Hegel Cortés Miranda
La Ciudad de México se ha convertido, en menos de cuatro años, en una especia de fortaleza de la educación del país.
Lo es por el impulso al conocimiento, la capacitación, la profesionalización y porque aquí se concibe a la educación como un derecho universal y ya no como un privilegio elitista.
Para fortalecer la educación básica, media, superior y para el empleo se han desplegado aquí acciones y programas sin precedente en el país.
No es casual, la doctora Sheinbaum es la mandataria con el más alto grado académico que ha gobernado la CDMX y sabe la importancia capital del conocimiento y la profesionalización para combatir la desigualdad, la violencia, la inseguridad y elevar la calidad de vida del ciudadano y la colectividad.
Por eso, desde el inicio del gobierno local se presentó el Programa Integral de Educación para la Ciudad de México, con acciones integrales destinadas a incentivar la educación inicial hasta el posgrado.
Todas las políticas públicas se enfocan a respaldar la educación pública y con ello a los sectores más vulnerables de la población, para atender rezagos, cobertura, crecimiento, mantenimiento de la infraestructura y estrategias para revertir la deserción escolar.
Hoy, la población capitalina tiene una multiplicidad de opciones para estudiar, capacitarse y continuar estudios de posgrado.
Mencionaré solo algunos. Hay más de 200 Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes PILARES, donde cualquier persona tiene acceso a ciberescuelas, disciplinas artísticas, deportivas, talleres y decenas de actividades de capacitación para el empleo.
Con programas como “Mi Beca para Empezar”: “Mejor Escuela”, e “Internet gratuito en escuelas públicas” se cierra una brecha de desigualdad al garantizar herramientas indispensables para la formación y el aprendizaje.
Estudiantes Universitarios.
Estudiantes Universitarios. Pamela San Martin
El Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México prácticamente duplica su matrícula con la apertura de cinco nuevos planteles en esta administración.
En solo tres años aumentó la oferta y la infraestructura de la educación pública superior más de un 30%, con la apertura del Instituto Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud.
En esa tesitura, la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México (EAP-CDMX) abrió por primera vez al personal de base del gobierno capitalino las maestrías que imparte.
Esto significa democratizar la profesionalización del servidor público, para terminar con políticas discriminatorias obsoletas.
Antes, solo podían acceder a estudios de posgrado personas servidoras públicas en funciones, con niveles jerárquicos de mandos medios a superiores.
Ahora, la Junta de Gobierno de la EAP incluyó en las maestrías a todas las personas servidores públicos, siempre y cuando cumplan con los requisitos que cualquier aspirante debe cubrir.
Con ello, la Tercera Generación de la maestría en Gestión Pública para la Buena Administración que imparte la EAP, inició con una matrícula inédita de 437 estudiantes entre personal de base y estructura de las 16 alcaldías y las 91 dependencias de la administración pública de la CDMX, para quienes es gratuito este posgrado.
Cuentan con una plantilla de profesores de amplio prestigio académico e incluso, varios pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores y los avalan años de experiencia en la administración pública.
Apostarle a la educación es garantizar un mejor futuro individual y colectivo. Al tiempo.
