben realizar cursos como Investigación-Acción, Cultura Ambiental y Desarrollo Sustentable que son un motor para la concientización de estudiantes, profesores y toda la comunidad educativa. Por medio de estos cursos se ha generado una sinergia entre aprendizaje, investigación-acción y la transformación del espacio, del plantel en sí, en un espacio sustentable.

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