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Letras Desnudas

Mario Caballero

“A mí me vale madres lo que opine la gente”, me dijeron que vociferó el presidente municipal de Berriozábal, Jorge Acero Gómez, al enterarse por miembros de su “selecto” equipo de gobierno de que tanto en los medios de comunicación como en la calle estaban criticándolo duramente por haber anunciado con bombo y platillo como obra de su gobierno la construcción de un local comercial por parte del banco BBVA, donde esta institución instalará un cajero automático. Así el nivel de este político. Cinismo puro y duro.

Acero Gómez llegó a ser presidente municipal por la misma coyuntura política por la que muchos otros tantos políticos alcanzaron el poder en 2018 y 2021, que comúnmente conocemos como efecto lópezobrador. Entre ellos está su antecesor y tutor Joaquín Zebadúa Alva, quien, igual que él, alcanzó el poder sin mérito alguno y hoy ocupa una curul en el Congreso de la Unión después de tener una gestión desastrosa en Berriozábal.

Tristemente, Berriozábal es uno de los municipios de la entidad que presenta grandes atrasos a pesar de estar dentro del área metropolitana de Chiapas, que se distingue por su dinamismo económico, político y cultural.

Ahí, gobiernos vienen y van y la población sigue padeciendo las mismas carencias que hace más de cuarenta años. La mayoría de las colonias y barrios de la periferia, incluso en el centro de la ciudad, carecen de agua potable, alcantarillado, calles en buen estado, alumbrado público y de un eficiente servicio de recolección de basura.

Es una verdadera pena que el gobierno de Morena no esté haciendo justicia social en esta localidad, conocida por sus hermosos viveros y la fabricación de hamacas. Como dice el conocido cliché, a Berriozábal “no ha llegado la Cuarta Transformación”.

La propuesta de Joaquín Zebadúa, el primer morenista que gobernó el municipio, colocó muy en alto las expectativas de la gente. Prometió eliminar la corrupción del gobierno, combatir la impunidad y fomentar el desarrollo y el progreso a través del uso correcto de los recursos públicos.

Sin embargo, sólo vio por el beneficio personal. Durante su trienio fueron constantes las acusaciones de corrupción, desvío de recursos, nepotismo y, peor todavía, los problemas de los ciudadanos se recrudecieron, empezando con la inseguridad, a tal grado que se dice que en la actualidad una banda delincuencial está extorsionando a los comerciantes exigiéndoles cuotas que van de los 2 mil a los 5 mil pesos mensuales a cambio de no hacerles daño.

Esta situación no ha cambiado con Jorge Acero, que es el segundo morenista al frente de la presidencia municipal.

FUNCIONARIO SERVIL

Como suele suceder con todo aquel político que empieza su periodo de gobierno, Acero inició bajo la bandera anticorrupción y asegurándole al pueblo que todos los funcionarios estarían para servir a la gente, no para servirse.

Así lo dijo: “Cualquier servidor público municipal que se vea involucrado en actos de corrupción, actos que perjudiquen la ética y la moral de este Ayuntamiento, se harán acreedores a la sanción correspondiente o al cese definitivo en su caso, porque esta administración es para servir a la ciudadanía, no para servirnos de ella”.

Pero ¿cómo creerle?

El buen juez por su casa empieza, ¿no es cierto? Jorge Acero no puede hablar de honestidad, ni de buen servicio público y menos de combatir la corrupción porque no es honesto, nunca ha demostrado vocación por el servicio a los demás y ha estado implicado en diversos escándalos de corrupción. Va un botón de muestra. No, mejor dos.

El primero se trata del presunto fraude en la pavimentación de cuatro calles y en la construcción del techado de una escuela, que según el exalcalde Joaquín Zebadúa tuvieron una inversión de más de 10 millones de pesos. Sin embargo, trabajadores del Ayuntamiento revelaron que mencionadas obras fueron sobrevaloradas y que los contratos habían sido entregados por adjudicación directa a empresas de otros estados, propiedad de amigos del hoy diputado morenista.

El segundo caso es incluso peor. Se descubrió que Zebadúa había malversado un monto por arriba de los 40 millones de pesos, que supuestamente había sido el presupuesto para la renovación de la red de agua potable en el municipio.

Pero Zebadúa ni siquiera transparentó el uso de los recursos y lo único que hubo de esa “magna” obra fueron algunas reparaciones de fugas en ciertas calles del centro de la localidad y un sinfín de quejas por parte de los ciudadanos que demandaban una explicación sobre el destino real que se le había dado al dinero, ya que aparte de que persistía la escasez de agua en las colonias, varias tuberías seguían con fugas y no se habían reparado las calles que se destruyeron a propósito de la ejecución de la obra.

¿Dónde está la implicación de Jorge Acero en estos actos de corrupción? Pues en el presunto hecho de que él, siendo entonces tesorero municipal, fue el encargado de desviar los fondos de las obras a través de empresas fantasma.

ABERRANTE COMPLICIDAD

Hoy, ese pasado es el presente que define al alcalde Jorge Acero, quien de manera inexplicable pasó de ser empleado de medio pelo en el sanatorio de su ex suegro a millonario, con residencias de lujo en el fraccionamiento Grand Pedregal y en el Club Campestre.

Por otro lado, si hay una respuesta de por qué no hay cajeros automáticos en Berriozábal, es porque la delincuencia se los robó.

Jorge Acero no ha podido brindar garantías de seguridad a la ciudadanía. Según datos oficiales, la inseguridad en el municipio ha aumentado un 70 por ciento. Siendo los delitos más recurrentes los asaltos a transeúntes, robos a casa habitación, extorsiones y robo de negocios.

Para empeorar la situación, se dice que él protege a un grupo delincuencial que tiene la misma característica que la banda Los Motonetos, que opera en San Cristóbal de las Casas. De ser cierto, sólo así se entendería la reincidencia de asaltos, balaceras y asesinatos a plena luz del día y con total impunidad.

Respecto a la protección que Acero Gómez les brinda a las organizaciones criminales, está la versión de que el 22 de mayo reciente fue detenido en las inmediaciones de Berriozábal un vehículo que transportaba cocaína, pero que por supuestas órdenes suyas fueron liberados tanto los tripulantes como el automóvil.

Increíble que Jorge Acero, teniendo la enorme oportunidad de hacer algo por el bien del municipio, está repitiendo los mismos errores y los mismos horrores que su hacedor. Está demostrando en los hechos que es la misma gata nomás que revolcada.

PARA MAGDALENA

Prima adorada, ¿qué te hace pensar la reunión reciente que tuvieron el inefable diputado federal Ismael Brito Mazariegos y el excandidato a la gubernatura de Chiapas, Roberto Albores Gleason? Los dos buscan, de alguna forma, ser candidatos a gobernador en 2024. Los dos, también, son despreciados por sus propios partidos. Los repudian. Ambos cargan con el sambenito de la traición. Les dieron la espalda y hasta les mordieron la mano a todos aquellos que en su momento confiaron en ellos. Son tal para cual. Son coyotes de la misma loma. Por tanto, ¿qué es lo que traman? ¿Será que trabajarán juntos de aquí en adelante tratando de ayudarse y saciar su hambre de poder?

yomariocaballero@gmail.com

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