Letras Desnudas
Mario Caballero
El modus operandi del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas nos habla de un gobierno diferente. Argumentos hay muchos, con pruebas, respecto a temas como rendición de cuentas, transparencia, combate a la corrupción, obra pública, justicia, derechos humanos, gobernabilidad, entre otros.
En el pretérito, ¿cuándo supimos los chiapanecos cuánto se gastaba realmente en la construcción de una obra, por muy grande o pequeña que fuera? Todo quedaba en el limbo de las suposiciones, en la incredulidad de las cifras oficiales. Además de que todo mundo renegaba de la falta de planeación, ejecución, profesionalismo y corrupción que había en ellas.
En esta administración, por el contrario, hay una correcta planeación y ejecución, en la que se priorizan las necesidades que presentan cada municipio en particular. Se construye una escuela donde no hay ninguna, se abre una nueva clínica rural en beneficio de habitantes que carecen de servicios médicos en la comunidad, se pavimentan calles en colonias antes marginadas, se construyen plantas tratadoras de aguas residuales, se reparan carreteras y los pasos a nivel hechos en Tuxtla Gutiérrez han mejorado por mucho el tránsito vehicular y el que está en construcción en el Libramiento Norte Poniente fue planificado con el objetivo de agilizar la intercomunicación del área metropolitana.
Como un plus, ahora sí se conoce cuánto dinero se está invirtiendo en las obras. Hay una constante supervisión por parte de la dependencia encargada, los contratos se adjudican con transparencia y por medio de licitaciones públicas y, por si fuera poco, las empresas que las realizan son enteramente chiapanecas, para que el dinero de Chiapas se quede en Chiapas y sirva de detonante de la economía local y la generación de empleos.
En lo que concierne al aspecto político, la relación con los Poderes Legislativo y Judicial es de respeto mutuo y colaboración. No hay como en el pasado esa absurda genuflexión del Legislativo al Ejecutivo, donde los diputados se ponían de rodillas para aprobar cada iniciativa, ley o préstamo que cada gobernador en turno ordenaba. Ni el Poder Judicial sirve como arma de represión contra los opositores del régimen.
El Congreso del Estado y el Poder Judicial trabajan aliados con el gobernador, pero en una agenda de trabajo a favor de Chiapas. El parlamento, por ejemplo, con total autonomía autoriza las reformas de ley, proyectos y recursos que más conviene a la sociedad. Mientras que el Tribunal Superior del Estado se ha convertido auténticamente en la casa de la justicia, donde los chiapanecos pueden acudir con la confianza de que sus derechos serán protegidos y que se velará por el cumplimiento de la Constitución y de las leyes en general.
Importante es, asimismo, el manejo de las finanzas. El Gobierno del Estado ha recibido varios reconocimientos por parte de agencias calificadoras de prestigio internacional, que han dado buenas calificaciones por el uso responsable de los recursos, en el que destacan las políticas de austeridad, racionalidad y disciplina del gasto público.
No es para menos mencionar el clima de legalidad y gobernabilidad que se respira en Chiapas. Más allá de la cultura de la tolerancia y la aplicación del diálogo para la solución de conflictos, se ha trabajado por la seguridad, la recuperación del tejido social, el establecimiento del Estado de Derecho y la paz social.
MUY DESTACABLE
En todo esto, algo que es muy destacable es la visión que el gobernador Rutilio Escandón tiene sobre la realidad y las necesidades de Chiapas.
Asumió la gubernatura bajo el entendido de que la sociedad chiapaneca votó por algo diferente, que quería un cambio en las formas de gobernar y de ejercer el poder, que no buscaba tan sólo un relevo gubernamental como en el pasado sino uno que le diera estabilidad, tranquilidad, confianza y seguridad, y en eso ha puesto todo su empeño.
Como hombre de leyes y experto en la cosa pública, adoptó posturas políticas que le dieron mayor credibilidad a su administración. Como el hecho de gobernar con la ley en la mano. Situación que era necesario para dirimir los distintos conflictos sociales, agrarios, políticos y magisteriales que durante muchos años fueron un duro dolor de cabeza.
Esto sin recurrir a la represión como instrumento de pacificación, sino a la aplicación de las leyes para hacer justicia y poner un freno a los delitos que distintas agrupaciones cometían con el pretexto de ejercer su libertad de manifestación y protesta. No fue un sometimiento a rajatabla, sino el uso legítimo de la autoridad en un marco de legalidad y respeto a los derechos humanos.
También el Dr. Escandón Cadenas comprendió el asco o el hartazgo de la ciudadanía a seguir gobernados por los mismos políticos de siempre, de los que nada más ocuparon los cargos para satisfacer sus intereses personales y hacerse de grandes fortunas al amparo del poder.
Por eso integró su cuerpo de gobierno con mujeres y hombres capaces, comprometidos y profesionales, sin ningún estigma de corrupción y ajenos a los escándalos. Gente nueva, fresca, con calidad moral y expertos en sus respectivas materias.
Ahí está el caso de Javier Jiménez Jiménez, secretario de Hacienda, quien ha desplegado una función a la altura de las expectativas. Ha sabido conducir las finanzas con responsabilidad, entregando buenas cuentas, administrando cada peso con honestidad y logrando con ello importantes ahorros que han permitido la realización de proyectos de infraestructura sin pedir prestado un solo centavo y reducir la deuda pública heredada por los gobiernos pasados.
Otro ejemplo es el secretario de Obras Públicas, Ángel Torres Culebro, funcionario por muchos desconocidos que ha venido alcanzando fama gracias a su labor, esmero y compromiso en la ejecución de las obras impulsadas por el Gobierno del Estado. No sólo acabó con las prácticas corruptas que siempre caracterizaron a la dependencia a su cargo, sino además ha planificado bien lo que se necesita en materia de infraestructura.
Ni hablar del Dr. Pepe Cruz Castellanos, quien supo ponerse la camiseta por los chiapanecos en el momento más crucial. En gran parte a él se debe el buen manejo de la pandemia en la entidad, que fue la que menos consecuencias tuvo en cuanto al número de contagios como de fallecimientos en todo el país.
Esto por mencionar algunos casos, pero suficiente para ilustrar que el gobernador Rutilio Escandón no recogió los desechos de otras administraciones, que en lugar de favorecer a su gobierno lo hubieran perjudicado. Aquí no era aplicable aquello de que más vale malo conocido que bueno por conocer, pues los políticos que conocíamos en Chiapas tan sólo dejaron estelas de corrupción, abusos de poder y latrocinio.
EN RESUMIDAS CUENTAS
En ese mismo sentido, se aplaude la entereza del gobernador y su congruencia al no solapar, tolerar y menos proteger a funcionarios que trasgredieron los postulados de la 4T y que por ende defraudaron su confianza. Los que hoy están fuera del gobierno lo están por corruptos. Ejemplos hay muchos y algunos están en la cárcel.
En resumen, fueron los de la Cuarta Transformación los que dijeron que serían diferentes, y el gobernador Rutilio Escandón está cumpliendo con ello a pie juntillas.
@_MarioCaballero
