[GERMAN GUERRA]
Nutricionista / Coach Profesional / Psicólogo / IFBBPRO
El primer día en el gimnasio es una mezcla de emociones que solo quien lo ha vivido puede entender. Nervios, curiosidad, dudas… incluso algo de miedo. No importa si vienes con la intención de perder peso, ganar músculo, sentirte mejor o simplemente cambiar de hábitos. Entrar por esa puerta es más que un paso físico: es un acto de decisión personal, de compromiso con una versión de ti que aún no conoces, pero ya empieza a construirse.
Muchos creen que hay que llegar al gimnasio sabiendo qué hacer. Nada más alejado de la realidad. Nadie nació sabiendo cómo usar una máquina, ni con la técnica perfecta para hacer una sentadilla. De hecho, los que hoy ves seguros y avanzados, también tuvieron un primer día. La diferencia es que no se detuvieron. Aprendieron, preguntaron, cometieron errores, y siguieron. El progreso no se mide por cuántos kilos levantas, sino por cuántas veces decides no rendirte.
Durante ese primer día, lo mejor que puedes hacer es observar, preguntar, aprender. Tal vez no termines sudando a mares, ni sintiendo que diste todo… y está bien. Lo importante es que estés ahí. Que hayas cruzado la línea entre el deseo y la acción. Porque muchos lo piensan, pero no todos lo hacen.
A nivel emocional, el gimnasio es más que un espacio con pesas. Es un refugio para la ansiedad, una herramienta para la autoestima y una vía para descubrir que puedes más de lo que creías. No se trata solo del cuerpo: se trata de lo que ocurre en tu mente cada vez que cumples una meta, por pequeña que parezca.
También es normal sentirte fuera de lugar. Todos lo hemos sentido. Pero hay algo que debes saber: en un verdadero gimnasio nadie te juzga por empezar, sino que se te admira por atreverte. Y si estás buscando un lugar donde ese ambiente se respire desde el primer momento, Gravity Fit Gym es más que una opción: es una comunidad. Aquí, el proceso importa tanto como el resultado, y cada primer día es celebrado como lo que es: el comienzo de una historia de transformación.
Así que no temas si no sabes usar todas las máquinas, si sientes que tu cuerpo no “encaja”, o si tu motivación está en pañales. El primer día no se trata de rendir al máximo. Se trata de llegar, de intentarlo, y de decidir regresar. Porque el verdadero cambio no empieza cuando todo está perfecto, sino cuando te atreves a dar el primer paso… incluso con miedo.
Tu historia en el gimnasio no se escribe en un día, pero sí comienza con uno.
Instagram: guerra_ifbbpro
Facebook: Germán Guerra
Watsapp 9616491796