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Letras Desnudas

Mario Caballero

A diferencia de años previos, 2021 y 2022 han sido hasta este momento muy buenos para la oposición. Y si leemos las distintas encuestas de intención de voto para las elecciones de este año en seis estados de la República, la mayoría de éstas le pintan un buen panorama, sobre todo a la coalición “Va por México”, integrada por el PRI, PAN y PRD. Esto significa, por consiguiente, que Morena está perdiendo adeptos.

Tal vez muchos no estén de acuerdo con esto último, y es comprensible. Pues no pocas encuestas publicadas en las últimas semanas en el país le siguen dando ventaja al partido del presidente frente a los demás institutos políticos. Empero, si las leemos detenidamente y las comparamos con los resultados de las elecciones recientes, y si a esto lo confrontamos con la votación obtenida estos dos años por la oposición, caeremos en la cuenta de que Morena no tiene el triunfo asegurado.

Me explico. En una columna que publiqué hace algunas semanas dije que el ejercicio de revocación de mandato le dio a Morena un triunfo indiscutible. El hecho de que haya obtenido más de 15 millones de votos a pesar de que sólo fueron instaladas un tercio del total de las casillas electorales, lo dice todo.

Sin embargo, los electores no votaron por el partido, sino por el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo nombre fue el que apareció en la boleta y quien después de casi cuatro años de gobierno sigue con una alta aprobación y popularidad. Es decir, que el mayor activo de Morena es la figura del presidente de la República.

Aquí es donde hay que reflexionar. Que AMLO sea el mayor activo de su partido, actúa tanto para bien como para mal. Para bien, porque gracias a él sigue siendo protagonista y el gran enemigo a vencer. Para mal, porque esto precisamente le ha generado una enorme dependencia. Y se vio en las elecciones pasadas, en las que ante la falta de presencia del tabasqueño en las boletas electorales provocó que Morena perdiera lo mucho que ganó en los comicios de 2018.

El ejemplo más claro fue lo sucedido en la elección del seis de junio, en la que el partido gobernante perdió la mitad del territorio de la Ciudad de México, considerado el bastión del movimiento obradorista desde hace al menos 20 años. Otro sería la pérdida de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados; por lo cual, los morenistas y sus aliados no pudieron aprobar la reforma eléctrica. Asimismo, se ve muy difícil que se apruebe la reforma electoral y la que pretende transferir a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa.

Esta dependencia con el presidente, explica el revés que ha venido sufriendo el partido en distintos frentes. Cabe mencionar que este 2022, el nombre de López Obrador no volverá a aparecer en la boleta y en el 2024 Morena podría incluso perder la presidencia.

¿QUÉ DICEN LAS ENCUESTAS?

Vayamos a las encuestas.

El domingo 8 de mayo, se publicó la encuesta de la empresa Facto Métrica, que por su metodología y calidad en su aplicación arroja un nivel de confianza de 95 por ciento. Es a través de ella que empieza a verse la tendencia a favor del PRI, PAN y PRD en las elecciones de este año en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.

La pregunta que se lanzó a la población fue muy sencilla: “El próximo 5 de junio se elegirá gobernador, si la elección fuera hoy, ¿por qué candidato, coalición o partido votaría?”.

En Aguascalientes, el 32% de la gente respondió que votaría por Morena, y por sus aliados PT y Verde, el 4%, llegando así a 36 puntos. Mientras tanto, el 46% dijo que votará por la alianza “Va por Aguascalientes” (PRI-PAN-PRD), que, sumando los 7 puntos de Movimiento Ciudadano, alcanza 53. Una diferencia de 17% a favor de la oposición.

En Durango, el partido del presidente, junto con sus aliados, incluyendo al partido Nueva Alianza, tiene 40%. El PRI, PAN y PRD, por otro lado, tienen 42, más los 6 de MC, son 48 puntos en total para la oposición. Aquí la diferencia es menor, de sólo 8%, pero representa una ventaja nada fácil de superar.

En Hidalgo, la tendencia es a favor de la coalición “Juntos Hacemos Historia” (Morena, PT, Nueva Alianza), que alcanza 52%. Esto sin sumar los tres puntos del Partido Verde, que va en solitario en esta elección. Por otro lado, el porcentaje del PAN, PRI, PRD (28) y Movimiento Ciudadano (8), es de 36. Este sería el estado donde el partido en el poder muestra su segunda mejor ventaja frente a la oposición, con 19 puntos de diferencia.

Donde tiene su mayor ventaja es en Oaxaca. Aquí, con la suma del PT, Verde y un partido local, llega hasta 54%, lo que le da una diferencia de 20 puntos frente al total que reúnen el PRI-PRD (20), PAN-Nueva Alianza (7) y MC (7), que es de 34%.

En el estado de Quintana Roo la diferencia es mínima, pero esta vez a favor de los partidos opositores. Ya que entretanto Morena con el PT, PVEM y Fuerza por México consiguen 43%, Movimiento Ciudadano (22), PAN-PRD (18) y el PRI (7) juntan 47.

Finalmente, en Tamaulipas, la encuesta de Facto Métrica inclina la balanza del lado del PRI-PAN-PRD, con 42%. Morena, Verde y PT acumulan 40 por ciento. Pero si a los puntos de la coalición “Va por Tamaulipas” añadimos los de MC (5), logran una diferencia de 7%.

Estos resultados pueden resumirse así: si hace unas cuantas semanas se decía que Morena arrasaría en las elecciones de esos estados y que su victoria en 2024 estaba más que cantada, hoy no parece serlo.

¿POR QUÉ EL CAMBIO?

Principalmente, por las razones que exhibimos en párrafos anteriores: la falta de presencia de AMLO en las boletas y lo desorganizado que está Morena, empezando por la dirigencia nacional. Sin embargo, creo que también ha ayudado que los partidos de oposición han comenzado a caminar en unidad, mostrando un proyecto alternativo al obradorismo y logrando hacer que funcione el discurso anti-4T en un escenario de polarización en el Congreso, lo cual no es un asunto menor.

Por tanto, ¿puede ganar la oposición? Sí, sí puede. No obstante, todavía le queda un largo tramo por recorrer, en el que tendrá que convencer al electorado con hechos contundentes más que con palabras. Los tiempos actuales de la política exigen resultados. Hay que recordar que el fracaso de las dos alternancias pasadas tiene su causa en la ausencia de éstos.

PARA MAGDALENA

Te saludo con todo mi amor, queridísima prima, pero esta vez iré al grano. Tú que desconfías hasta de la que te dio la vida, ¿qué piensas del video que el día de ayer publicó Pablo Salazar Mendiguchía, sí, el exgobernador de Chiapas, en el que condena a su hechura, Juan Sabines Guerrero, de ser el causante del mayor descalabro financiero de la entidad y al que acusa de ser el responsable de la deuda pública por más de 800 millones que se reportó al final de su sexenio, ya que según él dejó deuda cero al finalizar su gobierno y que esos 800 millones de pesos fue la deuda que Sabines contrajo siendo presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez? Mucha gente, al ver el video, dijo que Pablo tan sólo quiso curarse en salud y obtener sus cinco minutos de fama. Pero si sus argumentos son ciertos, prima, entonces habría que reconocerle que haya salido a precisar el dato de manera pública. ¿O tú qué piensas?

yomariocaballero@gmail.com

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