La majestuosa solemnidad musical de Queen es la bandera a la que el grupo God Save The Queen (Dios Salve a la Reina) le rinde homenaje desde hace 25 años, como anoche en el Auditorio Nacional.
A las 20:45 horas, la banda liderada por Pablo Padin (vocalista), que completan Francisco Calgaro (guitarra), Ezequiel Tibaldo (bajo) y Matías Albornoz (batería), salió al escenario para refrescar los éxitos del grupo británico desdes los inicios, en 1973, hasta Made in Heaven (1995), su último disco.
Padin guarda un gran parecido físico con el legendario Freddie Mercury. Para rendirle tributo, vistió pantalón blanco con franjas rojas en los costados, playera blanca con el número 86 en el pecho, muñequera y la clásica chaqueta amarilla, para dar la bienvenida con temas como «One Vision» y «Under Pressure».
Luego se quitó la casaca e interpretó más joyas de la corona: «Killer Queen» y «Bycicle Race», en el piano.
La magia de Queen estuvo presente también en la versión acústica de «Love Of My Life», con una atmósfera de romanticismo en la que las personas alumbraron el recinto como un cielo estrellado.
Con un cambio de vestuario, con playera blanca, pantalón de mezclilla y chaqueta roja, Padin se colocó al centro del escenario con su guitarra para cantar «Hammer to Fall» mientras la gente seguía el ritmo con las palmas.
El cantante estudió los movimientos de Mercury e hizo suyos todos los rincones del escenario, que recorrió, y evocó recuerdos de las últimas giras de la banda, incluida la de su tour por México, en 1981.
Al quitarse la chaqueta roja, el vocalista movió el micrófono y hubo fallas técnicas en el audio desde que cantó «Radio Ga Ga».
Corregido el problema, el momento cumbre lo marcaron clásicos como «Bohemian Rhapsody», en el piano, o «I Want to Break Free», en el que Padin se trasvistió como el grupo lo hizo en el video oficial.
Con dos golpes en el piso, seguidos de un aplauso, el público replicó el movimiento que acompaña a «We Will Rock You». Luego, «We Are the Champions» fue de las más coreadas, y el vocalista apareció con la capa y corona reales mientras la gente ovacionaba de pie.
El legado de Queen continúa vivo entre generaciones, pues el público reunió a gente de todas las edades.
Con información de Reforma.
