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Opinión y Propuesta

(Quinta parte)

Mtro. Andrés Vázquez López

Como cuando López Obrador ganó la Jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal con 37.75% de los votos, sobre el candidato panista Santiago Creel, quien debido al efecto Fox, obtuvo 34.29%. En esa ocasión el PAN ganó la presidencia de la República en manos de Fox; y el PRD la capital en manos de AMLO. Y nadie objetó nada. O como cuando en 2018 se ganó la presidencia con más del 50% de los votos y se hizo con tal contundencia y claridad, que tampoco nadie objetó nada. O como cuando en las elecciones de apenas el año pasado, el PRI, el PAN y el PRD unidos, lograron nueve de las dieciséis alcaldías de la CDMX. Y tampoco nadie objetó nada.  

Y finalmente, Anaya termina sus alegatos diciendo que en el improbable caso de que el presidente hubiera perdido el revocatorio y reconocido la derrota, entonces quedaría como nuevo presidente “la persona que escojan los diputados de Morena, ¡así está la ley!”. Un manejo tal del argumento, que sugiere que las cosas son así, es falso y tramposo. La Constitución no dice “Si el presidente es removido, SERÁN LOS DIPUTADOS DE MORENA los que elijan al nuevo presidente”. No. Lo que sí dice en su artículo ochenta y cuatro es: “En caso de haberse revocado el mandato del Presidente de la República, asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo quien ocupe la presidencia del Congreso; dentro de los treinta días siguientes, EL CONGRESO NOMBRARÁ A QUIEN CONCLUIRÁ EL PERÍODO CONSTITUCIONAL. (…)”.  Ahí claramente dice EL CONGRESO. Es decir, los diputados y senadores morenistas, sí. Pero también los diputados y senadores panistas, priistas, perredistas y de los demás partidos. ¿Por qué? Pues porque todos ellos integran al Congreso de la Unión. Cierto es que, con la actual conformación del Congreso, seguramente sería un morenista quien ocuparía la presidencia vacante, dado que son mayoría. Pero lo son por voluntad de los mexicanos, expresada en las urnas. Y cuando se omiten esos datos, pareciera que incluso la Constitución fue torcida para confabular a favor del actual presidente.

La última de las manipulaciones de Anaya en su video, que vamos a comentar, es cuando equipara el ejercicio revocatorio con un tiradero de dinero, cuyos fondos dice, “Se necesitan para otras cosas como medicinas, hospitales, escuelas, becas”. Pero una vez más, son verdades a medias. Porque si bien es cierto, esas y muchas otras cosas se necesitan en nuestro país, también es cierto que el gasto que representó el ejercicio revocatorio salió del presupuesto destinado al INE y no se quitó dinero de las partidas presupuestales destinadas a salud, ni a educación, ni a alimentación ni a ningún programa social. Y omite decir que, si el revocatorio terminó siendo un gasto inútil, fue precisamente por la falta de votantes; ¡pero él mismo llamó a no votar! ¿Entonces?

Esta ha sido una pequeña muestra de las filias y fobias políticas. Lo mejor es mantener la mente clara, dudar de todo y buscar fuentes de información confiables, para formar el criterio propio.

Además, opino que es necesario e importante, generar políticas públicas educativas, en relación al cuidado, protección y preservación del ambiente.

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