- De 2013 a 2025, la CNTE ha encabezado decenas de marchas, bloqueos carreteros, plantones, toma de casetas de peaje y paros laborales, dejando a generaciones enteras sin clases
- Mientras el Estado continúe cediendo ante estas tácticas de presión, Chiapas seguirá atrapado en un ciclo donde la educación es la principal víctima. La pregunta sigue en el aire: ¿Hasta cuándo?
Ainer González / Tania Selvas / José Salazar
Edición: Francisco Mendoza
Diseño: Luis Méndez / Diario de Chiapas
Por más de una década, la Sección 07 de la Coordinadora y Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE-SNTE) en Chiapas, ha protagonizado una serie de movilizaciones que, bajo el argumento de la defensa de los derechos laborales y la educación pública, han frenado de manera sistemática la enseñanza de miles de niños y adolescentes en la entidad.
Sólo de 2013 a 2025, el gremio ha encabezado decenas de marchas, bloqueos carreteros, plantones, toma de casetas de peaje y paros laborales, dejando a generaciones enteras sin clases y paralizando la vida de quienes habitan y visitan Chiapas en múltiples ocasiones. Las afectaciones en la educación de menores de entre 3 y 15 años son incalculables, y la insistencia del movimiento en mantener sus tácticas de presión recuerda más a las acciones de un cártel que a las de un sindicato de profesores.
El punto de inflexión en la radicalización de la CNTE data desde el 2013, con un paro de labores que se extendió por 85 días, esto en el marco de la llamada “Insurgencia Magisterial”, la Sección 7, junto con la Sección 40 del SNTE, normalistas y organizaciones campesinas e indígenas, tomaron Tuxtla Gutiérrez y otros municipios exigiendo la derogación de la reforma educativa impulsada por el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Aquella movilización fue masiva y caótica. Mientras los organizadores hablaban de hasta 80 mil manifestantes, las autoridades solo reconocieron 6 mil profesores y simpatizantes. Las marchas bloquearon las principales vialidades y dejaron a miles de niños sin clases durante meses.
Este fue el primer gran golpe del magisterio contra la educación en Chiapas, marcando el inicio de una estrategia que se repetiría en los años siguientes.
A lo largo de los años, la Sección 7 ha perfeccionado su modus operandi. La estrategia se basa en cuatro pilares:
Paros laborales prolongados, que dejan sin clases a los estudiantes por semanas o meses.
Marchas y bloqueos, que colapsan el tránsito y paralizan ciudades enteras.
Tomas de espacios públicos y oficinas gubernamentales, como medida de presión.
Negociaciones forzadas con el gobierno, donde el Estado termina cediendo a demandas que van más allá de lo educativo, incluyendo beneficios económicos y políticos para los líderes del movimiento.
Durante estos años, la CNTE ha bloqueado carreteras, ocupado edificios gubernamentales y privados; además, del símbolo que representan los plantones o campamentos en la principal plaza pública de Tuxtla Gutiérrez y otras ciudades chiapanecas.
En cada ocasión, la educación de los menores fue secundaria frente a las estrategias del sindicato, que usó la falta de clases como un arma de presión contra el gobierno.
Repercusiones económicas
Los bloqueos parciales o totales en las distintas vías carreteras y avenidas de las ciudades, que ha estado realizando el magisterio chiapaneco en el marco de sus demandas de abrogación de las últimas reformas a la Ley del ISSSTE y en materia educativa, están generando pérdidas económicas incalculables para diversos sectores.
En el rubro comercial, indicó el ex presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Chiapas, Enoch Gutiérrez, que tiene un impacto directo a los comerciantes tanto en los legalmente establecidos como a los ambulantes del centro de Tuxtla Gutiérrez que quedan en condición de aislamiento y sus ventas se desploman.
“Sí tenemos una repercusión negativa a nivel comercial, pero tenemos una repercusión económica importante, cuando se hacen los bloqueos a los accesos de la ciudad. Recordemos que en el binomio Tuxtla – San Cristóbal hay una gran confluencia de intercambio comercial de productos que van y vienen, y hacia las otras ciudades del interior del estado, que quedan prácticamente en ‘Stand Bye’ y esto repercute no solo en el material que se puede echar a perder”.
Estas acciones, explicó el empresario que no sólo afecta a los comerciantes cercanos a los plantones sino que ponen en riesgo las inversiones extranjeras, por la dificultad para transportar los productos a sus destinos.
“Aunque no tenemos grandes industrias en Chiapas, sí tenemos una industria importante en la zona Norte, que se refiere a la producción de tilapia que es una inversión extranjera de las pocas que tenemos en Chiapas. Qué cuando se hacen este tipo de bloqueos, la empresa que es condicionada por sus clientes de entrega de justo a tiempo, no lo pueden cumplir, y al no poderlo cumplir se tienen graves pérdidas económicas”.
Mientras que, en el rubro transportista, la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), su vicepresidente, Sergio Rayo Cruz, también destacó que aun cuando los bloqueos fueron de manera intermitente en las entradas y salidas de la capital, también implica pérdidas de horas, máquina, de combustible y en casos extremos de mercancías que son delicadas en su transportación.
“La mercancía no llega a su destino como estaba programada y muchas veces nos quedamos en las orillas por no poder transitar o pasar sobre un camino que sea de cuota o en la vía estatal”.
En tanto que las acciones que se realizan en las casetas de cobro, como la de Chiapa de Corzo – San Cristóbal, no sólo tiene repercusiones económicas para la concesionaria, también para los propios usuarios que pierden el beneficio del seguro.
“Lo que están haciendo los profesores también en liberar las casetas, les quiero decir que somos indirectamente perjudicados porque si hay algún accidente en la carretera de peaje como no se pagó el peaje y no tenemos boleto, quedamos desprotegidos si llega haber un accidente y hay algún daño que podamos ocasionar o nos puedan ocasionar, o un robo parcial o total. Sí tenemos un gran problema con esos bloqueos”.
Estas acciones reiteraron los empresarios, que no solo repercuten a corto plazo en materia económica para el comercio, los hoteleros, restauranteros y sociedad civil, sino que en un contexto económico complejo de nulo crecimiento; a largo-mediano plazo se pueden cerrar negocios y con ello generar más desempleo.
Resolución por diálogo
En los últimos años, la CNTE ha intensificado su estrategia de presión, sin importar las consecuencias para el alumnado y para los sectores socio económicos de la entidad.
En diciembre de 2024, los profesores de la Sección 07 realizaron una marcha en defensa de la educación pública y en contra de la Ley del Issste de 2007. En febrero de 2025, reiniciaron las protestas anuales con una marcha contra la Iniciativa de Reforma a la Ley del Issste 2025, y en este mes de marzo ya realizaron un paro de 48 horas, posteriormente realizaron otro de 72 horas la semana pasada y plantón en Tuxtla Gutiérrez.
Semanas después, en este mes de marzo, iniciaron con un paro de 48 horas en sus primeros días; posteriormente realizaron otro paro más de 72 horas y plantón en Tuxtla Gutiérrez la semana pasada, afectando la movilidad de la ciudad y dejando una vez más a miles de alumnos sin clases.
Ante ello, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Mario Guillén, afirmó que el Poder Legislativo mantiene una postura atenta y proactiva ante las negociaciones que se llevan a cabo a nivel federal y estatal para atender las demandas del magisterio chiapaneco.
Destacó que la voluntad de diálogo ha sido una constante en esta nueva administración, tanto en el ámbito nacional como en el estatal, en busca de una solución que garantice el bienestar del sector educativo y el derecho de los niños a recibir clases.
En el nivel federal, las mesas de trabajo han contado con la presencia de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, quien ha manifestado su compromiso con la educación y con la atención a las peticiones del magisterio. También ha participado el gobernador del estado, la secretaria de Educación Pública federal y su homóloga estatal, en un esfuerzo coordinado para encontrar acuerdos que permitan resolver el conflicto de manera justa y equitativa.
En Chiapas, como parte de esta apertura al diálogo, el secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, ha sostenido reuniones de trabajo con representantes del magisterio, escuchando de primera mano sus inquietudes y planteamientos. Este ejercicio de diálogo, subrayó Guillén, demuestra la disposición del gobierno para atender las legítimas demandas de los maestros, dejando en claro que la solución debe encontrarse a través de la comunicación y el consenso.
Desde el Congreso del Estado, Mario Guillén hizo un llamado a los maestros para que privilegien su vocación educativa y el compromiso con la formación de las futuras generaciones. Reconoció que Chiapas enfrenta múltiples retos en distintos ámbitos, pero destacó que en esta nueva etapa gubernamental se ha dado prioridad a la solución de conflictos mediante el diálogo y el entendimiento. En este sentido, reiteró la disposición del Congreso de Chiapas para coadyuvar en todo lo que le corresponda en materia legislativa, así como para fungir como un puente de comunicación que permita canalizar las demandas del magisterio ante las instancias correspondientes.
El legislador enfatizó que la demanda de los maestros es justa y representa una lucha histórica para terminar con la mal llamada reforma educativa, la cual no cumplió con sus objetivos y generó incertidumbre en el sector. Sin embargo, sostuvo que el diálogo es el único camino para alcanzar soluciones de fondo que garanticen condiciones laborales dignas y una educación de calidad para los niños y jóvenes de Chiapas.
En este contexto, Guillén confió en que el magisterio chiapaneco priorizará la vía del diálogo sobre acciones extremas, como los bloqueos y movilizaciones que afectan el libre tránsito y el desarrollo de la entidad. Subrayó que, en una situación de conflicto, todos los sectores se ven perjudicados, por lo que instó a los docentes a continuar participando en las mesas de trabajo con plena apertura y disposición para alcanzar acuerdos en beneficio de la comunidad educativa.
El legislador local reiteró que los canales de comunicación continúan abiertos y que el gobierno federal ha demostrado su compromiso con la resolución de este conflicto sin recurrir a la represión, sino mediante el diálogo constructivo.
Expresó su confianza en que las demandas del magisterio encuentren una respuesta satisfactoria y que, a la brevedad, los maestros regresen a las aulas, garantizando así el derecho a la educación de la niñez chiapaneca y contribuyendo a la estabilidad social en el estado.
¿Renuencia o ambición?
Sin embargo, la postura del magisterio no cambia; continúan con sus movilizaciones a pesar de tener la total atención de las autoridades federales y estatales por resolver sus peticiones.
Isael González Vázquez, secretario general del sindicato de maestros en Chiapas, advirtió que, tras el paro de labores de 48 horas realizado los primeros días de marzo y el de 72 horas que concluyó el pasado viernes, el siguiente paso será un paro indefinido si no se atienden sus principales demandas: la abolición de la reforma educativa impulsada en los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, así como la eliminación de la Ley del ISSSTE.
“Nuestras demandas son justas, no peleamos territorios, ni parcelas, ni privilegios, solamente justicia laboral y la defensa de la educación pública; nosotros no usamos algo para escondernos. Sin embargo, si hay otro grupo por ahí tratando de desestabilizar la lucha de la CNTE, no nos hacemos responsables de lo que pueda suceder. Ya nos organizamos para conservar la integridad del movimiento, porque reitero, nuestra lucha es totalmente justa”.
Durante estos días, miles de estudiantes en Chiapas se quedaron sin clases, y los profesores instalaron plantones en puntos estratégicos de Tuxtla Gutiérrez, afectando la movilidad y las actividades cotidianas de la ciudad.
Históricamente, Chiapas ha enfrentado desafíos en materia educativa. Según datos del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), una proporción significativa de la población de 15 años y más en el estado se encuentra en rezago educativo, ya sea por no haber concluido la educación básica o por carecer de habilidades de alfabetización.
Este problema es más grave en las zonas indígenas, donde factores como la pobreza, el aislamiento geográfico y la falta de infraestructura agravan la situación. Sin embargo, las constantes interrupciones en el ciclo escolar, derivadas de las movilizaciones de la CNTE, han profundizado el rezago.
Cada suspensión de clases afecta el rendimiento académico de los estudiantes y su motivación para continuar sus estudios. Además, la percepción de una educación inestable lleva a muchas familias a priorizar otras actividades sobre la escolarización, perpetuando ciclos de pobreza y marginación.
La calidad educativa en Chiapas también está influenciada por la preparación y desempeño de los docentes. Si bien muchos profesores están comprometidos con la educación, las constantes movilizaciones han generado críticas sobre el profesionalismo de algunos integrantes de la Sección 7.
Las acciones de la CNTE en Chiapas no se diferencian demasiado de las de un grupo que busca el control absoluto de un territorio. En lugar de armas, utilizan las aulas como rehenes y la educación como moneda de cambio.
Cada negociación con el gobierno termina con concesiones y beneficios para los líderes sindicales, mientras que la educación de los menores queda rezagada, fragmentada e inestable.
Las acciones de la Sección 7 de la CNTE, si bien buscan reivindicaciones laborales y mejoras en el sistema educativo, han tenido consecuencias devastadoras en la educación de Chiapas.