Milenio
Como parte de los acuerdos entre Estados Unidos y México, será la planta MOSCAMED, ubicada en Metapa de Domínguez, en la frontera con Guatemala, la que recibirá 21 millones de dólares para producir moscas estériles que ayuden a combatir el gusano barrenador en la frontera sur.
Y es que, tras el combate del parásito en 1990, la fábrica que se localizaba en Chiapa de Corzo fue cerrada y actualmente es ocupada por la Guardia Nacional.
México colabora con la planta de mosca establecida en Panamá, y para ello, realiza un registro de afectación por región para evaluar la cantidad de moscas a dispersar, a través de Senasica.
El titular de la Oficina de Representación Federal de Agricultura y Desarrollo Rural en Chiapas, (Sader), Obilfrido Gómez Álvarez, explicó que, en Chiapas, se han instalado puntos de inspección zoosanitaria en zonas estratégicas, como Catazajá, Suchiate, Arriaga y Caleras, con la participación de Senasica, Guardia Nacional, autoridades estatales y municipales.
“Estamos dando unos tubos para tomar muestras, el muestreo es muy importante, el reportarlo ante Senasica ante CP en base a ese reporte que salgan es la estrategia para ir liberando la mosca estéril. La estrategia territorial es de arriba para que sepamos dónde liberar las moscas estériles y de esa forma erradicarlo”, precisó Gómez Álvarez.
Hasta ahora, Chiapas es la entidad con foco de atención por ser zona de ingreso del gusano barrenador, a través de embarques ilegales desde Centroamérica. La plaga se detectó en la región norte, por lo que se han reforzado los cinturones sanitarios, especialmente en los cruces fronterizos.
“Todos los embarques tienen que pasar por esos centros, los agarran en la carretera, no llevan el certificado, lo regresan, lo regresan y si va algún animal con esa plaga lo retienen tantito a ese animal hasta que se cura”, explicó.
En el 2024, el estado movilizó alrededor de 700 mil cabezas de ganado hacia el norte del país, donde son engordadas para su exportación.
El padrón ganadero formal del estado asciende a 54 mil productores, organizados en cuatro uniones ganaderas regionales, con fuerte presencia en municipios como Tuxtla y Ocozocoautla.
