Dr. Guillermo Flores Flores [email protected], [email protected]
El Carcinoma indiferenciado de “Células de Avena de Pulmón”
El carcinoma de células de avena (CCA) del pulmón representa una de las formas más agresivas de tumores malignos de pulmón y del cuerpo humano. De hecho, se considera un sinónimo de agresividad tumoral al grado de que cuando se encuentra un tumor agresivo de cualquier órgano se suele decir “semejante a células pequeñas de pulmón”, Curiosamente además de crecer primariamente en el pulmón comparte características con tumores de células pequeñas, con diferenciación neuroendocrina de otras localizaciones. Para ejemplificar esto mencionaremos algunas características de la embriología del sistema neuroendocrino que es un fenómeno natural embrionario extraordinariamente fascinante ya que nos explica cómo se vincula el desarrollo del sistema nervioso con el sistema endocrino, formando una red de regulación compleja desde etapas tempranas del desarrollo embrionario.
- Origen embrionario común
El sistema neuroendocrino se deriva principalmente de dos capas germinativas:
- Ectodermo neural, que da origen al sistema nervioso central y periférico, así como a la médula suprarrenal.
- Endodermo, que contribuye a estructuras endocrinas como el páncreas y la tiroides.
- Desarrollo de componentes clave
a) Hipotálamo e hipófisis (neurohipófisis y adenohipófisis)
- Hipotálamo: surge del prosencéfalo (parte del tubo neural anterior) y comienza a producir hormonas reguladoras.
- Neurohipófisis: se desarrolla como una evaginación del diencéfalo.
- Adenohipófisis: proviene de la bolsa de Rathke, una invaginación del ectodermo oral, que migra y se adosa a la neurohipófisis.
b) Glándula suprarrenal - Corteza suprarrenal: se forma del mesodermo intermedio.
- Médula suprarrenal: deriva de células de la cresta neural, migran hacia la glándula en formación y se diferencian en células cromafines, que secretan catecolaminas (epinefrina y norepinefrina).
c) Células neuroendocrinas difusas - A lo largo del tubo digestivo, se desarrollan células del sistema APUD (Amine Precursor Uptake and Decarboxylation), también derivadas de la cresta neural, que secretan diversas hormonas digestivas y neuromoduladoras.
- Cresta neural: la importancia de una unión biológica superespecializada
Este conjunto de células migratorias da lugar a múltiples estructuras neuroendocrinas, incluyendo:
- Médula suprarrenal
- Células parafoliculares (Células C) de la tiroides – Parte del sistema APUD
Este origen común explica cómo sistemas tan distintos en apariencia (nervioso y endocrino) están profundamente conectados tanto funcional como embriológicamente.
Clasificado dentro del grupo de los tumores neuroendocrinos de pulmón (el tumor de “células de avena”), este tipo de cáncer se caracteriza por su rápido crecimiento, alta tasa de metástasis precoz y escasa respuesta a tratamientos quirúrgicos. Constituye aproximadamente el 15% de todos los casos de cáncer pulmonar y guarda una estrecha asociación con el tabaquismo.
El CCA muestra una morfología distintiva de células pequeñas, escaso citoplasma y núcleos hipercromáticos. Presenta frecuentemente mutaciones en genes supresores de tumores como TP53 y RB1. Desde un punto de vista clínico, los pacientes suelen presentar síntomas inespecíficos: tos persistente, pérdida de peso, disnea o dolor torácico. Sin embargo, un aspecto relevante es su capacidad para producir síndromes paraneoplásicos, como el síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH) o el síndrome de Cushing ectópico, lo que lo convierte en una entidad médica de alto impacto sistémico, aunque la condición clínica de máxima gravedad que puede producir es el llamado “Síndrome de Vena Cava Superior”.
El diagnóstico se basa en biopsia con examen histopatológico y técnicas de inmunohistoquímica, que ayudan a diferenciarlo de otras neoplasias pulmonares y de otra localización corporal compuestas por células pequeñas. La estadificación se simplifica en “enfermedad limitada” o “enfermedad extensa”, dado que la rapidez con la que se disemina limita el uso de escalas TNM convencionales. Las herramientas de imagen como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la tomografía computarizada (TC) son clave para la valoración sistémica.
Dada su rápida progresión, el CCA se trata con quimioterapia sistémica combinada con radioterapia. Fármacos como etopósido y cisplatino constituyen el esquema estándar, con tasas de respuesta inicialmente favorables. Sin embargo, las recaídas son frecuentes y el pronóstico continúa siendo pobre: la mediana de supervivencia en enfermedad extensa es menor a un año. En los últimos años, la inmunoterapia ha emergido como una alternativa prometedora, aunque con beneficios aún limitados.
Por lo tanto claramente podemos decir que el carcinoma de células de avena de pulmón representa un verdadero desafío en oncología moderna: clínicamente agresivo, difícil de tratar y con enorme carga social. Su abordaje requiere no solo de una respuesta médica oportuna, sino también de políticas preventivas estructurales que reduzcan la exposición a factores de riesgo y mejoren el acceso a diagnósticos tempranos y tratamientos innovadores. Cuando sospechamos de esta enfermedad, se puede contestar asociando el habito de tabaquismo crónico con una enfermedad torácica de rápida progresión y con ataque al estado general, los síntomas principales podemos citar a: - Tos persistente (frecuentemente el primer síntoma)
- Pérdida de peso y apetito
- Disnea (dificultad para respirar)
- Dolor torácico
- Hemoptisis (expectoración con sangre)
- Astenia (cansancio generalizado)
- Síntomas neurológicos por metástasis cerebral: cefalea, convulsiones, alteraciones cognitivas
- Síndromes paraneoplásicos, como:
- Secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH)
- Síndrome de Cushing ectópico
- Síndrome miasténico de Lambert-Eaton
El proceso diagnóstico es multidisciplinario e incluye los siguientes pasos: - Imagenología:
- Radiografía de tórax: puede mostrar masas hiliares o mediastinales.
- Tomografía computarizada (TC): esencial para valorar la extensión local y ganglionar.
- PET-CT: útil para detectar metástasis y estadificación completa.
- Toma de muestra tumoral:
- Broncoscopia con biopsia endobronquial
- Aspirado con aguja fina (en caso de tumores periféricos o ganglios)
- Biopsia por toracoscopia, si es necesario
- Análisis histopatológico:
- Células pequeñas, hipercromáticas, con escaso citoplasma
- Alta relación núcleo/citoplasma
- Alta tasa mitótica y necrosis frecuente
- Inmunohistoquímica:
- Marcadores positivos típicos: CD56, sinaptofisina, cromogranina A
- Negativo para marcadores epiteliales comunes (ayuda a diferenciarlo de otros carcinomas) – Estadificación:
- Clasificación práctica en enfermedad limitada (unilateral) o enfermedad extensa (metástasis múltiples)
La biopsia para diagnosticar el carcinoma de células de avena (o microcítico) del pulmón debe ser precisa y segura, ya que este tipo de cáncer suele encontrarse en zonas centrales del pulmón y se disemina rápidamente:
- Broncoscopia con biopsia endobronquial
- Indicada cuando el tumor es central (por ejemplo, cerca del hilio).
- Procedimiento: mediante un broncoscopio flexible, el médico visualiza las vías respiratorias y toma muestras con pinzas.
- Ventajas: mínimamente invasivo, permite biopsia directa y lavado broncoalveolar. – Limitaciones: menos eficaz si el tumor es periférico o de difícil acceso.
- Punción con aguja fina (PAAF) o aguja gruesa (BAG) guiada por imagen
- Indicada para lesiones periféricas o masas en mediastino o ganglios linfáticos.
- Guía: por tomografía computarizada (TC), ultrasonido endobronquial (EBUS) o ecografía.
- PAAF permite obtener células para citología; BAG, tejido para histología e inmunohistoquímica.
- Ventaja: alta precisión diagnóstica con bajo riesgo.
- Biopsia quirúrgica (toracoscopia o toracotomía)
- Reservada cuando otros métodos no logran obtener muestra representativa.
- Permite una resección diagnóstica amplia y evaluación de ganglios linfáticos.
- Más invasiva, pero útil en tumores complejos o cuando se sospechan diagnósticos diferenciales.
- Mediastinoscopia
- Técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite tomar muestras de ganglios mediastinales.
- Especialmente útil para estadificación y confirmar metástasis ganglionar
Se distingue del cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) por su rápido tiempo de duplicación, alta fracción de crecimiento y el desarrollo temprano de metástasis generalizadas. Aunque este tumor inicialmente es altamente sensible a la quimioterapia (QT) y la radioterapia (RT), la mayoría de los casos exhiben periodos libres de enfermedad diferentes. Según los últimos datos aportados por Global Cancer Observatory, el carcinoma de pulmón es uno de los tumores con mayor incidencia en nuestro país. De los 270 363 nuevos casos de cáncer que se registran cada año en España, 27351 corresponden a tumores de pulmón, siendo el 10% del total. Una observación que llama la atención es el hecho de que en los últimos años la frecuencia general de este tumor no ha cambiado en el mundo, pero comienza a variar la frecuencia por sexo se ha visto que comienza a disminuir en hombres y comienza a aumentar en mujeres.
El origen de este tumor maligno se encuentra muy relacionada con el consumo de tabaco, estando el 95% de los casos asociado a este factor, y la exposición acumulada al tabaquismo. El número de paquetes de tabaco consumido al año (paquetes/año) es un factor determinante para el desarrollo de CMP entre los fumadores, especialmente en aquellos que fuman más de 40 paquetes/año y de forma prolongada.
El diagnóstico anatomopatológico del CMP ha de hacerse de acuerdo con la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) combinando la morfología y la inmunohistoquímica (IHQ).
El CPCP generalmente surge en las vías respiratorias centrales, se infiltra en la submucosa y reduce gradualmente la luz bronquial a través de la diseminación extrínseca o endobronquial. La presentación más común es la de una gran masa hiliar con afectación significativa de los ganglios linfáticos del mediastino que puede llegar a ser voluminosa.
Las posibles consecuencias clínicas incluyen tos (50%), disnea (40%), pérdida de peso y debilidad. El síndrome de vena cava superior aparece en un 10% de los casos y puede llegar a ser una verdadera urgencia que sin embargo puede paliarse con radioterapia.
Es necesario un diagnóstico rápido, sencillo y eficaz dada la agresividad de la enfermedad y que la mayoría de los casos son muy sintomáticos. Es importante realizar una estadificación precisa, ya que esta va a condicionar la actitud terapéutica y el pronóstico. El objetivo es descartar la presencia de enfermedad a distancia, que implicará el no realizar un tratamiento potencialmente radical a nivel torácico. Pará hacer una estadificación inicial se realizan: una historia clínica detallada y una estadificación adecuada.