Opinión Médica
Las evaluaciones especializadas de los estadios iniciales de la enfermedad de Alzheimer requieren que contemos principalmente con una historia clínica detallada en la cual se cuente con el diagnostico con el apoyo especializado necesario que cuente con todos los eventos posibles para tener elementos concretos que nos permitan abordar dicho diagnóstico.
A la fecha es necesario contar con criterios establecidos en los datos biomarcadores que puedan sustentar la conducta del paciente el tiempo de evolución los criterios diagnósticos que se han manejado en este tiempo para integrar el conocimiento el más exacto posibles de la enfermedad, y sobre cuándo considerar necesaria la intervención de un especialista en demencia.
El ejemplo claro de identificar pacientes con enfermedad de Alzheimer, es iniciar con nombre sexo y su nivel educativo. Después de esto es muy importante su actividad ya que indudablemente describe las funciones cerebrales propiamente dichas, además es importante reconocer si efectivamente trabaja y valorar si tiene algunas preocupaciones. Como aquí todo es importante probablemente estaremos repitiendo esta palabra por lo cual me disculpo, asi que además debemos conocer si ha tenido algunos problemas de memoria que incidan en la realización de las tareas en el trabajo. La o El conyugue deben manifestar si tienen algunas preocupaciones acerca de la gestión de las finanzas familiares. Estos factores parecen ser suficientes a manera de evaluación diagnóstica inicial y permiten identificar si ya existe un deterioro cognitivo leve, y ya puede ser un elemento de referencia porque el paciente y su familia tienen dudas sobre el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer que más le convenga al paciente. Actualmente se cuenta también con posibles ensayos clínicos que comienzan a mostrar efectividad pero que normalmente requieren un estudio concienzudo del paciente para saber si es candidato a este tipo de tratamiento, así como para la confirmación del diagnóstico.
Para este momento podemos decir entonces que la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva e incurable, es decir, un trastorno que causa la destrucción progresiva e irreversible de las neuronas. El Alzheimer generalmente afecta a personas mayores de 65 años, siendo la causa más común de demencia en la población anciana. Por ser una enfermedad de lenta evolución, con señales y síntomas iniciales que pueden confundirse fácilmente con el proceso natural de envejecimiento, muchos pacientes tardan, a veces años, en tener el diagnóstico de su Alzheimer establecido. Aunque no exista cura y los tratamientos no son capaces de cambiar el curso de la enfermedad a largo plazo, el diagnóstico precoz del mal de Alzheimer puede traer algunas ventajas para el paciente, tales como una mayor capacidad para anticipar y planificar el futuro en las etapas más avanzadas de la enfermedad, cuando el paciente estará incapaz de tomar decisiones profesionales y financieras. El inicio temprano de los tratamientos que ayudan a mejorar la calidad de vida es más eficaz en las primeras etapas de este malo.
Se le Llama demencia a un conjunto de signos y síntomas relacionados con el deterioro de la capacidad intelectual, que incluyen, entre otros, pérdida de memoria, dificultad con el razonamiento lógico, cambios del lenguaje, dificultad de escritura, problemas de organización de pensamiento y cambios del comportamiento. La demencia es un síndrome de instalación lenta y gradual, que puede tardar años hasta que sus signos y síntomas sean obvios. Como ocurre en pacientes de edad avanzada, sus síntomas iniciales son a menudo pasados por alto por la familia y por el propio paciente, siendo tratados como cambios normales de la vejez.
La pérdida de la memoria para hechos recientes es el síntoma más típico de la enfermedad de Alzheimer y está generalmente presente en etapas tempranas de la enfermedad. Inclusive cuando la pérdida de memoria no es un síntoma de lo que el paciente o sus familiares se quejan, todavía, si bien investigado por el médico, es posible detectarlo.
Uno de los hechos que debe llamar la atención de manera primordial y que puede ser detectado por el mismo paciente se relaciona con la pérdida de la memoria temporal reciente o el olvido de acontecimientos recientes y la dificultad de aprender cosas nuevas. En la vida cotidiana el paciente mismo recuerda y comenta que acaba de encontrar a un conocido pero que no recuerda su nombre, que acaba de hacer un pago, pero no recuerda A quien y diversas situaciones de la misma tesitura, que si los familiares son observadores pueden tomar nota de la presencia de esta enfermedad en su forma temprana. En las primeras etapas, el paciente puede recordar de una fiesta que ocurrió hace 20 años, pero no sabe lo que tenía para el desayuno. Con el avance de la enfermedad, sin embargo, la pérdida de memoria alcanza los hechos antiguos, y el paciente puede empezar a olvidar el nombre de familiares cercanos. Como ejemplos en algunos pacientes pueden tener programada una reunión y olvidarse de organizarla recordando más adelante el hecho pasado, estas situaciones son comunes y frecuentes y deben ser una llamada de atención a los familiares de estos pacientes para que no les sorprenda el progreso de la enfermedad ya que esto es normal en esta patología. Ahora bien, los cambios pueden ser más extremos y ocurrir por ejemplo que llegan a olvidarse de atender a una cita que el mismo concertó para una reunión y no recordarse nunca más, inclusive después de ver en su propia agenda el encuentro con su propia letra, es un signo de advertencia. Del mismo modo, es normal entrar a una sala, olvidar que hacer allí, pero después de un tiempo volver a recordarse y conseguir terminar la tarea que había planeado inicialmente. Por otro lado, no es normal que una persona durante todo el día entre en una sala varias veces, siempre con el mismo objetivo y olvide lo que iría hacer antes de completar la tarea. Otra situación que debe llamar a la señal de advertencia relacionada con el hecho de que el paciente repite una pregunta varias veces al día. A menudo, la pérdida de la memoria de las fases iniciales de la enfermedad de Alzheimer es sutil y se detecta solamente si los familiares están muy atentos. Una prueba que se utiliza para probar la memoria a corto plazo es proporcionar al paciente una serie de 3 palabras o simples objetos (ex: llave, plátano y lápiz) y después de 5 a 10 minutos le pide que repita lo que le dijeron o mostraron. El paciente con enfermedad de Alzheimer no puede recordar los nombres de los objetos inclusive cuando la familia trata de ayudarlo dándole consejos.
El paciente con Alzheimer pierde objetos personales con facilidad, no sólo porque él no puede recordar donde los guardó, sino también porque es común que los objetos se almacenan en lugares extraños, como, por ejemplo, dejar la llave del coche dentro de la nevera. En comparación las personas sanas pueden perder objetos y, a veces, inclusive dejarlos en localizaciones inusuales por error. La diferencia es que la persona sana puede reconstruir mentalmente las rutas y ubicaciones recientes donde él estuvo y finalmente descubriendo donde el objeto se perdió, aunque sea en un lugar no apropiado, como cuando nos olvidamos las llaves de casa dentro del cuarto de baño. El paciente con Alzheimer no sólo no puede rehacer mentalmente el camino reciente, sino también no pone los objetos lugares extraños solamente por error, coloca las llaves en la nevera porque se confunde acerca de la utilidad real de nevera o de las llaves. En etapas más avanzadas de la enfermedad, el paciente con Alzheimer pierde la capacidad de poseer dinero, porque lo pierde fácilmente y ya no le da más su debido valor.
Los pacientes pueden notar que las dificultades van aumentando, pero generalmente crean exp0licadaciones complejas e inadecuadas para tratar de justificar estas nuevas dificultades. A menudo, el paciente empieza a evitar ciertas situaciones sociales con el fin de ocultar sus limitaciones. En las etapas avanzadas de la enfermedad, el paciente no puede realizar tareas básicas de la vida cotidiana, como alimentarse, vestirse o bañarse, sin la ayuda de un miembro familiar o amigo. Existen diversos instrumentos que podrían utilizarse en la práctica clínica para intentar identificar los cambios durante los estadios iniciales de demencia o enfermedad de Alzheimer. Algunos de ellos son el Miniexamen del estado mental, la Evaluación cognitiva de Montreal o MoCA, el SLUMS y, luego, la GPCOG y el MiniCog, aunque son predominantemente instrumentos de cribado, no son realmente de gran ayuda para la detección temprana de problemas leves como el deterioro cognitivo leve. En cuanto a la evaluación funcional, se puede utilizar una puntuación estructurada. El cuestionario de evaluación funcional es uno de ellos. También puede utilizarse la DAD, que es una evaluación de la discapacidad en la demencia. Ambos dependen de contar con un informante fiable que sepa bastante sobre el paciente. En cuanto a la conducta, se puede intentar realizar una evaluación informal o utilizar instrumentos como el NPI-Q o elementos del NPI-Q. Este es el Inventario Neuropsiquiátrico para tratar de calificar síntomas como delirios, alucinaciones, irritabilidad, etc. La Escala de depresión geriátrica puede utilizarse para las puntuaciones del estado de ánimo. Así pues, en el caso de cualquier paciente, volvimos a realizar la evaluación cognitiva de Montreal, o MoCA. Hay diferentes puntuaciones dependiendo de los niveles de experiencia en la administración del MoCA. Para utilizar el MoCA, se supone que uno debe haber entrado en línea y haber terminado de ver un vídeo de formación en el que se describe qué hacer. Sin embargo, hay cierta variación.
Los pacientes con Alzheimer pueden perder la noción del tiempo, causar confusión con las fechas, estaciones y el paso de las horas. Este problema se llama desorientación temporal. Una forma de averiguar si el paciente está orientado temporalmente es preguntarte sobre la fecha de hoy, incluyendo mes, día y año.
El paciente con desorientación temporal también puede tener dificultad para comprender las situaciones que no están sucediendo en este momento. Narrativas en el futuro o en el pasado pueden ser confusas. Si el paciente ya está en algún lugar por unas horas, él puede no ser capaz de decir cuánto tiempo ya está allí. Otra forma de desorientación común en la enfermedad de Alzheimer es la desorientación espacial, es decir, el paciente tiene dificultad para reconocer el local donde está. Si está en el hospital, él puede decir que está en casa o simplemente decir que no sabe dónde está. Además, si se le pregunta, él también no será capaz de decir cuándo y cómo llegó allí. En etapas avanzadas de la enfermedad, la desorientación espacial asociada a pérdida de la memoria aumenta el riesgo del paciente perderse en la calle y no poder volver a la casa.
Muchas gracias.