Una buena, una mejor y un anhelo

Letras Desnudas

Mario Caballero

Comienzo con la buena. Ayer dio inicio una nueva etapa en términos de gobierno en el municipio de Tapachula, donde en los últimos seis años se vivió una pesadilla como resultado de una gestión torpe, corrupta e ignorante.

Para nadie es extraño que la llamada Perla del Soconusco se volvió opaca y gris, con altos índices de inseguridad y violencia, con crímenes cometidos a plena luz del día, con una población migrante desatendida y colapsando las calles de la ciudad, con desempleo, con falta de inversión, con servicios municipales ineficientes y con servidores públicos más preocupados por llenarse los bolsillos y alcanzar otros puestos de poder que por gobernar y satisfacer las necesidades de los habitantes.

Aquí estamos hablando de que Tapachula se hundió en la ingobernabilidad, con funcionarios que no fueron aliados de la sociedad, sino de los empresarios y grupos políticos que se aprovecharon de sus relaciones para sacar ganancias económicas y electorales en detrimento de la salud, educación y bienestar de las personas.

Qué bueno que este primero de octubre se acabó la pesadilla.

LA MEJOR

La mejor noticia es que surge un nuevo comienzo de la mano de un político preparado, capaz, con experiencia en la cosa pública y con una profunda vocación de servicio.

Me refiero a Yamil Melgar Bravo. Un personaje que se preparó toda la vida para gobernar este municipio, donde nació, creció y vive con su familia, y que en algunos ayeres tuvo como presidente municipal a don Antonio Melgar Aranda, su padre.

¿Por qué digo que es una mejor noticia?

Simple, porque recuperar la gobernabilidad de este municipio no es una tarea digna para un improvisado y menos para alguien con la cabeza desamueblada, cuyo interés sea sólo salir de pobre y acaparar el poder. Todo lo contrario, se requiere de un verdadero actor político, que conozca los intríngulis propios de gobernar una ciudad tan grande, vasta e importante como Tapachula y sepa qué hacer para afrontarlos.

Yamil Melgar no sólo tiene una encomiable preparación académica como abogado y maestro en Administración Pública, sino también una destacable carrera política.

En la capital del país pasó de ser jefe de departamento a subdirector y luego a director de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público gracias a sus méritos profesionales.

Posteriormente, desempeñó el puesto titular como delegado de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, donde contribuyó con propuestas y acciones en la defensa de los derechos laborales, en la promoción del trabajo digno, así como en la protección social al empleo.

Durante su periodo como delegado del IMSS, entre 2013 y 2018, logró coadyuvar en el mejoramiento del nivel de bienestar y seguridad de los trabajadores poniendo en marcha diversas estrategias que condujeron al correcto cumplimiento de las obligaciones patronales.

En los siguientes tres años fungió como secretario de Economía y del Trabajo en el Gobierno del Estado de Chiapas, institución en la que se destacó por haber implementado políticas que le dieron solidez a la economía local, asimismo impulsó mecanismos que le permitieron a la entidad tener un crecimiento sostenible, lo que a su vez desembocó en el fomento al empleo formal y en la atracción de nuevas inversiones.

Como diputado en el Congreso del Estado, donde ocupó la Junta de Coordinación Política, demostró capacidad para debatir las propuestas e iniciativas de ley, pero especialmente tuvo la habilidad para cabildear y conjuntar a todas las fuerzas políticas del parlamento para obtener los mejores acuerdos a favor de Chiapas.

Quizá una de sus contribuciones más destacables como presidente de la Jucopo fue dirigir a la Cámara con plena autonomía con relación a los otros poderes del Estado. Bajo su dirección vimos un Congreso que colaboró en las actividades y trabajos del Ejecutivo estatal, pero siempre con independencia, vigilando que no se traspasaran las funciones y no se perdiera el equilibrio que se necesita para el delicado ejercicio del poder.

Algo también destacable en el currículum de Yamil Melgar es su experiencia en la administración de entes públicos. Como hemos visto ha administrado cuatro instituciones y presidió la cámara local de diputados.

En otras palabras, está preparado para que ahora, como alcalde, establezca las prioridades, designe los recursos humanos y financieros para la ejecución de obras, los proyectos, programas, procurando solventar carencias, resolver problemas e impulsar el desarrollo del municipio.

Gobernar no es dar órdenes, sino es comprender el funcionamiento del aparato gubernamental y la labor administrativa, y ponerlos en marcha para obtener los mejores resultados en materia de seguridad, salud, educación e infraestructura social y urbana.

Una ciudad pluricultural, histórica y con un gran potencial de desarrollo como Tapachula, necesita de un gobernante como Melgar Bravo, con la aptitud y ejercitado en la administración pública.

EL ANHELO

Recapitulando: la buena noticia es que por fin se acabó la pesadilla que significaron los dos trienios anteriores, con toda la corrupción, nepotismo y abuso de autoridad que implicaron. La mejor es que inicia un gobierno liderado por un personaje apto y con experiencia, que ha cosechado logros sobresalientes en cada una de sus encomiendas y que muestra voluntad política para sacar adelante los retos actuales del municipio.

Lo que nos lleva al anhelo: ver un Tapachula con seguridad, con mejores servicios públicos y transformado en la capital económica de Chiapas y en la puerta logística para Centro y Sudamérica, tal como lo ha propuesto Yamil Melgar.

No tengo duda que podrá con el paquete. Puesto que aparte de lo anteriormente dicho, también cuenta con toda la legitimidad, el respaldo social y el acompañamiento político del gobernador electo Eduardo Ramírez y de la presidenta Claudia Sheinbaum para lograrlo.

Además, sabe qué hacer y cómo hacerlo.

Instaurará el Instituto Municipal de Desarrollo, organismo a través del cual los sectores productivos y el gobierno municipal planearán en conjunto las obras en relación con las necesidades de mayor prioridad en la región.

En paralelo instalará un Consejo Consultivo Ciudadano que estará integrado por cámaras, gremios, colegios profesionales y productivos para socializar todos los proyectos de interés e importancia presupuestal, con el objetivo de impulsar el desarrollo de la frontera sur. Esto es un gobierno de puertas abiertas.

Para aumentar la competitividad del puerto, rehabilitará la red ferroviaria de Tapachula para mejorar la conectividad hacia Puerto Chiapas y Ciudad Hidalgo, lo cual permitirá un mayor intercambio comercial con Centroamérica, generando derrama económica, más empleos y bienestar para todas las comunidades de la zona.

En cuanto a seguridad ha dicho que incrementará el número de efectivos y patrullas, capacitará a los elementos y mejorará las condiciones laborales. También se ha pronunciado por destinar más recursos para la atención y disminución de la delincuencia general, coordinado con los tres órdenes de gobierno.

Brindo, por tanto, que al final del trienio Yamil nos cuente que se hizo realidad este anhelo. Todos se lo vamos a aplaudir.

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