Opinión y propuesta
Mtro. Andrés Vázquez López
Como una de las múltiples acciones que el pueblo ucraniano realiza para defenderse de la invasión rusa que sufre actualmente; seis de sus diputados solicitaron en días pasados a la presidente del Senado mexicano, Olga Sánchez Cordero; que nuestro país le envíe al suyo “armamento y equipamiento militar en grandes cantidades”. Fiel a su estilo, fue el presidente López Obrador quien respondió; cito: “Nosotros no mandamos armas, nosotros somos pacifistas”. No faltaron por ahí, algunos senadores despistados, que haciéndose eco de la solicitud ucraniana le exigieron al Gobierno mexicano que la atendiera.
Por otro lado, el senador estadounidense Bob Menéndez, haciendo gala de un razonamiento por demás simplón, señaló que el Gobierno mexicano “se está poniendo del lado del opresor” y completaba su idea diciendo que seguramente si nuestro país fuera el invadido, nos gustaría ver cómo la comunidad internacional sanciona al agresor. Equiparando así la aparente inacción mexicana en el caso ucraniano, con una alianza con Rusia.
Pero no. Las cosas no son así de simples. Al final de este artículo, les dejo la liga del discurso de un diputado alemán que, en el parlamento de su país, recordó la falta de esfuerzos de Alemania y de Europa en general, para construir un esquema de seguridad común; uno que incluyera también a Rusia y que eliminara todo nubarrón que pudiera hacerla sentir amenazada. ¿Por qué? Porque eso es lo que hacen los políticos de verdad: Construyen soluciones a los problemas presentes y futuros de sus pueblos. Y para ello se necesita imaginación, valentía y audacia.
Pensemos en la ruta ideal, que nunca existió: La Guerra Fría terminó a principios de la década de 1990. Desde entonces la OTAN se quedó sin razón de ser, puesto que su enemigo había desaparecido con la caída del bloque comunista. ¿Qué habrían pensado de algún político que desde entonces hubiera propuesto su desaparición? ¿Qué habrían pensado si acompañara su propuesta con la construcción de un nuevo mecanismo de seguridad mundial, que incluyera a Rusia y a China? ¿Que estaba loco? ¿Que no entendía nada sobre cómo se maneja el mundo? Seguramente eso y más; porque una propuesta así, afectaría muchos intereses económicos y políticos… Pero hoy, treinta años después, si alguien hubiera tenido las agallas para construir un mundo mejor, no estarían muriendo familias ucranianas ni tampoco los soldados de ambos bandos. Pero les faltó valor para ello.
Hoy es más fácil echarse mutuamente la culpa. Hoy es más fácil que la OTAN tilde a Rusia de agresor cuando ésta ha sido la que no ha cesado de acercar sus bases militares a las fronteras rusas. Hoy es más fácil pedir armas a México cuando hubiera sido más valiente sentarse a hablar con Putin y darle garantías de que su país no sería atacado en el futuro desde territorio ucraniano. Hoy es más fácil invadir Ucrania cuando hubiera sido infinitamente mejor trabajar en la construcción de un clima de confianza con Rusia. Hoy es más fácil, como hace el senador Menéndez; dividir al mundo en buenos y malos; cuando que se necesitan mucho valor y coraje para comprender a la contraparte y construir soluciones mutuamente beneficiosas y de común acuerdo. Ojalá que sí.
Además, opino que es necesario e importante, generar políticas públicas educativas, en relación al cuidado, protección y preservación del ambiente.
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