Dinero, maltrato y tradición; la cara oculta de las peleas de gallos en Chiapas

Las polémicas peleas de gallos van a continuar temporalmente en Chiapas, aunque sólo de forma privada.

¿Se trata de una tradición, de un espectáculo? ¿O, como afirman otras voces, una cultura de crueldad que ya no debe continuar?

El tema enciende pasiones, especialmente cuando se le vincula con la violencia y, presuntamente, con el flujo de dinero ilícito durante las apuestas.

Marco Alvarado/ Tania Selvas/ Ainer González/ José Salazar/ Edén Gómez

La controversia inició a principios de año, cuando el gobernador, Eduardo Ramírez Aguilar, anunció que tras analizar los focos de violencia que generan las peleas de gallos y las carreras de caballos, la Mesa de Seguridad determinó suspender estas actividades como parte de una estrategia de pacificación, ya que ambas tradiciones y costumbres estaban ocurriendo en regiones vulneradas por la criminalidad.

Las voces molestas no tardaron en expresarse, sobre todo en regiones como Altos, Soconusco y Selva, en donde los galleros defendieron que estos combates son parte de una tradición profundamente arraigada, enmarcadas en las fiestas patronales, ejidales y todo tipo de celebraciones populares.

“No se trata de una medida de carácter moral o cultural, sino de seguridad pública. Estos eventos han sido usados como punto de reunión de personas armadas o vinculadas con actividades delictivas. No podemos permitir que sigan operando con normalidad mientras buscamos reconstruir la paz”, afirmó el gobernador durante una conferencia de prensa al defender la medida adoptada.

¿Y LOS GALLEROS?

Unas 15 mil personas verán afectados sus ingresos y la manutención de sus familias, afirmó Ángel Ramírez Argüello, integrante de la asociación de Galleros Unidos del estado de Chiapas, uno de los 350 clubes oficiales de galleros que hay en el estado, poco antes de conocer el permiso temporal para estas actividades.

Según Argüello, estos empleos se generan con la crianza de los gallos y todo un entorno alrededor de los eventos, como el uso de carpinteros y herreros.

Incluso estimó que al clausurar estos eventos “por lo menos en Chiapas se perderían más de 50 millones de pesos mensuales”.

No obstante, la medida no alcanzó posiciones tan drásticas, y al menos, de forma temporal, estas peleas pueden continuar, tras los encuentros que los galleros sostuvieron con representantes del gobierno estatal.

“Los galleros estamos de acuerdo con este decreto, para que, de forma regulada, continúen las peleas por los próximos dos meses, pero también pedimos al gobierno estatal que nos apoye en cuanto a la realización de los eventos, para que haya seguridad”.

¿QUÉ DICE LA LEY?

De acuerdo con la Ley de Protección para la Fauna en el estado de Chiapas, emitida en el año de 1995, estas peleas no deberían estar ocurriendo.

Expresamente las prohíbe al señalar que no está permitido “azuzar animales o provocar que se acometan entre ellos”.

Es decir, aunque desde hace 30 años se le considera ilegal, ningún gobierno se había pronunciado abiertamente al respecto.

Hasta este año que, luego de la polémica surgida, se determinó un permiso temporal para que, entre el 15 de abril y el 30 de junio de 2025, se realicen estos eventos.

Sólo que deberán ser eventos privados, que no tengan financiamiento o empleo de recursos públicos de naturaleza estatal.

No así en aquellos para cuya realización sean utilizados recursos públicos de naturaleza estatal, es decir, en las ferias y eventos municipales.

Ahora bien, en el caso de los eventos privados, se necesitan dictámenes de protección civil, el pago de los derechos correspondientes al permiso para la realización de eventos o espectáculos, y sólo podrán hacer esta actividad entre las 12:00 y las 23:00 horas.

También se tiene previsto crear un padrón de establecimientos, fijos o temporales, destinados a la realización de eventos relacionados con peleas de gallos.

Ahora bien, el gobierno estatal sostiene que, si bien es cierto que las peleas de gallos se encuentran reguladas por la Ley Federal de Juegos y Sorteos y su correspondiente Reglamento, en cuanto al cruce de apuestas, “también lo es que, la mayoría de estos eventos se llevan a cabo en la clandestinidad, sin los permisos correspondientes y sin condiciones mínimas de seguridad, lo que las ha convertido en fuente de riesgo para actividades ilegales y conductas que pudieran considerarse delictuosas”.

ES CRUELDAD ANIMAL

Claudia Cisneros, activista y fundadora de Huellas Chiapas, lamentó esta decisión, considerando que sólo se trata de crueldad animal “y una antesala para ejercer otro tipo de violencia que puede desencadenar delitos graves”.

Sobre estas peleas dijo que, “se ha documentado cuál es el destino de estos gallos, que a veces están moribundos y así los avientan a un bote de basura”.

Sobre la defensa de estas peleas lanzó un cuestionamiento para la sociedad “viendo tanta violencia y sus efectos ¿Cómo podemos disfrutar el dolor de otro? Es ahí donde condenamos y repudiamos estas acciones”, señaló.

Además, expresó que no sólo hay un maltrato abierto a estos gallos, también se promueve la evasión fiscal al permitirse las apuestas millonarias con dinero que fluye en efectivo.

“Pregúntales si pagan impuestos por la generación de apuestas. Es un corredero impresionante de dinero. Tenemos un contacto que está metido en ese ambiente, y nos dice que hay apuestas de medio millón de pesos, es gente que vive para eso, que les encanta, les fascina”.

En el caso de Tuxtla Gutiérrez, explicó que, de acuerdo a sus investigaciones, en la zona ejidal de San José Terán se practican de manera recurrente estas actividades, las cuales se desarrollan en medio de alcohol y apuestas.

DENUNCIAN AMENAZAS

Muchos intereses, de diversa naturaleza, están en juego mientras los gallos tratan de aniquilarse.

Las voces que se manifiesta en contra de estas peleas también han sido objeto de amenazas, como le sucedió a Franny Garibaldi, abogada y activista por los derechos de los animales, quien presentó el pasado viernes una denuncia ante la Fiscalía de la Mujer, en la que acusa haber sido víctima de amenazas, violencia digital, incitación a la violencia, violencia mediática y violencia de género, luego de expresar públicamente su respaldo a la prohibición de las peleas de gallos.

Las amenazas fueron más graves el pasado 4 de abril “pensé que sería una reacción momentánea, pero mi página fue identificada y convertida en un punto constante de hostigamiento, justo después de presentar dos iniciativas para considerar a los animales seres sintientes, y que la esterilización se aplique como una medida para evitar el aumento de animales en la calle”, explicó.

Garibaldi solicitó a la Fiscalía General del Estado (FGE), a que investiguen los hechos y se le brinden medidas de protección conforme a derecho.

“No comparto las prácticas que implican maltrato animal, pero nunca he recurrido a la agresión para expresar mi postura. No se puede exigir respeto hacia las tradiciones o manifestaciones culturales a través de la violencia”, destacó.

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