• Spotify
  • Mapa Covid19

Los grandes ganadores de la elección

Letras Desnudas

Mario Caballero

 

Los grandes ganadores de la elección

Se vislumbran cuatro grandes ganadores tras la elección del domingo.

El primero de ellos es, en plural, los ciudadanos. Así como la gente es la que pone el sabor en las fiestas, para el reciente ejercicio democrático fueron los electores. Es de reconocerse el valor cívico de cada una de las personas que salió a emitir su voto, que participó en los comicios más grandes de la historia y que ejerció su derecho constitucional a decidir el gobierno que quiere y los representantes que merece.

La ciudadanía salió a votar con alegría, en masa, golpeando fuerte al abstencionismo y estando convencida. Nunca una elección intermedia había provocado tanto entusiasmo y tampoco había sido tan concurrida como la del seis de junio. A pesar de la pandemia y de las amenazas de violencia, afuera de las casillas se registraron largas filas de votantes esperando depositar su sufragio. Al momento de redactar estas líneas se registraba una participación de alrededor del 53 por ciento, mientras la de 2015 fue de 48%.

Más allá de si el candidato por el cual votaron las personas haya ganado o no, hay que destacar que se percibe una mejor comprensión sobre la importancia del voto, que es el instrumento a través del cual la gente puede externar sus inconformidades, sus enojos, sus demandas, pero también sus anhelos y sus esperanzas de un mejor porvenir para su familia, su ciudad, su estado y su país. El sufragio no es sólo un papel doblado dentro de una urna, sino es el símbolo del poder de una sociedad democrática.

En esto estriba el triunfo de los ciudadanos: votaron seguros, convencidos, con libertad y su decisión fue plenamente respetada. ¡Felicidades a todos ellos!

A partir de ello vayamos al segundo ganador, también en plural: las autoridades electorales.

Todas estas autoridades, desde el INE hasta los órganos electorales en los estados, salieron fortalecidas ante la conclusión de las votaciones.

Entre sus muchos logros está la estrategia con la cual pudieron motivar la participación ciudadana, que no es un asunto menor. Y según los últimos registros, instaló el 99.73 por ciento de las casillas en todo el país, donde la jornada se desarrolló sin contratiempos, en paz y en un marco de legalidad.

Pero lo que es su mayor éxito es que sacaron con un alto nivel de confiabilidad el proceso electoral más complejo, más grande y más complicado de la historia, y lo hicieron a pesar de la crisis sanitaria, la polarización política y los insistentes golpes que recibieron durante largos meses.

No hay vuelta de hoja, si la gente salió a votar es porque se sintió segura de que no le iban a hacer fraude y de que su voluntad depositada en las urnas sería acatada y protegida por el árbitro de la elección.

 

EL TERCER GANADOR

El tercer gran ganador, sin lugar a dudas, es Morena. Los que ya se frotaban las manos por ver derrotado al partido del presidente Andrés Manuel López Obrador pueden esperar sentados. Morena refrendó su triunfo y fue contundente.

Pese a que diversas encuestadoras pronosticaban que la mayoría de los 15 gobiernos estatales en disputa serían ganados por la coalición del PRI-PAN-PRD, así como por otros partidos de la oposición, Morena demostró lo contrario y ganó once.

Gracias a Morena, Baja California tendrá por primera vez en la historia a una mujer como gobernadora. Asimismo, en el estado de Sonora, Alfonso Durazo, exsecretario de Seguridad Pública del gobierno federal, también se alzó con la gubernatura en unas elecciones para nada cerradas, todo lo contrario, a lo que predecían las mediciones de intención de voto.

Así, Morena arrasó y se llevó el triunfo en los estados de Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. En este último, el partido ganó de la mano de David Monreal, hermano de Ricardo Monreal, jefe de la bancada de Morena en el Senado de la República, quien mucho ha fortalecido el proyecto de la Cuarta Transformación y que tras estos resultados se perfila entre los morenistas más destacados para la sucesión presidencial de 2024.

En el caso particular de Chiapas todo parece indicar que los morenistas se quedarán con las trece diputaciones federales. Además, retiene el gobierno en las ciudades más importantes del estado, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, junto con otras 24 alcaldías más. Aparte, tendrá la mayoría en el Congreso del Estado, situación que le permitirá al gobierno estatal seguir realizando una buena gestión por los restantes tres años del sexenio.

No se puede discutir que estos resultados para el partido en el poder provienen del buen desempeño (salvo algunas excepciones) que los morenistas han tenido al frente de los gobiernos regionales, en las alcaldías y en las diferentes cámaras legislativas. Si los electores decidieron ratificar su confianza a Morena será porque se han sentido debidamente representados y satisfechos por lo que hasta ahora dicha militancia ha hecho desde la presidencia de la República y en los municipios.

Después de todo, Morena sigue creciendo políticamente bajo un suave cobijo de legitimidad y se constituye como el nuevo partido democráticamente dominante.

 

EL OTRO GRAN GANADOR

Por otro lado, entre los buenos resultados que el partido en el poder obtuvo en Chiapas no hay que perder de vista a otro gran ganador: Eduardo Ramírez Aguilar.

Es preciso entender que detrás de todo triunfo partidista están los esfuerzos, las ideas, las estrategias y el prestigio de los líderes políticos. Para ilustrarlo, Morena hubiera podido crecer y conquistar el poder tal como lo ha hecho en las pasadas dos elecciones, pero no con la misma fuerza y firmeza que lo hizo con el respaldo del presidente López Obrador.

Lo mismo pasa con Eduardo Ramírez, quien a lo largo de los años ha dejado una impronta de respetabilidad y confianza entre la sociedad chiapaneca y ahora mismo es una pieza importante en la estructura del poder a nivel federal. No es casualidad que haya asumido la presidencia del Senado de la República y que sea de los hombres con mayor interlocución con la Presidencia.

Para el triunfo de Morena en 2018 fue fundamental su participación como candidato y la operación estratégica de su estructura política. Los resultados de este 2021 no hacen sino confirmar su fortaleza en el estado, ya que varios de sus aliados políticos en la zona Norte, Costa, Frailesca, Sierra, Altos y Soconusco se alzaron con la victoria en presidencias municipales y diputaciones, y no de un solo partido sino de la mayoría de éstos en el estado.

A algunos de esos cuadros él los formó, a otros tan sólo los impulsó, pero en todos ellos puso la semilla de servir a la sociedad con verdadera vocación, con ganas de ser útiles y de buscar siempre el bien común. De eso se trata un auténtico liderazgo político, que no sólo pretende el desarrollo personal, sino el de toda una generación que a través de la política genere las condiciones para una mejor convivencia social y desarrollo en todos los ámbitos.

Es cierto, falta mucho todavía para 2024, pero este 6 de junio Eduardo Ramírez demostró tener buen músculo.

 

yomariocaballero@gmail.com

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *