Ciudadanos reprueban a todos los partidos políticos

Marco Alvarado/Diario de Chiapas
Expresiones como “son lo mismo” o “roban igual pero de distinto modo”, se obtienen cuando se le pregunta a los ciudadanos qué opinión tienen de los institutos políticos. Todos están reprobados.
Una mujer, frente al Congreso del estado, incluso afirma que la llamada “Cuarta Transformación” no es más que una “tomada de pelo” y se pone como un ejemplo, pues asegura que la hicieron candidata y le pidieron “moche”, aunque como no juntó la cantidad necesaria terminó por perder su espacio; “Morena vende los espacios o los ofrece a cambio de que luego facilites algunas cosas, yo quedé muy decepcionada de haber entrado a la política creyendo en Morena”.
La mujer, que acudió al Congreso del estado para hacer un trámite, señaló que es nula la respuesta que obtienen los ciudadanos porque todo se partidiza, y ahora que ya no es abanderada se dio cuenta que solo “dan largas”.
Sobre este tema, recientemente el excandidato a la Presidencia de la República, Cuauhtémoc Cárdenas, dijo que “no veo una propuesta seria para el país”, al referirse a los institutos políticos y las candidaturas que pretenden impulsar.
“Yo quiero ser optimista, no sé de dónde van a salir las fuerzas transformadoras porque aquí hay una cuestión que me preocupa, sí me preocupa en serio, una más de las preocupaciones. Y es que no veo en los partidos políticos ninguna propuesta seria para buscar soluciones de los problemas del país, seguramente están por ahí guardados en las declaraciones de principios”, expresó este lunes 29 de agosto.
Y en este sentido, quienes responden sobre el tema, también expresan su decepción por la conducción que tiene el país, especialmente en la parte económica.
Si bien los adultos mayores reconocen al gobierno federal actual por los apoyos económicos que entregan, la población más joven recrimina el aumento de los delitos, la falta de empleos bien pagados y un encarecimiento generalizado de la vida.
Prácticamente ningún partido político sale bien librado de las evaluaciones ciudadanas. El termómetro de la calle muestra que cada uno tiene fallas que han evadido responder, o en el peor de los casos, se perciben como entes ajeno al ciudadano de pie, al que solo buscan cuando necesitan votos.