Jesús Martínez Soriano
Para los alumnos del CETIS 31, esperando que esta reflexión los inspire aproximarse a Canadá, un país del que podemos extraer varios aprendizajes
Toronto, Canadá. De acuerdo con Nathan VanderKlippe, corresponsal internacional de The Globe and Mail, el diario más importante de este país, en la última década el monto de la inversión canadiense en México se ha venido incrementando gradual y consistentemente, más que la de España, que hasta hoy en día continúa siendo nuestro segundo socio comercial más importante, después de Estados Unidos. Tan solo “En los primeros nueve meses de 2022, el último periodo del que hay estadísticas disponibles, Canadá fue la segunda fuente de inversión extranjera directa en México, por delante de España. Las empresas canadienses invirtieron tres mil millones de dólares estadounidenses en dicho lapso, lo que equivale al 9.5% del total.” (https://www.theglobeandmail.com/business/article-canada-and-mexico-are-no-longer-economic-strangers). Con este ritmo de crecimiento de la inversión y con el fortalecimiento de la cadena de suministros en América del Norte que ya está ocurriendo y que sin duda se profundizará en los próximos años, según lo acordado recientemente por los mandatarios de Canadá, Estados Unidos y México, todo parece indicar que en el corto plazo Canadá desplazará a España como el segundo socio comercial más importante de nuestro país.
México-Canadá: Varios años de sociedad comercial, pero con escasas conexiones directas entre sí
Cuando empezó a negociarse el entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA por sus siglas en inglés) a principios de los 90, quien esto escribe pudo atestiguar desde aquí la discusión que ese proceso generó. En aquellos años para los canadienses México generaba expectación e interés, pero les resultaba un país sumamente desconocido, tanto como Canadá lo era para nosotros. No solo por cuestiones geográficas (casi 3 mil kilómetros separan a ambas naciones de frontera a frontera), o culturales, sino también por aspectos económicos, sociales, lingüísticos, etcétera, México era visto como un país sumamente distante, y ello se reflejaba en el nivel de intercambio comercial que ambos sostenían, el cual, de acuerdo con el Banco Mundial, a principios de la década de los 90 era prácticamente nulo. En ese año Canadá destinaba a nuestro país solo el 0.4% del total de su producción y México a esa nación únicamente el 2.7 por ciento. (https://wits.worldbank.org/CountryProfile/en/Country/CAN/Year/1990/TradeFlow/EXPIMP/Partner/by-country).
Recuerdo que por aquellos años los medios locales auguraban que con la entrada en vigencia del TLCAN, en el mediano plazo México llegaría a ser uno de los más importantes socios comerciales de Canadá. Sin embargo, por alguna razón, como lo señala el corresponsal del rotativo en mención, “Durante muchos años, Canadá y México siguieron siendo extraños económicamente a pesar de ser socios comerciales, ambos profundamente vinculados a Estados Unidos, pero con pocas conexiones directas entre sí.” A finales del siglo pasado y principios del presente, al mismo tiempo que las dos naciones fueron influenciadas por el crecimiento y expansión de China, con el que ampliaron sus niveles de intercambio, Canadá orientaba su interés a la Gran Bretaña, en tanto que México lo hacía a España.
Tuvieron que pasar casi tres décadas para que Canadá y México se empezaran a “descubrir”
Aunque desde hace 10 años la inversión canadiense en nuestro país se había venido incrementando gradualmente, no ha sido sino hasta en años recientes cuando ha empezado a alcanzar niveles significativos, debido a dos grandes detonadores mencionados por VanderKlippe: Por un lado, “…la legislación estadounidense y las preocupaciones más amplias sobre las políticas de Beijing han comenzado a desviar las inversiones de China.” Y, por otra parte, “La invasión rusa a Ucrania a principios de 2022 y el consiguiente aumento de los precios de la energía han alterado el atractivo de Europa”. Es decir, “La geopolítica está sentando las bases para más nearshoring (la práctica de transferir una operación comercial a una nación cercana, especialmente con preferencia respecto a una más distante) en América del Norte, llegando el momento en que Canadá y México se están empezando a descubrir”, en palabras de Luz María de la Mora, ex Subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, recogidas por el periodista Nathan VanderKlippe.
Como señalábamos con anterioridad, España aún sigue figurando como el segundo socio comercial de México, pero el monto de la inversión de Canadá en nuestro país continúa incrementándose año con año, más que el del país europeo. Según la misma fuente, con las fluctuaciones naturales que suelen ocurrir, en 2017, 2020 y 2022, el monto de la inversión canadiense en México ha sido la más elevada, después de la de Estados Unidos. Para tener una idea más precisa de las diferencias que aún separan a España de Canadá, hay que recordar que en las más de dos décadas de lo que va de este siglo, el monto de la inversión del primero en México suma 80 mil millones de dólares americanos, en tanto que el del segundo alcanza los 50 mil millones (ambas, hay que decirlo, muy por debajo de los 310 mil millones de dólares que contabiliza la inversión de EU), aunque con un ritmo de crecimiento mayor de este último en años recientes. Dicha tendencia hace prever que en el mediano plazo el monto de la inversión de Canadá en nuestro país sobrepasará al de España.
Minería, energía, transporte y alimentos y bebidas, los sectores de inversión canadiense en México
El corresponsal del rotativo canadiense anteriormente referido resalta que la minería y la energía (principalmente gasoductos de gas natural) han sido los dos principales sectores hacia los que los canadienses han orientado sus inversiones en México, “los que concentran casi el 40% del total.” De ahí que se expliquen los airados reclamos del Primer Ministro Justine Trudeau al gobierno mexicano por la modificación de la política energética de nuestro país, la que el considera violatoria del T-Mec por dar preferencia a las paraestales mexicanas. Entre 2015 y 2020 tan solo el consorcio TC Energy ha aportado el 56% del total de los flujos de capital canadiense a México, el cual por cierto construirá próximamente un gasoducto de 715 kilómetros que cruzará bajo las aguas del Golfo de México. Pero también figura el sector transporte, destacadamente la compañía Bombardier, con una planta manufacturera aeroespacial en Querétaro, establecida en 2006, la cual desde esa fecha hasta el 2022 había invertido más de 500 millones de dólares americanos.(https://www.aviacionline.com/2022/09/bombardier-to-increase-aerospace-parts-production-in-mexico/). En el mismo sentido, vale la pena hacer mención de la compañía BRP (Bombardier Recreational Products), fabricante de vehículos removedores de nieve, vehículos todo terreno, motocicletas y embarcaciones personales, la cual recientemente anunció la apertura de una nueva planta de fabricación de embarcaciones en 2023, en la Ciudad de Chihuahua, por un monto de 220 millones de dólares. Esta será la quinta planta de BRP en México, que se suma a las tres localizadas en Ciudad Juárez y a otra más ubicada en Querétaro. (https://www.prnewswire.com/news-releases/brp-announces-construction-of-a-new-production-facility-in-mexico-dedicated-to-boat-manufacturing-301726415.html).
Muy probablemente debido a este nuevo entorno y sus efectos, las empresas canadienses empiezan a vislumbrar el potencial de México, diversificando cada vez más sus inversiones, incluso en el sector de alimentos y bebidas. El año pasado la cadena de café más importante de Canadá, la popular Tim Hortons, dio a conocer una inversión de más de 30 millones de dólares, solo en Querétaro, para abrir 50 nuevos establecimientos entre 2023 y 2025, adicionales a los 50 ya existentes en México, en donde inició operaciones en 2017, con su primera tienda en Monterrey. Tim Hortons se ha comprometido a tener como proveedores de café, en al menos un 30%, a productores del estado de Chiapas. (https://www.worldcoffeeportal.com/Latest/News/2022/October/Tim-Hortons-to-double-Mexican-footprint-by-2025). En tanto, la conocida cadena de pizzas en Canadá, Pizza Pizza, que mantiene el liderato en su ramo en esta nación con un total de 730 restaurantes, informó que a partir de 2022 empezaría a operar en México, iniciando en la Cd. De Guadalajara, Jalisco. (https://www.pizzapizza.ca/2021/12/01/pizza-pizza-limited-announces-international-expansion-with-master-franchise-agreement-to-launch-in-mexico/).
Así se están moviendo los capitales canadienses hacia México, a pesar del ambiente adverso que actualmente parece existir para la inversión externa, como lo ponen de manifiesto el cambio en las reglas del juego en el sector energético impuestas por el gobierno de nuestro país, lo que ha provocado las inconformidades y disputas de los gobiernos canadiense y estadounidense. No obstante, como la mayoría de los analistas lo han pronosticado, independientemente de las decisiones internas que se adopten, México parece estar predestinado a ser beneficiario de la actual coyuntura internacional. Los diferendos existentes entre Estados Unidos y China, así como la guerra que tiene lugar en Ucrania, derivada de la invasión rusa iniciada en 2022, han creado condiciones favorables para que México esté en posibilidad de atraer grandes flujos de capital y de inversión del exterior, como a los que hemos hecho alusión. Ahora bien, lo limitado o considerables que puedan ser los beneficios que podamos alcanzar, dependerá de qué tan capaces seamos nosotros mismos de aprovechar esa coyuntura que ahora se nos está presentando.
NOTA PIE DE FOTO: “Tim Hortons, la cadena de cafés más grande de Canadá abrirá 50 nuevas tiendas en Querétaro entre 2023 y 2025, con una inversión superior a los 30 millones de dólares”
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