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Respuesta de la reina del Tik Tok chiapaneca (y la mía)

Letras Desnudas

Mario Caballero

El viernes pasado Yuly Trejo respondió a mi columna reciente. Lo hizo a través de la plataforma TikTok, su preferida, dedicándole a su contestación varios minutos de video, lo cual reconozco y respeto sinceramente. Pues vivimos en un país democrático donde existen derechos y libertades elevados a rango constitucional, y hay que hacerlos valer.

Asegura que mi artículo es una nota llena de violencia de género y machismo, que la denigro por ser mujer, por ser madre soltera y que insinúo que no tiene derecho a tener metas y éxito en su vida personal. Lamento, por su parte, que después de haber subido las dos partes de su respuesta a su perfil de TikTok haya tenido el gesto de borrarlas. No obstante, me quedó copia.

En el primer video dice, y cito: “Soy hija de un funcionario público, y al parecer hoy en día pareciera que ser hija de un funcionario público es un pecado, como si no tuviéramos derecho a una vida propia. Y, pues sí, soy mamá soltera […] Me llama la atención la manera en que me describes, sobre todo porque estamos en tiempos donde la violencia de género es tema día a día […] Dices: “es madre, pero madre soltera”, como si eso te ocasionara ruido, como si fuera un pecado, como si fuera un llamado de alerta”.

Continúa: “Hablas de mis rupturas y separaciones como si hubieras estado en ellas, inclusive hablas de mi dolor y haces mención que cada quien lidia como puede con sus propios demonios. Sí, en efecto, del dolor aprendí a levantarme, del dolor me transformé y del dolor ahora vivo plena […] Pareciera que en tus estándares tú quisieras que yo hubiera estado tirada en la cama llorando por una ruptura amorosa o peor aún, aguantando malos tratos con tal de tener una pareja, estar casada y cumplir con estándares de la sociedad”.

En los últimos segundos de ese video me acusa de no saber de qué trata la plataforma de TikTok y, también, de que señalo que ella no es capaz de hacer sus videos por falta de ideas.

En el segundo metraje, en el que sigue tildándome de macho, diciendo tener capacidad para decidir su propia vida y ser exitosa, trata de excusarse de que sus artículos de lujo los ha adquirido en ofertas, pero termina aceptando que sí tiene bolsos de alrededor de 40 mil pesos que, según dice, fueron regalos de sus pretendientes.

Y agrega: “No soy una mujer que siempre da explicaciones o que tenga que estar dando explicaciones de lo que hace o de lo que deja de hacer, tal vez por eso estoy soltera porque amo mucho mi libertad, mi independencia y soy muy autosuficiente en todo, en todas mis decisiones, y más allá de la crítica social y política que tienes todo tu derecho de expresar porque al final soy hija de un funcionario público, más allá de eso de lo que no tienes derecho es hacer crítica hacia mi vida personal. Esa crítica que tiene muchos prejuicios, mucha violencia de género y mucho machismo hacia mi persona”.

Termina: “Me da un poco de tristeza que desamerites (palabra inexistente) un poco el triunfo, como dando a entender que, como mujer, como madre soltera, como mujer abandonada, etc. y todo lo que mencionas, no pueda tener el derecho de tener metas, no pueda tener el derecho de ser una mujer exitosa y no pueda tener el derecho de hacer mis cosas. Eso me da un poquito de ruido, pero bueno. […] Ojalá tengamos el gusto de conocernos y de tomarnos un cafecito para que realmente te platique yo de mi vida personal y no te platiquen cosas que no son o no escribas cosas que no son”.

Hasta ahí la respuesta de Yuly Trejo. Ahora va la mía.

MI RESPUESTA

Empiezo por preguntar: ¿Es cierto que ejercí violencia de género contra Yuly Trejo en mi artículo del viernes 25 de febrero? La respuesta es no. Y usted, amable lectora, lector, puede constatarlo personalmente en la página del Diario de Chiapas. Ahí está disponible para su consulta. Éste, al contrario de los videos de la hija del presidente municipal de Chilón, no fue borrado.

Lo que sí es cierto es que Yuliana me cita fuera de contexto. Una de dos. O alega violencia de género para victimizarse o para escabullirse de los cuestionamientos que hice sobre el origen de los recursos con los que se da la vida de lujos y excentricidades.

Ese es el objetivo primero y último de mi columna: cuestionar si su actual riqueza tiene origen lícitos, y si hice alusión de su vida privada no es por ser mujer ni madre soltera, sino por el hecho de que hace alrededor de cuatro años no tenía más que un modesto sueldo en la Secretaría del Trabajo, pero luego de que su padre ganó la presidencia municipal de Chilón comenzó a presumir ser dueña de dos hoteles, de hacer viajes de placer por otros estados de la República, de pasear en helicópteros, de hospedarse en hoteles cinco estrellas y comprar zapatos, bolsos y ropa de marca.

Me hubiera gustado que en lugar de victimizarse mejor hubiera revelado la procedencia de su espontánea fortuna. Como pidió una mujer de nombre Esmeralda Esponda que, al ver los videos de su respuesta, opinó: “Mejor que explique de dónde saca su paga. Ya cualquiera se agarra de violencia de género”.

O como también comentó una persona residente del estado de Morelos y que se contaba entre sus amigas: “¡No nos importa su vida privada! Nos importa de dónde sacó tanto dinero, cómo pasó de ser maestra en escuelas rurales a ser una mujer empoderada, chingona y empresaria. Pues que demuestre de dónde sacó para construir dos hoteles”.

Insisto: ser hija o hijo de un funcionario público no es un delito. Sin embargo, deben saber que por ello su vida privada estará siempre bajo la crítica periodística y la mirada de la opinión pública, que amerita respuestas, sobre todo cuando su vida es de excesos. La gente merece saber si los lujos de los hijos de los políticos no son a costa del erario.

UN EJEMPLO

En fin, Yuly Trejo miente al decir que la critico por ser mujer, madre soltera y que coarto sus derechos. Sólo falta que, después de tergiversar mi artículo, salga con la ocurrencia de que su fortuna proviene de lo que gana con sus memos videos de TikTok. A ver quién se lo cree. Sobre todo, sabiendo que su padre, el acalde Carlos Ildefonso Jiménez Trujillo, está señalado por desvíos de recursos públicos.

Yuliana, no me lo estás pidiendo, pero te doy un consejo: toma ejemplo de Ramona Cosío y Nieves Guerra, quienes han unido su talento, esfuerzo y recursos propios en beneficio de las mujeres. Ellas estarán el 4, 5 y 6 de marzo en el Hotel Galería Plaza San Jerónimo realizando una exposición artística en apoyo a las mujeres de la comunidad Jun Pajal O´tanil, de Chilón.

Cosío y Guerra son dos mujeres emprendedoras de verdad, que siempre han tenido recursos y que nunca han hecho alarde de ello. Todo lo contrario, son humildes y sin ser funcionarias buscan hacer el bien a las personas más necesitadas. Como esas mujeres de la comunidad de Chilón que padecen el abandono del gobierno municipal.

Ojalá este tipo de obras altruistas te sirvan de ejemplo para llevar a cabo acciones nobles en favor de las mujeres indígenas, que son trabajadoras, luchonas, pero que tienen mucha necesidad, en lugar de presumir en redes sociales una vida de lujos que está bajo sospecha de provenir de los actos de corrupción de tu padre, de quien hablaremos mañana.

@_MarioCaballero

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