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El gran ganador de la elección

Desde mi Trinchera

Diego Victorio

 

El gran ganador de la elección

La operación política de Morena cedida en su totalidad a Carlos Molina, era un primer mensaje, contundente, por supuesto.

Ciro Sales dejó de obedecer al delegado de programas federales José Antonio Aguilar Castillejos, para rendirse ante Molina.

El joven Molina transitó intempestivamente de incógnito a influyente operador político, ese era un segundo mensaje, explícito, claro.

Habilitaron dos estratégicos “war room”, Penipak para desahogar temas administrativos de la liturgia interna guinda y “El Chipilín” para delinear estrategias electorales.

Así es, ese tercer mensaje confirmaba todo.

Había línea, acuerdo, permiso y autorización de Palacio Nacional de operar políticamente en la elección del seis de junio.

Tras la anuencia vino el diseño de la alineación:

Carlos Molina, la cara visible. Una especie de cebo que atrajera la atención de la opinión pública.

Ernesto Gutiérrez, el estratega encubierto.

Focus, la empresa ancla de la que se apoyaban para tomar decisiones.

Sin embargo, nada se movía sin que fuese avalado por el personaje con más poder en la aldea.

Si me preguntan ¿quién fue el gran ganador de la elección intermedia de 2021? La lógica y los resultados obligan a responder: el inquilino de palacio estatal.

Aquí la justificación.

Ganó, con su Morena, con un candidato muy malo la capital política de Chiapas.

Arrasó, con su Morena, la capital económica de Chiapas.

Obtuvo la mayoría, calificada, absoluta o simple, la que usted quiera, en el Congreso local.

Entregó un caudal de votos a Julio Scherer (quien se dice operó la elección de diputados federales) provenientes de Chiapas.

Y, los triunfos en doce de trece diputaciones federales.

Incluso de entre los diez candidatos más votados están cuatro chiapanecos.

Logró, con los dos partidos locales una aproximación de entre 14 y 18 alcaldías.

Operaba, a través de Jorge Llaven Abarca, en el PVEM, donde obtuvo un rango de entre 35 y 40 alcaldías, muchos de ellos de ADN totalmente palacio.

Y, como dije, líneas arriba vía Carlos Molina retomó el control total de Morena y, con ello la obtención de entre 25 y 30 presidencias municipales.

En política los números no solo arrojan interpretaciones cuantitativas.

Lo obtenido por el dueño del balón en Chiapas, en la madre de todas las batallas, es en otras palabras, su capital político-electoral, sus canicas, vaya, con las que va a negociar en el juego de la sucesión, 2024. Proceso que inició ayer.

¡Ganó, REC! ¡Ganó, el Presidente!

 

 

Comentarios Atrincherados

*** Quien anda en otras ligas es Eduardo Ramírez Aguilar, a quien le fue confiada la operación y coordinación de estados donde se disputaban gubernaturas Zacatecas, Nayarit, San Luis Potosí, entre muchos otros.

En todas Morena y, en el caso de San Luis, el PVEM, obtuvieron triunfos contundentes.

Y es que, Ramírez es un operador per se, de gran olfato y estratega nato.

Eduardo, cumplió con que sería respetuoso de los comicios de Chiapas y, así fue. Se mantuvo al margen y fuera del terruño.

Y, en paralelo, es otro de los actores políticos que recibirá el reconocimiento de ya saben quién. Aparte de que la confianza que le guardan para temas especiales lo convierten en un personaje estratégico en la 4T.

 

***Hay que reconocer la efectividad de la demoscopia, de la que me basé en mis análisis para proyectar que Rosa Irene Urbina, ganaría por amplio margen.

Todas le daban entre 22 a 25 puntos de ventaja a Urbina.

Al final, así fue. 2 a 1 sobre PRI y 3 a 1 sobre PVEM. Fuentes que no fallan.

 

*** Juan Pablo Montes De Oca, arrasó en las urnas. Va a ser el diputado federal de la Frailesca. Mención aparte merece que Juan Pablo, retiró de la política a Julián Nazar, su adversario en la contienda. HASTA PRONTO.

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