- Todas las avenidas y calles de esta población fronteriza están convertidas en una “cueva de lobo”, ante la desatención del presidente Julio Gamboa
José Cancino / Corresponsal Diario de Chiapas
Tuxtla Chico, Chiapas.- El alcalde de Tuxtla Chico, Julio Gamboa, mantiene en total penumbra las calles y avenidas de este municipio fronterizo con Guatemala, sin importar que mujeres y ciudadanos en general puedan ser atacados en horas de la noche por delincuentes que aprovechan la falta de iluminación pública.
Pese a que durante su campaña política de cara a la presidencia municipal, la rehabilitación del alumbrado público fue una de sus promesas, hasta ahora las principales avenidas de la cabecera municipal mantienen inoperantes sus luminarias y generan que cientos de viviendas permanezcan en total oscuridad.
Pobladores de este municipio señalaron que en repetidas ocasiones han exigido al presidente municipal que atienda esta situación, sin embargo, acusaron que no actúa en la rehabilitación de estas luminarias y solo está esmerado en colocar en puestos públicos a personas oriundas de Tapachula y relacionadas con el ex alcalde Neftalí del Toro.
“No está trabajando en beneficio del pueblo, mire las calles, todas destrozadas, la falta de iluminación, la recolección de basura que no se da de manera eficiente, el pueblo está un desastre y él solo está preocupado por atender y quedar bien con la gente que le impone Neftalí del Toro”, aseguró Patricia Cancino, una de las denunciantes en torno al sistema de alumbrado público.
Incluso, denunciaron los quejosos que la Avenida Central también se mantiene a oscuras, a pesar de ser la principal arteria vial de esta localidad. Ya sobra decir de las calles que se encuentran en los suburbios de esta población, donde los habitantes tienen que dejar encendidas sus lámparas para tener algo de iluminación.
Diario de Chiapas indagó si existe algún adeudo atrasado de la administración pública municipal que antecedió a Julio Gamboa, pero la paraestatal mantiene en sus registros pagos completados y no adeudos en el cambio de trienio, por lo que se trata de una desatención y negligencia por parte del alcalde que prometió bienestar a los tuxtlachiquenses.
