•          Viajar en autobús, el riesgo de sufrir un accidente y que el seguro no cubra los derechos del pasajero; complicidad entre la SCT y las líneas “patito” al circular sin permisos autorizados

Ainer González/Edición: Francisco Mendoza/Diseño: Luis Méndez / Diario de Chiapas

Viajar en un autobús a bajo costo durante las próximas vacaciones de verano, podría salir más caro de lo que se imagina; esto se debe principalmente a que existe una diferencia en la cobertura de los seguros entre un transporte federal de pasajeros y transporte federal de turismo, que son unidades rentadas para realizar un viaje especial; las segundas, son las que acostumbran a brindar el servicio de pasajeros con corridas diarias aún cuando no tienen un permiso para hacerlo.

Según datos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), en Chiapas circulaban hasta el primer trimestre del año, mil 577 unidades de autotransporte federal de pasajeros y mil 385 vehículos de autotransporte de turismo, sin embargo, aunque la autoridad federal no proporcione información precisa de cuantas de las empresas operan desde la ilegalidad y si han sido sancionadas, en la realidad un gran número brindan el servicio.

Los destinos son variados, Ciudad de México, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Guanajuato, Monterrey y hasta Tijuana, con escalas incluidas, que tampoco deberían ser permitidas.

¿Pero en qué radica la diferencia en los seguros? Alan Montes Villegas, agente de seguros, explicó que para el transporte de pasajeros cubre riesgos asociados al transporte de personas, mientras que el seguro para transporte de turismo (renta) puede tener diferentes coberturas dependiendo del contrato que hayan hecho las empresas.

Las aseguradoras de transporte público ofrecen pólizas que cubren daños a terceros (incluidos pasajeros), gastos médicos, y en algunos casos, daños al vehículo y responsabilidad civil. Las pólizas de seguro para vehículos de renta varían ampliamente, pueden incluir o no seguros de daños al vehículo, seguros de responsabilidad civil, o seguros contra robo.

En el transporte federal de turismo al ser servicios esporádicos y digamos a solicitud, estos deben de contar con coberturas más amplias y flexibles, incluyendo eventos en rutas, eventos no regulares, seguros para múltiples conductores y cobertura de equipaje cobertura en el tour”, señaló Alan Montes Villegas, agente de seguros.

Se han documentado casos de accidentes en transporte federal donde la empresa no contaba con seguro, o el seguro no cubría los daños causados. Esto ha generado dificultades para los pasajeros, quienes han tenido que enfrentar largas batallas legales para obtener una indemnización, o han tenido que cubrir los gastos médicos y de reparación por su cuenta.

“viajar en una unidad sin seguro o póliza vencida representa muchos riesgos. Y sin riesgo graves, quedan desprotegidos en un accidente, en la parte médica, la parte de indemnización por lesiones o puede ser también por fallecimiento. También el proceso de reclamar daños se vuelve más largo y difícil. Regularmente recae sobre el conductor o la empresa. Y saben que regularmente ya no son localizables”.

Multas

Las multas por Prestar Servicio de autotransporte federal de pasaje sin permiso, tiene sustento en el artículo 8º fracción I y el 74 de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, estos preceptos de Ley en su contenido citan:

Artículo 8o.- Se requiere permiso otorgado por la Secretaría para:

I. La operación y explotación de los servicios de autotransporte federal de carga, pasaje y turismo.

Artículo 74. Salvo lo dispuesto en el Artículo 74 Bis de la presente Ley, las infracciones a lo dispuesto en la misma, serán sancionadas por la Secretaría de acuerdo con lo siguiente:

Colocar intencionalmente señales con ánimo de ocasionar daño a vehículos en circulación, con multa de cien a quinientos salarios mínimo. “Bueno, impacta directamente al operador y a la empresa, que pueden enfrentar sanciones administrativas, cancelación de los permisos y hasta consecuencias penales por negligencia

Uno de los sectores más afectados en cuestión económica son las empresas que cuentan con sus permisos en reglas y que tienen décadas brindado el servicio; sin embargo, en los últimos años no han fijado una postura al respecto para evitar que continúe esta práctica y que incluso en esta ocasión, se negaron a brindar información al respecto.

Registro Nacional de Turismo

En Chiapas, uno de los estados con mayor riqueza natural y cultural del país, el número de empresas autorizadas para realizar traslados turísticos por carretera no corresponde ni de cerca con la cantidad de visitantes que recibe año con año.

De acuerdo con el Registro Nacional de Turismo (RNT), en la entidad hay 570 empresas registradas para ofrecer distintos servicios turísticos: hospedaje, agencias de viajes, arrendadoras de autos, venta de alimentos y bebidas, y guías turísticos. Sin embargo, apenas cuatro de ellas cuentan con autorización federal para operar como transportadoras turísticas, es decir, para ofrecer legalmente recorridos a los diferentes sitios de interés del estado.

El dato contrasta con las cifras oficiales de turismo. Según el último informe de la Secretaría de Turismo de Chiapas, durante el 2024 llegaron al estado 8 millones 853 mil 418 visitantes, de los cuales 7.5 millones fueron turistas nacionales y 1.3 millones extranjeros. En otras palabras: por cada dos millones de visitantes, hay apenas una empresa formalmente autorizada para ofrecer traslados turísticos.

La brecha entre la cantidad de turistas y el número de prestadores de transporte regulado no solo evidencia un problema de capacidad operativa, sino un vacío institucional que ha sido ignorado por años. En un estado donde muchas de las rutas hacia centros ecoturísticos, cascadas, zonas arqueológicas y pueblos indígenas requieren traslados organizados, la ausencia de una oferta formal y suficiente abre la puerta a la improvisación, la informalidad y la precariedad del servicio.

El auge de las empresas “patito”

Frente a este vacío, han proliferado las empresas irregulares —muchas sin nombre comercial o sin estructura legal— que ofrecen paquetes turísticos y traslados en unidades sin permisos, sin seguros de viaje y, en algunos casos, sin siquiera placas comerciales.

Algunas operan a través de redes sociales, promocionando tours a San Cristóbal, Palenque, el Cañón del Sumidero o Lagos de Montebello con precios bajos, pero sin que exista certeza sobre su registro, experiencia o responsabilidad legal. La mayoría no aparece en ningún padrón oficial, y aun así mueven diariamente a cientos de personas en vehículos particulares, camionetas o unidades adaptadas sin autorización.

En comunidades rurales, cooperativas o grupos locales han tomado también el rol de operadores turísticos, muchas veces sin capacitación ni respaldo. Aunque estas iniciativas responden a la necesidad económica local, lo cierto es que su crecimiento desregulado representa un riesgo: tanto para los visitantes, que carecen de protección ante accidentes o negligencias, como para los sitios naturales, que no siempre cuentan con control de acceso o medidas de conservación.

Turismo a ciegas

Lo preocupante no es sólo la falta de operadores formales, sino la ausencia de políticas claras para integrar a quienes ya están ofreciendo el servicio de forma informal. No hay incentivos, no hay procesos de acompañamiento ni campañas de regularización pública visibles. Las inspecciones, cuando existen, suelen ser esporádicas o centrarse solo en temporadas altas.

Mientras tanto, los visitantes seguirán llegando, muchas veces sin saber si el transporte que los llevará a una cascada o a un cenote cumple con las mínimas condiciones de seguridad.

Aunque en el discurso oficial se hable del “crecimiento turístico” del estado, lo cierto es que las estructuras que deberían sostener esa actividad —como la movilidad y el transporte legal— siguen estancadas, dejando al turismo de Chiapas en manos de la informalidad, la suerte o la buena voluntad de unos pocos.

SICT no figura

La omisión de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en su delegación estatal, deja en claro que a este ente no le interesa la regulación real de las unidades y mucho menos la integridad y seguridad de los pasajeros, ya que se negó a darnos información.

El problema con el transporte turístico irregular es constante, con consecuencias diarias, ya que todos los días, miles de personas viajan en estos camiones sin ningún control.

Al contrario, la Secretaría de Movilidad y Transporte estatal nos señaló que ellos fungen como un puente vinculante entre los agremiados del transporte turístico y la SICT.

Albania González Pólito, secretaria de Movilidad y Transporte de Chiapas señaló que en el caso de la dependencia que representa, su jurisdicción es limitada en el sector turístico.

“Nosotros realmente, no concesionamos ni permisionamos al transporte turístico, esa es una facultad de tiene el gobierno federal a través de la secretaría de Infraestructura, nosotros concesionamos transporte tipo taxi, de carga, pipa; permisionamos transporte escolar, escuelas de manejo”.

Aun así, la dependencia estatal está atenta a las necesidades de los agremiados y en caso de problemas o dificultades en este sector, la autoridad federal trabaja como puente para establecer mediación.

“A través de nosotros también podemos hacerle llegar a la secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, la información sobre alguna denuncia, el mal manejo o cobros excesivos, pero no es algo en el que nosotros tengamos una intervención directa”.

Explicó que, por lo regular, los concesionarios de transporte turístico, buscan apoyo para que se les permisione las unidades, por lo que el diálogo entre las dos entidades de transporte es constante.

“Principalmente de vehículos que transitan en carreteras federales y que no cuentan con el permiso correspondiente que es un tema, que muchas veces los concesionados, a pesar de que son concesionados federales, acuden a nosotros para solicitarnos, nuestra intervención para establecer mesas de trabajo con la secretaría”.

El trabajo de contacto y medio por el cual los concesionarios establecen el vínculo con las autoridades federales es importante, ya que esta labor el gremio puede hacer gestiones con las figuras encargadas de permisionar y resguardar el orden en las carreteras federales.

La Guardia Nacional es el ente encargado de retirar a estos vehículos en carreteras federales que transitan de manera irregular, por lo que la secretaría de Movilidad y Transporte traba de la mano con ellos para realizar acciones en favor de los pasajeros.

“Cuando se trata de espacios estatales nosotros intervenimos y también podemos solicitarles a ellos (transportistas irregulares) que nos presenten la documentación que deberían tener todos como es el seguro de daños a terceros, que puedan cubrir en caso de accidente, que cubran la hospitalización o los gastos médicos de las personas que van dentro de esos vehículos”.

Mientras los choferes de trasporte irregular hagan su viaje por carreteras estatales, la secretaría de Movilidad y Transporte estatal está facultada para detenerlos y pedirles el listado de documentos a estas unidades.

“De hecho hemos estado haciendo en coordinación con la Guardia Nacional en algunas zonas, a solicitud de concesionados nuestros, hacemos operativos en conjunto para la detención y en algunos casos para que se multe a las personas que están haciendo este servicio de forma irregular”.

El apoyo por parte de las autoridades municipales, es esencial para que los operativos tengan buenos dividendos, dijo, ya que ellos son los que conocen mejor la zona en las que se realizan los operativos.

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