Enrique Jiménez De la Mora
@quiquejm
Radiografía histórica: para que nadie se quede atrás y nadie se quede fuera
Hace más de 30 años se planteó la descentralización de los servicios del sector salud como una alternativa viable para mejorar el acceso a la salud de la población mexicana. En ese entonces, el objetivo era que la Secretaría de Salubridad y Asistencia (ahora Secretaría de Salud) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegaran la atención médica a los gobiernos de los estados para brindar mejores servicios. Hoy es posible argumentar que ese plan no funcionó. Me permitiré explicarles con más claridad qué es lo que sucedió y cómo hoy en día, el IMSS busca transformar para bien, el acceso a la atención médica en todo el país.
En 1979, el IMSS-COPLAMAR se encargaba de brindar servicios médicos a la población residente en zonas rurales marginadas, precarizadas y sin seguridad social. La Secretaría de Salubridad otorgaba los mismos servicios a la población en zonas urbanas con las mismas características mencionadas. En ese momento, el servicio de salud estaba centralizado a nivel federal.
En agosto de 1981, por acuerdo de José López Portillo, se creó la Coordinación de los Servicio de Salud, la cual evaluó el estatus de los servicios brindados por las dos instituciones ya mencionadas en 19 entidades. La conclusión: era urgente y necesario descentralizar los servicios de salud. Esto implicaba que los estados se encargaran de brindar dichos servicios y de generar otras actividades como sectorización, participación comunitaria y coordinación intersectorial. Así, los estados incursionaron en la responsabilidad de brindar sus propios servicios de salud.
El problema es que esta estrategia no eliminó la deficiencia de servicios sanitarios ni la carencia de calidad en los mismos. Los estados continuaron dependiendo del gobierno central y creció la inequidad entre estados. Es por ello que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador encargó al IMSS, a través de su director Zoé Robledo, encabezar el proyecto de recentralización de los servicios de salud. El objetivo es lograr que toda la población acceda a servicios médicos de calidad (es decir, no sólo los derechohabientes) utilizando la infraestructura y experiencia de una institución revolucionaria y popular como el IMSS.
En ese sentido, el IMSS Bienestar se convertirá en la punta de lanza para garantizar servicios de salud de calidad para toda la población en todo el país. Para lograr esta meta en 2024, estaremos firmando acuerdos de transferencia con cada estado (de manera voluntaria y ordenada).
¿Qué queremos? Continuar brindando atención primaria (prevención de enfermedades, priorizando promoción y diagnóstico), promover la acción comunitaria y participación social; y garantizar atención hospitalaria 24/7. También queremos un proceso que garantice derechos. Por esa razón, los derechos laborales de los trabajadores no se verán afectados. Además, haremos asambleas informativas y tendrán acceso a una calculadora digital individualizada.
Nayarit es el estado con el que comenzaremos a transformar el modo en que entendemos la salud pública. Ya se realizó un diagnóstico de campo y, entre otras cosas, detectamos hospitales abandonados, quirófanos incompletos y falta de personal. El acuerdo ya fue firmado con el gobierno del estado y por ello, los hospitales ya construidos comenzarán a operar, contrataremos enfermeras, médicos generales y médicos especialistas. Aunque este triunfo debe celebrarse, el
cambio todavía es largo, pero seguiremos haciendo lo necesario para que nadie se quede atrás y nadie se quede fuera.
¡Jala Pluma Gallo Giro!
Enrique Jiménez De la Mora.
Licenciado en Ciencias Políticas con Especialidad
en Administración Pública y Políticas Públicas.
Titular de la Jefatura de Servicios de Salud en el
Trabajo Prestaciones Económicas y Sociales.
I.M.S.S. O.O.A.D. Chiapas.
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