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Letras Desnudas

Mario Caballero

Que gran historia nos regaló la providencia en días pasados. De esas que valen la pena contar y hasta repetir.

No se trata de un asunto político como los que estamos acostumbrados últimamente, ni de una investigación periodística que nos revela otro execrable caso de corrupción por parte de algún funcionario público, mucho menos de algo que tenga que ver con un hecho trágico.

No, esto es otra cosa. Muy singular. Una historia que nos dice que después de todo y a pesar de todo, siempre tenemos que ver el lado más sensible y humano de los hechos. Yo que acostumbro ocupar este espacio con temas políticos, hoy contaré un acontecimiento conmovedor, que me dejó con un nudo en la garganta, una historia que nos permite ver que un mejor mundo es posible.

Se trata de una pequeña crónica que apareció en varios medios de comunicación locales y nacionales bajo distintos títulos, en la que se cuentan las peripecias de una adolescente que hizo de todo, hasta superar sus miedos, para agradecerle en persona al gobernador Rutilio Escandón Cadenas que la haya ayudado a salvar su vida.

Sucedió el jueves 10 de noviembre, durante un evento en el municipio costero de Huixtla, al que Gretel Paulette asistió desde muy temprano y, sin haber sido invitada, ocupó uno de los asientos de la primera fila, esos que siempre están reservados para los funcionarios e invitados especiales. Ella, sin embargo, nerviosa y temblorosa, se sentó ante las miradas interrogantes de los asistentes.

ANTECEDENTES

Gretel no proviene de una familia poderosa e influyente. Todo lo contrario, es de una familia humilde y sencilla, muy querida en su natal Huixtla, que el domingo 31 de julio de este año tuvo uno de los peores días de su vida.

Su padre, Paúl Bermúdez, llevó de vacaciones a todos los integrantes de la familia a la casa de su abuela materna, que vive en Coatzacoalcos, Veracruz, tal como ha sido la costumbre de todos los años. Empero, sufrieron un terrible accidente automovilístico.

Su vehículo circulaba por la carretera transístmica, muy cerca del poblado Ocampo Nuevo, cuando ocurrió el percance. Gissel, hermanita de Gretel, de 8 años de edad, perdió la vida lamentablemente. Gretel y sus padres resultaron con varias heridas, siendo ella la más grave.

Al lugar llegaron paramédicos de Protección Civil de los municipios de San Juan Evangelista y Sayula de Alemán, quienes les dieron los primeros auxilios y después los trasladaron al Hospital Acayucan-Uluta, que era insuficiente para atender la gravedad de las lesiones de la menor.

Fue así que el gobierno de Coatzacoalcos se movilizó para realizar el traslado. De inmediato se pusieron en contacto con autoridades de la Secretaría General de Gobierno de Chiapas, que se coordinó con la Unidad de Protección Civil y el Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías, en Veracruz.

El cuatro de agosto, llegó a las instalaciones de este nosocomio el helicóptero de Protección Civil del gobierno chiapaneco, matrículas XC-JEE, que trasladó a Gretel a un hospital de nuestro estado para recibir atención especializada.

Gracias a la oportuna actuación de nuestras autoridades y de las veracruzanas, hoy Gretel se encuentra en proceso de rehabilitarse completamente.

EN EL EVENTO

Quien haya pasado por un trance de esta naturaleza entenderá lo difícil que es superar los traumas psicológicos y físicos después de algo así. En lo personal sé de algunos familiares que, a pesar de haberse recuperado de las lesiones, le temen hasta salir de su casa para ir a comprar una golosina a la tienda de la esquina.

Pero ¡oh juventud, divino tesoro! Gretel no sólo está rehabilitándose, sino lleva su vida con mucha vivacidad, con alegría, agradecida con Dios por la nueva oportunidad que le dio de vivir. Ha reanudado sus estudios y ahora tiene grandes sueños y metas para su porvenir.

Por eso se atrevió a inmiscuirse en un acto público y a ocupar una silla que no había sido reservada para ella. Creo que no cualquier niña de su edad hubiera tenido el arrojo y el valor para hacerlo, pero Gretel los tuvo. Y no sólo se quedó sentada.

Llegó minutos antes de que el evento comenzara y esperó a que el gobernador hiciera acto de presencia, y cuando lo vio entrar no sabía qué hacer. Los asistentes se levantaron y aplaudieron, ella hizo lo mismo. Luego se sentaron y ella también se sentó.

Por varios minutos escuchó la presentación de los invitados del presídium y aplaudió cada vez que los demás lo hacían. Hasta que se armó de valor y caminó hacia la persona que estaba en el micrófono y le dijo que quería decir unas palabras.

Esta persona la vio sorprendido, ¿y por qué no? Era una niña de 11 años la que le estaba pidiendo hablar por el micrófono. Pero no frustró su petición, sino le señaló con el dedo a la persona que era la indicada para darle la oportunidad de dirigirse dentro del programa oficial.

Gretel fue hasta esta otra persona y le hizo la misma solicitud. “¿Sabes lo que vas a decir?”, le preguntaron. “Sí”, contestó ella. Entonces le pidieron que regresara a su asiento y esperara.

Después de algunos minutos, un muchacho llegó a su lugar con el micrófono en mano. Ella se puso de pie, nerviosa. Durante unos segundos se quedó muda, ante el silencio del público y la mirada de toda la gente del presídium, estando el Dr. Escandón Cadenas en frente, esperando oír lo que iba a decir.

Gretel metió su mano en uno de los bolsillos y sacó una hoja de papel con algo escrito. Y leyó:

AGRADECIMIENTO

“Gobernador, hoy le quiero dar las gracias, porque gracias al apoyo de usted me encuentro casi rehabilitada y llena de vida. Hoy puede ver usted que después de tres meses aquí estoy caminando y con mucha alegría por seguir viviendo. Quiero pedirle un favor muy especial, espero me lo conceda. Cuando yo sea grande quiero estudiar la carrera de Medicina para salvar muchas vidas y quiero pedirle de favor que cuando yo me reciba de la carrera como doctora, usted sea mi padrino”.

El gobernador, conmovido, se levantó de su lugar y bajó a darle un abrazo a Gretel. Las imágenes son claras: el abrazo entre ambos fue sincero.

Frente a todos los presentes, Escandón Cadenas dijo: “No sólo acepto ser su padrino, sino que voy a ser su paciente, porque me va a cuidar cuando sea doctora. Desde este momento seré su padrino”.

BUENAS POLÍTICAS

Me da alegría cuando suceden cosas así. Son señales inequívocas de que los buenos somos más y de que, como dijimos antes, un mejor mundo es posible.

Creo que todos tendríamos que aprender un poco de la gran lección que nos ha dado Gretel Paulette, pero también deberíamos reconocer cuando la cosas se están haciendo bien en el gobierno.

Porque de no haber sido tomada la decisión por parte del gobernador Rutilio Escandón de disponer las aeronaves, helicópteros y aviones del gobierno para el servicio del pueblo chiapaneco, muchas vidas quizá se hubieran perdido durante estos casi cuatro años por falta de traslados urgentes a los hospitales. Y Gretel es ejemplo vivo de ello.

@_MarioCaballero

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