- “Donde no se violen los derechos humanos”: TEECH
- Sáhara Munira se defiende de quienes señalan que su diputación partió de una simulación
Carlos Rosales / José Salazar / Marco Alvarado / Diario de Chiapas / Diario de Chiapas
En Chiapas, la autoadscripción simple a una candidatura o cargo público por acción afirmativa se ha vuelto un grave problema, porque aún hay personas que se registran y son señaladas por no pertenecer a una comunidad quitándole el espacio a quien le pertenece.
Gisela Rincón Arreola, secretaria de Estudio y Cuenta en el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas, hizo recordar que años anteriores, era el mismo problema con los espacios para las comunidades indígenas, ya que los partidos políticos registraban candidatos que no pertenecían a este tipo de población; por lo que, optaron por hacer una autoadscripción calificada.
“Anteriormente, cualquiera que llenara el formato y dijera que, pertenecía a una comunidad indígena, podría ocupar un puesto en el gobierno, pero ahora, se le exige una autoadscripción calificada que consiste en que la misma comunidad indígena lo respalde que si pertenece”, acotó.
En el caso para registrarse a un cargo público perteneciendo a la comunidad LGBT, aún se sigue manejando la autoadscripción simple; la cual no pide muchos requisitos y solamente basta mencionar que sí pertenece al grupo de la diversidad sexual. Esto ha ocasionado que, varios quieran fingir ser de esta comunidad quitándoles los espacios a quienes si forman parte.
“Existe un formato que se llama autoidentificación a la diversidad sexual; el cual solo basta mencionar que si pertenece a la comunidad LGBT de buena fe y ya con eso, el IEPC ya no le pide mayor prueba”, apuntó.
Aseguró que, para la comunidad LGBT, se podría manejar una autoadscripción calificada, pero también podría tener otras consecuencias, ya que se violarían los derechos humanos al exigir que demuestren su pertenencia a la diversidad sexual.
“También, debería de pedirse una autoadscripción calificada en donde se emita algo que avale que, si pertenece a la comunidad LGBT, pero claro, sin exigirles que lo comprueben en cuestiones personales porque sería discriminatorio y contradictorio”.
Tribunal Electoral Federal solapa usurpación y simulación en candidaturas
En los últimos años, el estado de Chiapas ha sido un mal ejemplo en la usurpación y simulación de candidaturas en puestos de representación popular, ya que ha desfavorecido a los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad.
Oswaldo Chacon Rojas, especialista en materia electoral, comentó que en el país se han legislado acciones afirmativas para grupos vulnerables como ha sido el tema indígena y el de las mujeres y se han establecido cuotas para personas que pertenecen a la comunidad LGBT.
Sin embargo, dijo que han habido varios casos en donde candidatos o candidatas han usurpado los lugares que están reservados para personas que si cumplen con los requisitos, pero todo esto se vuelve en un acto de corrupción.
“Nuestra entidad ha sido un mal ejemplo en el país de cómo esas malas prácticas de utilizar subterfugios y trampas para que de manera falsa, se encarguen de simular el cumplimiento de estas acciones afirmativas y es algo que ya no debería de suceder” comentó.
Responsabilizó al Tribunal Electoral Federal como el órgano que ha solapado todos estos actos de simulación y usurpación de candidaturas. Recientemente, se supo el caso de Tere Campos, quien, si pertenecía a la comunidad LGBT, le quitaron una curul en el Congreso del Estado de Chiapas para dársela a Sáhara Munira por tener “influencias dentro de la política”.
“Estos asuntos llegan en última instancia en el Tribunal Electoral Federal y cuando ha existido voluntad y compromiso con la sociedad, se han revocado candidaturas falsas; pero, en Chiapas, ocurre todo lo contrario y los grupos vulnerables son los más desfavorecidos, pese a tener elementos sospechosos”, sostuvo
Aseguró que, para autoadscribirse a una candidatura, los lineamientos señalan que, no solo basta que la persona diga que pertenece a un grupo vulnerable, ya que, si hay elementos notoriamente que no la acrediten, el Tribunal Electoral Federal tiene la obligación de revocar la candidatura o diputación.
“Los casos de simulación en la entidad más comunes se han dado en los grupos de las mujeres, candidaturas indígenas y ha habido simulaciones en temas de diversidad sexual, pese a que han sido denunciados, no se ha hecho justicia”, finalizó.
Partidos han abusado de la autoadscripción
El tema de la autoadscripción no es novedoso y no es exclusivo de este proceso electoral, sino que ha surgido en pasadas elecciones. Se interpreta como un campo de oportunidades bastante interesante que debe fortalecerse, aseguró Rubén Antonio Zuarth Esquinca, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Lo que se buscó al abrir la autoadscripción a los indígenas y a los grupos vulnerables es que estos estuvieran representados dentro de los espacios de participación política: ayuntamientos y diputaciones.
En la práctica, muchos de los partidos políticos han abusado de esa autoadscripción. Hoy basta con un documento que indique la pertenencia a un grupo vulnerable o a una denominación indígena; con eso, el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) lo considera válido.
Es necesario fortalecer y legislar con los mecanismos adecuados para que las personas que pertenecen a esos grupos, sectores sociales vulnerables o de rango de participación sean los que realmente estén representados. “Luego llegan a los distintos encargos personas que se autoadscriben, pasando por esa autoadscripción sin mayor rigor técnico y sin supervisión. Luego, quienes trabajan en los colectivos no están representados”.
Sáhara pide respeto por su privacidad
Sáhara Munira José Flores aclaró que no es “monedita de oro” para caerle bien a todos, y que tampoco espera la aprobación de ningún colectivo para identificarse como parte de la diversidad sexual.
“Allá ellos”, dijo al referirse a los que se manifestaron en su contra, ya que ella tiene un espacio en el Poder Legislativo local, en donde está dispuesta a trabajar por la causa de la diversidad sexual, y por otras causas sociales, ya que es una “representante del pueblo”.
Descartó que toda la comunidad de la diversidad sexual esté en su contra, aunque reconoció que no tiene por qué caerle bien a todos al no ser “una monedita de oro”, pese a su plena disposición al trabajo legislativo.
Y sobre la petición de otorgar estos espacios no por autoadscripción simple, sino mediante un procedimiento calificado, la legisladora plurinominal por Morena, opinó que no se trata de ser calificada por un colectivo o una asociación:
“En sí no hay un colectivo, una asociación que selle que la persona es de la diversidad sexual, eso es de sentimiento, es de sentir. No hay como que alguien me bautice y diga tú sí vas a ser gay, no; siento yo que si me considero así hay que respetar. Ya es de la privacidad de cada uno”.