Renuncia a buscar la reelección de la Presidencia de Estados Unidos por el partido Demócrata; Kamala Harris levanta la mano para reemplazarlo
Agencias
Washington. El presidente Joe Biden abandonó el domingo la campaña para la reelección, luego de que su desempeño en el debate contra Donald Trump suscitó dudas sobre si está condiciones de seguir en el cargo.
En carta difundida esta mañana, el mandatario estadunidense destacó algunos de sus logros gubernamentales, pero afirmó que la renuncia es lo mejor para su partido.
“Ha sido el honor de mi vida servir como su presidente. Y si bien era mi intención competir para la relección, creo que es en el mejor interés de mi partido y del país que yo me haga a un lado y me concentre únicamente en cumplir con los deberes como presidente para lo que queda de mi período”, explicó.
El retiro de su candidatura allana el camino para que la vicepresidenta Kamala Harris encabece la lista, la primera mujer afrodescendiente en hacerlo en la historia del país.
Dentro del documento difundido, Biden le agradece a la vicepresidenta por ser “una extraordinaria compañera” en su gestión como mandatario de los Estados Unidos.
Kamala Harris levanta la mano
La vicepresidenta Kamala Harris podría escribir una nueva página en la historia de Estados Unidos si consigue romper el techo de cristal con el respaldo de Joe Biden para ser candidata a la presidencia.
Ya lo ha hecho al convertirse, en enero de 2021, en la primera mujer, la primera afroestadounidense y la primera persona de origen asiático en ser vicepresidenta del país.
Ya en marzo de 2023, Biden había declarado que su compañera de fórmula había “roto un techo de cristal tras otro”.
El domingo, tras recibir el respaldo de Biden, se apresuró a declarar que su intención era “ganar la nominación” del Partido Demócrata para “derrotar a Donald Trump”.
La vicepresidenta, de 59 años, cuenta que de niña se manifestaba por los derechos civiles junto a su padre jamaicano, profesor de economía, y de su madre india, investigadora del cáncer de mama.
En 2019, esta californiana atacó duramente a Joe Biden por haberse opuesto en el pasado a una política para trasladar en autobús a escolares negros a colegios en distritos blancos con el fin de poner fin a la segregación racial.
“La niñita (del autobús) era yo”, dijo.
Esta salida de tono no salvó su fracasada campaña, que se interrumpió incluso antes de la primera votación de las primarias.
Joe Biden la invitó entonces a unirse a él, exponiéndola a los ataques de su oponente republicano, Donald Trump. En 2020, el republicano la calificó de “monstruo” y “mujer colérica”, términos que evocan estereotipos racistas sobre las mujeres negras.
Tras el calamitoso debate de Joe Biden contra Donald Trump el 27 de junio, el millonario de 78 años volvió a atacarla.
Muy dado a buscar apodos para burlarse de sus rivales, Trump la llamó “Kamala la Jovial”, porque se ríe a carcajadas, y su equipo de campaña la describió como una izquierdista empedernida.
Diplomada por la Universidad Howard, fundada en Washington para acoger a estudiantes afroestadounidenses, Kamala Harris está orgullosa de su trayectoria profesional, que encarna el sueño americano.
Después de dos mandatos como fiscal de distrito en San Francisco (2004-2011), fue elegida dos veces fiscal general de California (2011-2017), convirtiéndose en la primera mujer y la primera persona negra al frente de los servicios judiciales del estado más poblado del país.
Ha sido criticada por su mano dura contra los delitos menores que, según sus oponentes, perjudicó a las minorías.
En enero de 2017 juró el cargo en el Senado en Washington, donde se convirtió en la primera mujer con orígenes en el sur de Asia y en la segunda senadora negra de la historia.
Una vez vicepresidenta, dedicó su discurso de victoria a las mujeres que han luchado por la igualdad en el país.
En 2022, Harris defendió fervientemente el derecho al aborto, puesto en entredicho por la Corte Suprema.
“Algunos líderes republicanos intentan usar la ley contra las mujeres. ¡Cómo se atreven! ¡Cómo se atreven a decirle a una mujer lo que puede o no puede hacer con su propio cuerpo!”, dijo.
Esta contundente declaración y la enérgica campaña llevada a cabo por Kamala Harris en todo el país durante el año pasado le han dado un nuevo impulso.