Alejandro Moreno*
México es una gran nación que merece contar con un gobierno atento a sus necesidades y eficaz en la implementación de soluciones; que reconozca en la pluralidad y diversidad de nuestro pueblo el mayor baluarte para alcanzar el desarrollo y crecimiento que requerimos para avanzar.
Esa capacidad no se encuentra en una sola persona y mucho menos en el centralismo que actualmente se impone desde el poder. Una única opción política está lejos de ser representativa.
A pesar de que los partidos construyen coaliciones electorales para aumentar sus probabilidades de ganar, estas coaliciones a menudo se desintegran una vez que llegan al gobierno. En ocasiones, el partido con mayor apoyo deja de lado a los otros partidos que formaron parte de la coalición.
Por esta razón, la responsable nacional del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, ha presentado la iniciativa para impulsar y reglamentar los gobiernos de coalición. Esto marca el inicio de una nueva etapa de pluralidad y consenso en el régimen democrático mexicano, dejando atrás el autoritarismo, la cerrazón y el centralismo.
El objetivo es construir un marco legal que permita que las coaliciones electorales se transformen en coaliciones de gobierno. En éstas, los representantes de varios partidos gobernarían de manera colegiada, consensuada, corresponsable y bajo estrictos controles legales, con metas comunes.
La meta es consolidar gobiernos eficaces y con un alto grado de estabilidad, que fomenten la participación ciudadana, el consenso y una mayor rendición de cuentas.
El gobierno de coalición se caracteriza por la inclusión de diversas propuestas en el ejercicio del poder y la estrecha colaboración entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, a diferencia del régimen centralista actual.
Este tipo de gobierno representa la expresión más completa del pluralismo en las democracias modernas al generar gobernabilidad y otorgar mayor legitimidad al ejercicio del poder.
En la actualidad, México está siendo gobernado por un grupo que sistemáticamente impone su voluntad por encima de las leyes y las instituciones.
Con un gobierno de coalición, el Poder Ejecutivo estaría sometido a mayores controles y se basaría en el cumplimiento de la agenda acordada con el Poder Legislativo y los partidos que forman parte de la coalición.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) es pionero en el impulso de los gobiernos de coalición y las coaliciones políticas. De hecho, en 2022 presentamos una iniciativa para reglamentarlos y operar este tipo de gobiernos.
El Frente Amplio por México fundamenta su proyecto en el firme propósito de establecer el primer gobierno de coalición en México, en el que los partidos políticos y sociedad civil mantengan un diálogo efectivo para la toma de decisiones, los recursos públicos sean asignados para atender necesidades y proyectos sociales y se eliminen los excesos, discrecionalidad y abusos en el ejercicio del poder.
*Presidente Nacional del PRI.
