El gran reto de los nuevos ayuntamientos
Dr. Gilberto de los Santos Cruz
Un gran reto espera a los alcaldes electos y a sus cabildos que inician. Por supuesto que el problema del covid-19 se presenta como uno de los más dificiles, con todo y que haya quien pueda esgrimir que la salud es un asunto de las autoridades federales y estatales y no que los municipales deban atender, pero lo cierto es que sí algún alcalde hace caso omiso a este problema, estará cometiendo un crimen cuyas consecuencias pudieran ser inimaginables.
A lo anterior habrá que agregar en la agenda municipal el problema económico que se vive también a todos los niveles y en todo el país. Y es que, además, como consecuencia del covid-19, en México según cifras oficiales se informa de más de 260 mil fallecidos, de los cuales Chiapas ha aportado miles de decesos.
CAMPAÑAS DE ENSUEÑO
Claro, en campaña, a todos –o casi a todos- los candidatos les escuchamos ofrecer la solución a toda la problemática planteada en las comunidades del correspondiente municipio que gobernarán, pero llegó la hora de enfrentar la realidad. Agua potable, drenajes, banquetas, calles pavimentadas, energía eléctrica, escuelas, centros de salud, plazas públicas.
Sabido es que los ingresos en los municipios dependen en gran parte del gobierno federal, enseguida del estatal y por último de sus recursos propios, la lista del uno al tres en razón de los montos que habrán de percibir, pero todos ellos den por sentado que serán insuficientes para cumplir con sus compromisos. Hay alcaldes que, sabedores de esta realidad, han ofrecido adelgazar la nómina, es decir, tener menos empleados y que los recursos ahorrados se vayan a otros rubros. Bajar también el gasto corriente en temas como el consumo de combustible y viáticos. Bajar sueldos es otra alternativa sobre todo del Presidente para disponer de más recursos, pero hacerlo es una decisión tan complicada como la de tener menos personal. Se va a necesitar carácter, ingenio para que un gobierno comience a dar de baja a gente que no resulta indispensable y luego que no contraten a quienes deben suplirlos; además, a todo el personal, desde el alcalde hasta el más humilde de sus empleados, ajustar hacia abajo su salario.
URGE BUSCAR APOYO
Para paliar este escenario los alcaldes deberán buscar recursos extraordinarios. Hoy resulta común saber que acuden a los congresos (federal y estatal) para que sus diputados les ayuden y lograr la autorización de obras y acciones que en su municipio necesitan. En ese sentido, vale la pena recordar que hace tiempo salió a la luz pública que algunos legisladores federales pedían su “moche” a cambio de gestionar apoyos para los municipios que son parte del distrito que representan, o bien, cuyos alcaldes son afines al partido político del legislador en turno. O también ponían como condiciones a la hora de gestionar una obra, que esta la hiciera el propio legislador o algún prestanombres. Estas políticas persisten.
DEL PAGO DE FAVORES Un reto más para los alcaldes entrantes será el de contar con el equipo de trabajo más apropiado para llegar hacer buen Gobierno. Aun y cuando hay casos en donde se encuentran a colaboradores que resultan mucho mejor de lo que se esperaba, son más los que se convierten en una verdadera decepción, que de haberlo adivinado nunca los hubieran invitado a su equipo de trabajo. Claro, muchas veces el equipo de trabajo obedece fundamentalmente a los compromisos adquiridos antes o durante la campaña y no al perfil apropiado del futuro funcionario. A veces resulta que el funcionario atiende, no a las instrucciones o a las políticas del alcalde, sino a las del amigo o padrino de este, que le impuso a uno o a más de sus colaboradores.
“EQUILIBRIO DE FUERZAS” No menos importante es el tema del cabildo. El alcalde llegó con su planilla ganadora, pero resulta que esta no se integró por los mejores del partido político respectivo, sino por el llamado “equilibrio de fuerzas” del instituto político y eso hace que lleguen como munícipes verdaderas lacras que a favor de la comunidad en su historia no son capaces ni de barrer el frente de sus casas. Habrá que agregar a los regidores, que por ley los partidos perdedores tienen derecho en el ayuntamiento. Simplemente por ser de otro partido, o votan en contra de toda propuesta del presidente, o bien este los tiene bloqueados porque vienen de ser sus oponentes y el que la lleva es el municipio ante la falta de coordinación. ¡Ah!, sin olvidar a los regidores que rápido aprenden a sacarle jugo –casi siempre económico- a su voto. “EL ALCALDE, DEBE SER EL LÍDER. Y, por último, para garantizar la buena marcha de un municipio es indispensable la actitud del alcalde.