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Letras Desnudas

Mario Caballero

Lo que pasa en la Auditoría Superior del Estado de Chiapas es lo mismo que sucede con muchos organismos autónomos: se corrompen, pierden credibilidad e incumplen con su misión debido a la falta de límites que muchas veces la misma autonomía les concede a los titulares, quienes abusan de ella para obtener beneficios personales.

Esto hace recordar la advertencia que hace ya algunos ayeres hizo el historiador Timothy Snyder, de que no hay que confiar en que las instituciones se cuidan solas. Dice que sus peores enemigos suelen ser siempre sus titulares. Hombres y mujeres complacientes o ineptos que pueden, desde dentro, destruir a la institución que tienen encomendada.

LA DESTRUCCIÓN

Digo esto para abundar sobre el daño que ha sufrido la Auditoría Superior del Estado a manos de su titular, José Uriel Estrada Martínez. Éste un personaje gris que en 2006 estuvo en la cárcel acusado por el delito de tortura y ejecución extrajudicial del líder campesino Reyes Penagos Martínez.

Sí, igual que usted, muchos pensaron en su momento que cómo era posible que alguien como él, quien estuvo en prisión por delitos de esa naturaleza y además acusado de obtener contratos de obra pública por tráfico de influencias durante la pasada administración a través de la empresa Trejeo Construcciones, fuera designado para fiscalizar los recursos ejercidos por el estado y los municipios. Decir que pusieron a la zorra a cuidar el gallinero, fue quedarse demasiado corto.

El daño que el auditor superior ha causado a la institución es enorme. A partir de su nombramiento, en diciembre de 2018, no se pueden leer los reportes de la ASE como documentos confiables que provienen de un análisis riguroso del gasto público. Pues están manchados de politiquería de dentro y de fuera, han perdido contundencia como dictámenes fundados en una firme legalidad e imparcialidad.

Esto último lo señaló puntualmente el editorial de ayer de esta casa periodística, que cuestionó que si Uriel Estrada tendría la calidad moral para emitir observaciones a la cuenta pública de algún presidente municipal con el que tenga relaciones o vínculos políticos. Como es el caso del alcalde de Simojovel, Gilberto Martínez Estrada, con el que se lleva de pellizcos de pompi y al que ha acompañado en diversas inauguraciones de obras en el municipio. Es obvio que no.

Por eso no hemos visto ninguna imputación vía auditorías al Ayuntamiento de Simojovel, ni en el presente trienio ni en el pasado, que estuvo a cargo de la esposa de Gilberto Martínez, Viridiana Hernández Sánchez, quien fue acusada de malversación de recursos públicos, de entregar contratos de obra por adjudicación directa a empresas de su propiedad y de otros familiares y hasta de utilizar los fondos federales y estatales para el fortalecimiento de las acciones en materia de seguridad pública en la reciente campaña política de su consorte.

MÁS SEÑALAMIENTOS

“Hace casi dos semanas -señala el editorial-, el sábado 30 de julio, el funcionario “autónomo” (Uriel Estrada Martínez) se abocó a hacer decenas de llamadas para acalambrar a los presidentes municipales, para darles “instrucción” de apoyar a equis candidato para que fuera elegido como consejero del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

“Los alcaldes dijeron que hicieron el berrinche de su vida cuando recibieron una llamada inesperada por parte del auditor superior, quien les dio línea por “instrucciones superiores” para brindar todo el apoyo necesario al candidato “palomeado”, y que por cuestiones de la comprobación de recursos no se preocuparan, pues en este tema el caso estaba solventado”.

La realidad es que Uriel Estrada ha metido a la Auditoría Superior en una cazuela en la que se mezclan la corrupción, el nepotismo, el tráfico de influencias, la extorsión, el clientelismo, el servilismo y la ilegalidad. Son muchas las acusaciones sobre este funcionario de que exige entre dos y ocho millones de pesos a los alcaldes para no informar sobre las irregularidades que estos presentan en la cuenta pública.

Si no fuera cierto, ¿por qué ningún presidente o presidenta municipal ha sido requerido para aclarar deficiencias en sus estados financieros? ¿Por qué no existen denuncias formales por corrupción, peculado o desvío de recursos en contra de algún Ayuntamiento? ¿O es que todos son competentes y honestos?

Por eso no es extraño que ahora sea acusado de utilizar el cargo para interferir y manipular política y financieramente la elección interna de Morena. En este mismo espacio hemos dicho que su objetivo es obtener una candidatura a diputado federal por este mismo partido en 2024. Ahí la razón de que esté detrás de varios morenistas que fueron elegidos consejeros estatales.

La duda real está en saber cuánto dinero ha recolectado el auditor superior mediante la extorsión. Si por un lado son muchas las revelaciones voluntarias e involuntarias por parte de alcaldes de que lo han sobornado para que omita los desfalcos y fraudes que han cometido durante su gestión; por el otro, es evidente el rápido enriquecimiento tanto de él como de sus compinches.

Una fuente a este columnista reveló que José Uriel y uno de sus hermanos son dueños de una gran extensión de terrenos por el rumbo de la Escuela Veterinaria de la Unach, en lado sur poniente de Tuxtla Gutiérrez, donde incluso tienen muy bien acondicionado un bonito campo de fútbol, en el que apenas el sábado pasado hubo un encuentro deportivo entre amigos y al final del partido, los hermanos Estrada Martínez invitaron una comilona exquisitamente preparada por un restaurant contratado por ellos y donde hubo un caudal de trago y cervezas.

En cuanto a sus cómplices, igual que Uriel Estrada que pasó de vivir en una casa humilde y modesta a una residencia de lujo y a ser dueño de varias empresas del giro de bares, antros y cantinas, así como de automóviles del año y enormes terrenos, éstos también se han enriquecido y ni siquiera hacen el menor intento de disimularlo.

Por ejemplo, Víctor Manuel Meneses Domínguez, jefe de la Unidad General de Administración, quien después de ser un simple pelagatos ahora pasea en la paradisiaca Riviera Maya en compañía de su familia, hospedándose en hoteles gran turismo, donde la estadía de una noche tiene un costo mínimo por arriba de los 8 mil pesos.

¿DESECHADO O PISOTEADO?

De ese tamaño el daño que Uriel Estrada Martínez ha cometido en contra de la institución a su cargo, y todo porque siendo un funcionario autónomo no tiene por qué rendirle cuentas a nadie.

El asunto es hasta dónde lo seguirá protegiendo el diputado federal morenista Ismael Brito Mazariegos, quien según fue a su oficina en días recientes a darle una tremenda reprimenda por los escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito. Sobre todo ahora, que dos de sus secuaces, Amador Martínez Martínez, auditor especial de los Poderes del Estado, Municipios y Entes Públicos, y Rogelio Guerra, secretario técnico, ya se frotan las manos por ocupar su cargo, tanto así que hasta han colocado a gente de todas sus confianzas en puestos relevantes.

Con esto último queda claro que mientras Uriel Estrada se cree una pieza importante de un grupo político, no es más que un tapete que en cualquier momento puede ser desechado por su hasta ahora protector y pisoteado por sus mismos compinches. Al tiempo.

@_MarioCaballero

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