Cronotopo

Roberto Morales Figueroa

“El cambio que vengo a proponerles no es un cambio de amo, es un cambio que nos permita dejar de ser perros.” (Manuel Clouthier del Rincón “Maquío” – Candidato Presidencial, 1988)

Dicen que cuando los políticos alcanzan el poder, se magnifican sus luces, pero también sus sombras. Platón describió hace unos cercanos 2300 años en “La República” alguien a quien denominó “filósofo rey”, esta persona “une la sabiduría con el poder político, y solo quien conoce la idea de Bien puede practicarla, promulgando buenas leyes y estableciendo la justicia”. En nuestro contexto, lo que al menos se espera es empatía.

Aterrizando en Chiapas hay algunas consideraciones que bien valen la pena reflexionar, pues también acá se elegirá gobernante. Este gran estado al igual que todos los demás que conforman México, se merecen al mejor perfil para conducir, no solo un gobierno, sino algo más grande y trascendente: el destino de millones de personas, sueños y aspiraciones.

La elección más grande en la historia de México se avecina, hoy más que nunca es importante elegir bien quién gobernará, no solo por su biografía política, sino por algo quizá igual o más importante: su historia de vida. Es necesario que tenga consciencia y dimensión social, que sepa lo que significa vivir en los zapatos en los que millones de chiapanecos caminan todos los días:

Esos que con ilusión se calza la señora que día a día abre su pequeña fonda con la esperanza de ofrecer sus productos, aunque haya días en que no venda uno solo.

Aquellos sobre los cuales el estudiante camina bajo el sol rumbo a su universidad con el deseo de salir adelante, aunque a veces no le alcance para la comida y menos para los libros.

En los que temporada a temporada el campesino ara y siembra su tierra con la fe puesta en poder ganar con la cosecha, aunque con frecuencia no salga ni con los gastos.

Unos con los que la mamá soltera sale y lucha por ella y su hija, en los que es ella misma pero también mamá.

Con los que la artesana camina por muchas horas muchas calles, ofreciendo a muchas personas sus trabajos.

Chiapas necesita un gobernante que respete la dignidad de los chiapanecos, que ponga a Chiapas por delante, que luche por Chiapas y no por una elección, que entienda y haya vivido lo que es dejar la tierra donde se nace con la determinación de volver y hacerla mejor.

Y aquí la preguta: los chiapanecos ¿qué cambio quieren? Es muy importate quién gobierna, pero igual de determinante es cómo contribuyen los gobernados.

Es imperativo que quien pretenda gobernar Chiapas conozca por qué en Comitán se habla de “vos” y en el centro de “arrechura”; en qué lugar se come “pepita con tasajo” y en cual “sopa de pan”; que haya caminado la costa, el soconusco, el norte y la selva; que sepa construir los puentes necesarios para mejorar la vida de todos; que esté a la altura de los grandes retos que requieren ser superados.

Y cuando la alianza fraterna entre sociedad y gobierno llegue resonará que “Chiapas es invisible universo que vibra, ríe y canta.

Compartir:

Última hora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *