- Cientos de venezolanos y extranjeros de otras nacionalidades regresan o se varan en Guatemala, ante el reforzamiento de seguridad fronteriza
- El gobierno mexicano destinó a más de 500 miembros de la GN provenientes del centro del país para tareas de contención migratoria que ahora operan en Chiapas.
José Cancino / Corresponsal Diario de Chiapas
Tapachula, Chiapas.- El cerco migratorio y militar ha obligado, desde este fin de semana, a cientos de venezolanos y migrantes de otras nacionalidades a retroceder del sur de Chiapas a Guatemala.
Desde el fin de semana concluido, la aparición y multiplicación de miembros de la Guardia Nacional (GN), Instituto Nacional de Migración (INM) y ejército mexicano, ha provocado un efecto repliegue en los extranjeros que han desistido en su intento por atravesar por el río Suchiate y comenzar la ruta hacia Oaxaca, donde ven ahora un eslabón lejano y perdido para tramitar permisos por el país.
“Ya habíamos entrado a México, íbamos rumbo a Tapachula, pero el bus lo pararon y los regresaron. A Hicker y a mi nos mandaron a otro sitio, lo mejor es que nos regresemos y han regresado a muchos venezolanos”, relata Marilyn, quien viaja con su hijo y ha sido asegurada en los primeros metros de Ciudad Hidalgo, aún en la ribera del Río Suchiate.
Entre llanto, la mujer habla con su madre que se quedó en Sudamérica. Para ella, su hijo y los cientos de venezolanos no hay opción más que tirar para atrás y vararse en Guatemala.
Minutos después, junto a otro grupo de jinetes que cargan con hijos, es trasladada al interior del recinto aduanal y migratorio de Ciudad Hidalgo, donde desaparece y es deportada de vuelta a Tecún Umán.
Antes de cortar entrevista, la extranjera asegura que no volverá a intentarlo y es mejor volver a casa, si es que todavía es un plan posible.
Migrar para atrás
Del 5 al 20 de octubre, al menos ocho mil venezolanos fueron retornados o decidieron regresar por cuenta propia hacia Tapachula o Guatemala, provenientes de distintas regiones de Chiapas, Oaxaca y el centro del país, según estimaciones de los departamentos de Migración en México, Guatemala y Honduras.
La cifra podría quedarse corta, debido a que por territorio azteca aún hay cientos de sudamericanos y migrantes de otras nacionalidades que han conseguido pasar antes del reforzamiento de seguridad.
Para el inicio de semana, grupos de migrantes que retornan desde Chiapas se estarían topando con otros similares que intentan llegar a México, en un choque decisivo de extranjeros que podría recrudecer la estancia de miles en Guatemala.
En el país centroamericano, la Policía Nacional Civil (PNC) y el ejército chapín intentan contener a toda costa el ingreso de extranjeros por la frontera con Honduras, principalmente en el departamento de Izabal.
Patrullan calles de Suchiate
La presencia de militares en las calles de Ciudad Hidalgo es notoria desde el fin de semana. Solo durante sábado y domingo, al menos 10 vehículos de la Guardia Nacional han realizado recorridos en las márgenes del Río Suchiate, carreteras que conectan hacia Tapachula y camilla de extravío que migrantes podrían tomar para escabullirse.
A los patrullajes se ha sumado el ejército mexicano, que en vehículos todoterreno también realizan búsqueda de posibles ilícitos y de extranjeros que intenten avanzar hacia Tapachula.
Sólo de Ciudad Hidalgo a Huixtla, siete puestos de inspección operan en la revisión de vehículos y transporte público en búsqueda de personas que hayan infringido al acceder sin los requerimientos necesarios al país. Antes de octubre, sobre esta misma ruta, sólo operaban tres puntos de inspección.
El gobierno mexicano destinó a más de 500 miembros de la GN provenientes del centro del país para tareas de contención migratoria que ahora operan en Chiapas.
