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Zoé: su compromiso y el negrito en el arroz

Letras Desnudas

Mario Caballero

El futuro político de Zoé Robledo Aburto nos lo dirá el tiempo. Sin embargo, es indiscutible que es un político tenaz, que sabe remar contracorriente y que tiene la suficiente inteligencia y capacidad para asumir los retos que a muchos otros políticos les serían imposibles. Testimonio de ello son los logros que ha obtenido hasta el momento como titular del Instituto Mexicano del Seguro Social.

A finales de octubre del año pasado, anunció que buscará participar en la contienda por la gubernatura de Chiapas, y ya muchos lo ven despachando en el 2024 en Palacio de Gobierno. Pero, como mencionamos líneas antes, el tiempo lo dirá.

Lo cierto es que, a pesar de sus claras y legítimas aspiraciones, no ha dejado de lado sus responsabilidades como director general del IMSS, no como muchos otros funcionarios con las mismas aspiraciones que incluso han abandonado sus cargos en días y en horarios laborales, promocionándose al margen de la ley y desafiando a las instituciones electorales.

Zoé Robledo, por lo contrario, está enfocado en ejecutar las acciones que más le convienen a la institución que le ha tocado dirigir, y lo hace con alegría, con compromiso, con el entendimiento de que los frutos que obtenga serán en beneficio de millones de mexicanos. Lo cual habla muy bien de su madurez política y calidad moral frente a su responsabilidad pública.

LO QUE SE DICE Y LO QUE ES

De Zoé Robledo se dicen muchas cosas. Como que es una persona privilegiada, que ocupó una alta distinción en el Congreso del Estado de Chiapas durante un gobierno que se caracterizó por la corrupción, entre otros.

No obstante, todo lo que es y lo que actualmente representa como funcionario en el régimen de la Cuarta Transformación se lo ha ganado con base a la disciplina, inteligencia, a su interés por la cultura y el conocimiento, al trabajo y sensibilidad que ha imprimido en los diferentes cargos que ha desempeñado a lo largo de su trayectoria política, misma que ha construido sin padrinazgos y alejado de los tradicionales escándalos de corrupción de nuestra clase política.

Es hijo del exgobernador Eduardo Robledo y su nombre, Zoé, es en honor a su abuelo Zoé Robledo Santiago. Pero siendo muy joven pasó por un duro trance familiar al ver que su señor padre, que había ganado legítimamente la gubernatura de Chiapas en 1994, fue obligado a renunciar al cargo por motivos y presiones políticas absurdas.

A la sazón, vivió en carne propia los abusos de aquel PRI que fue incluso acusado de asesinar a uno de sus candidatos presidenciales, que institucionalizó la corrupción, que dejó un legado de pobreza y que, en los linderos de la arbitrariedad y la represión, terminó por enviar a su padre como embajador de México en Argentina. Aquello que quiso mostrarse como un acto de distinción hacia el exmandatario chiapaneco, no era sino el injusto destierro político de un personaje que mucho había dado por su partido.

“Quiero compartir con ustedes el secreto que me ha llevado a alcanzar todas mis metas: mi fuerza radica únicamente en mi tenacidad”. La frase del químico francés que se considera pionero de la medicina moderna y al que le debemos innovaciones importantes como el desarrollo de las vacunas, perfila en buena medida la personalidad del director del IMSS, quien supo reponerse a la infamia que cometieron contra su familia.

Tanto así que el día que escribieron el nombre de Samuel Ruiz en el muro del Congreso del Estado, quien fue una de las personas que presionó políticamente para el relevo de Eduardo Robledo en el Gobierno de Chiapas, Zoé Robledo subió a la tribuna y no fustigó la memoria del obispo, como muchos otros con espíritu de venganza pudieron haber hecho, sino se refirió a él como “un hombre de paz que realizó una gran obra de reivindicación de los pueblos indígenas y de defensa de los derechos humanos”.

En pocas palabras, actuó con la dignidad y el honor que corresponde a un político que mira hacia el futuro más allá de las afrentas del pasado.

A esta tenacidad hay que sumarle su convicción política, su humanismo, su sensibilidad, que es un funcionario público que se preparó en Harvard y en una de las mejores universidades de España, que estudió Ciencias Políticas en el ITAM, que es dueño de una gran oratoria y que siendo legislador local y federal gestionó recursos y obras que hoy día siguen siendo de beneficio de muchos chiapanecos.

POR EJEMPLO

El primero de julio de 2011, fue elegido presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, convirtiéndose en el diputado más joven en ocupar ese cargo en la historia del Congreso local.

En julio de 2012, como senador de la República coadyuvó en la recuperación de espacios culturales en Chiapas, como el Centro Social Francisco I. Madero, que le devolvió la actividad social y cultural a Tuxtla Gutiérrez. Por Tapachula trabajó en el rescate del antiguo Palacio Municipal, que se convirtió en el Museo de Tapachula. Y, en 2014, gestionó los recursos para la remodelación del Museo de la Ciudad de la capital chiapaneca.

En julio de 2018, fue electo diputado federal por Morena, pero solicitó licencia para ocupar el cargo de subsecretario de Gobernación por invitación del presidente López Obrador, y el 22 de mayo de 2019 el mismo presidente le dio su confianza para que se hiciera cargo de la Dirección General del IMSS.

A este puesto llegó en medio de la pandemia más difícil que hayamos vivido en los últimos cien años. Sin embargo, junto con su equipo de trabajo, le dio garantías al personal médico para realizar la heroica tarea de salvar vidas y, en consecuencia, le dio certeza a los derechohabientes.

Sin duda, hay cosas que todavía faltan por resolverse en el Seguro Social, pero de 2019 a la fecha ha habido una importante reconversión de las clínicas y hospitales de la institución, y con el “Operativo Correcaminos” Zoé Robledo impulsó la vacunación anticovid para todos los mexicanos, especialmente para aquellos que se encuentran en zonas de difícil acceso y con claras diferencias culturales y económicas.

Con el IMSS-Bienestar, diseñado, dirigido y ejecutado por él, hoy más de 22 millones de personas sin seguridad social son atendidas en 350 hospitales en 24 estados de la República.

En Chiapas, tan sólo en 2022 se invirtieron casi 680 millones de pesos en el mantenimiento, conservación, mejora de imagen, instalación de cortinas bacterianas, impermeabilización de 200 Unidades Médicas Rurales y diez Unidades de Segundo Nivel, además de la remodelación integral del Hospital Rural de Bochil.

EL NEGRITO EN EL ARROZ

Visto todo en su conjunto, imposible negar que Zoé Robledo es un hombre capaz, comprometido y que ha dado buenos resultados en todas las encomiendas que le han sido confiadas, tanto por elección popular como por mandato presidencial. Y su futuro político le depara grandes cosas.

Pero hay un negrito en el arroz. Como debe hacerse en la preparación de la sopa de arroz, Zoé tiene que quitar las inmundicias que afectan sus aspiraciones políticas. Esto es, todo lo que se perciba rancio y apeste a Juan Sabines Guerrero.

Pues los buenos proyectos políticos, como las buenas comidas, se echan a perder hasta con la más mínima suciedad y los contaminantes.

yomariocaballero@gmail.com

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