• Spotify
  • Mapa Covid19

Óscar Wong

?Ciudad de México

?Camina el trovador prolongando el fraseo cadencioso de las cuerdas, mientras trasmina el sueño de la amada. Y la voz humedece el interior de la noche, petrificando los instantes. Alta y desgarbada la silueta vibra, resuena entre las sombras.

?Sonríe, mira de soslayo, sorbe gozoso del etílico líquido aromático.

?Esbelto timbre donde los sueños juveniles ya se astillan, boleros y baladas irrumpen como eficaz conjuro, como mantra penetrante, como enérgico tam tam descorriendo suavemente el secreto de las cosas.

?Desde la memoria, Francisco Antonio Reyes de los Santos (6 de junio de 1949-19 de junio de 2014), asoma serenamente turbulento.

?Modulaciones de colores -perfecta escala para transmigrar la luz y la negrura, traspolando el sonido en fuego inmaculado-, el trovador prosigue escarbando en el corazón de los recuerdos.

?Entre el mercurio que la luna ofrenda, de nueva cuenta caminamos. Perturbadora, humeante, ciega, la voz de Paco Güita transfigura el exterior de los objetos:

?“Si lo hubieras hecho antes de partir,

?si lo hubieras hecho

?antes de sufrir…”

?Y las calles tonaltecas se vuelven íntimas ensoñaciones, violentos intersticios afectivos, germen y semilla de poemas y canciones. Muñeca -”la niña rubia”, dice el poeta- duerme. Sueños conventuales aprisionan su armonía. Aunque la voz insiste en detener el marcaje de la hora, el reloj cobra prisa:?“… ella se irá para siempre, cuando amanezca otra vez.

?Reloj detén su partida…”

?Luis Pozos retoma la guitarra; mientras entona la segunda voz, Paco Güita entrecierra los ojos y con resonancias pasmosamente precisas reproduce su espíritu:

“Me despido ya…”

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *